La cuesta de enero de 2022 podría ser la más difícil de los últimos 21 años por el aumento de la inflación en el país, lo que a su vez ha incrementado el precio de los productos de la canasta básica. ¿Cómo podemos enfrentarla?
“La cuesta de enero de 2022 podría ser más larga y complicada de lo habitual. Se tiene la expectativa más alta de aumento en los precios de los últimos 21 años”, dice Román Moreno, economista y docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Serendipia. Para este mes, el incremento en los costos se visualiza principalmente en la comida, pero también en algunos insumos para generar alimentos y en los energéticos como la gasolina, el gas y la luz eléctrica debido a que gran parte de estos productos y servicios presentan precios estacionarios.
Este no es solo un fenómeno económico. La cuesta de enero afecta el día a día de las familias mexicanas. El esposo de María, por ejemplo, se quedó sin trabajo el año pasado. “Siempre hay imprevistos en la casa, pero los veníamos manejando bien. Quedarse sin empleo fue un tema que nos hizo ajustarnos a muchas cosas”, dice María en entrevista con Serendipia. Y agrega: “Pero hay gastos que no pueden ser postergados. La alimentación es algo que no podemos quitar de la lista. No puedes dejar de comprar leche, no puedes dejar de comprar verdura o fruta”.
“La cuesta de enero es el nombre coloquial con que se conoce al fenómeno económico que ocurre durante el primer mes de cada año en nuestro país”, dice Moreno. Desde una perspectiva económica y social, esta cuesta ocurre por el aumento en el precio de algunos bienes y servicios que afecta el ingreso de los hogares mexicanos e incide de manera importante en sus posibilidades de consumo.
En su dimensión individual, otro de los factores que influye durante la cuesta de enero es no saber administrar bien el dinero, de acuerdo con Sonia Sánchez-Escuer, especialista en finanzas personales. Por eso, al final de esta nota te compartimos consejos de ambos expertos para enfrentar esta temporada de la mejor manera y cuidar tus finanzas.
“En diciembre, si nos llegan veinte pesos, nos gastamos veinticinco. No hay conciencia de que el dinero de diciembre no es igual al de los otros once meses del año. Debemos administrarlo y hacerlo rendir”, afirma Sonia en entrevista con Serendipia. “Vivimos en un eterno ciclo de “tengo y no tengo”. Creemos que vamos a curar nuestra escasez gastando, pero la escasez se cura administrando”.
En 2022, además de la cuesta de enero, México se enfrenta a la mayor inflación en 20 años. En diciembre de 2021 alcanzó el 7.36 por ciento, y especialistas estiman que este año también se ubique por encima de la meta de tres por ciento.
Es por eso que en este año podría vivirse la cuesta más prolongada con manifestaciones desde diciembre de 2021 hasta febrero de 2022, de acuerdo con Moreno. “Esto va a generar incertidumbre en el consumo básico, es decir, en el de la canasta básica. Sin pensar ya en el consumo complementario”, dice el economista.
Este es un panorama alarmante para la mayor parte de la población en el país. “No tenemos estrategia para enfrentar esta cuesta. Realmente vivimos, yo creo como la mayoría de los mexicanos, al día”, confiesa Georgina con preocupación: su esposo dejó de trabajar el año pasado para atender problemas de salud en la familia. “No ahorramos porque no podemos ahorrar. Teníamos el ahorro de una alcancía y fue lo único que pudimos hacer este año. Ni siquiera la llenamos”.
Durante la cuesta de enero, los productos van al alza. ¿Y los salarios?
En México, durante 2019, mil 570 pesos eran suficientes para comprar todos los productos que integran la canasta básica en México. En 2021, con el mismo monto sólo era posible adquirir el 86 por ciento de esos alimentos, porque el costo de la canasta básica llegó a mil 824 pesos. Es decir, su precio aumentó en 16 por ciento.
La canasta básica alimentaria es el conjunto de productos suficientes que permiten satisfacer las necesidades nutricionales básicas de una familia promedio en el país, de acuerdo con el gobierno de México. Hasta 2019 estaba integrada por 23 productos entre los que se consideraban al maíz, al frijol, al azúcar, a la leche en polvo y al arroz.
A partir de ese año, el gobierno federal agregó 17 productos para tener un total de 40, entre comestibles de primera necesidad y artículos de limpieza e higiene personal como papel higiénico y crema dental. La carne de res, el huevo fresco, el cacahuate, el pan dulce y los chícharos fueron algunos de esos agregados alimenticios que ahora la componen. Esta anexión de productos se debió principalmente a una iniciativa del gobierno federal que buscaba facilitar a la población más vulnerable del país el acceso a ciertos productos básicos.
El chile es el producto cuyo costo registró el mayor incremento de precio entre 2019 y 2021: 64.48 por ciento, de acuerdo con los datos publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Polìtica de Desarrollo Social (CONEVAL) basados en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) calculado y publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y analizados por Serendipia. Otros productos que también han reportado aumentos significativos en sus precios son la cebolla, el aceite vegetal, el jitomate y el arroz en grano, con un incremento del 49.6, 44.1, 43.2 y 27.3 por ciento respectivamente. En el otro extremo, el menor aumento registrado es de 5.8 por ciento para el kilo de naranja.
Evolución de la canasta básica entre 2015 y 2021
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Fuente: Coneval con datos actualizados hasta noviembre de 2021
Como advierte Moreno, aunque los precios en los productos de la canasta básica ya habían comenzado a incrementar, fue en 2020 y 2021 que se registró un aumento mucho mayor. Incluso si se compara la variación en el costo de un alimento de primera necesidad durante un mismo mes es posible visualizar dicho incremento en los precios. Esta situación impacta negativamente en el bolsillo de los mexicanos y les impide enfrentar de una mejor manera fenómenos económicos como la cuesta de enero.
“Ahora que fue Navidad mi hija me pidió una ensalada Waldorf que lleva manzana verde. Pero, ¡no puede ser que cien pesos el kilo de manzana verde! ¡Cien pesos cuatro manzanas verdes!”, cuenta María. “Estamos volviendo a la tortilla con un chile verde, ya ni con frijoles. Un chile verde ahí restregado. Así, así estamos regresando”, dice refiriéndose al hecho de que ya no es posible comprar más productos de la canasta básica.
Román Moreno explica cómo ocurrió este incremento en los precios: “Si hacemos un seguimiento del indicador más importante para medir el fenómeno inflacionario, el Índice Nacional de Precios al Consumidor, nos daríamos cuenta que este incremento se ha advertido desde el año 2020. Esto tras el aumento a la inflación que viene arrastrándose en Estados Unidos, el principal socio comercial de nuestro país”, dice. “Evidentemente ha sido a partir de 2021 que ha superado el tiempo en el cual se esperaba que pudiera ser controlado y no ha quedado de otra más que difundirlo”.
Por ejemplo, el precio del chile: durante noviembre de 2015, el kilo estaba a 12.6 pesos, pero para noviembre de 2021 alcanzó los 21.4 pesos. La diferencia en el costo del kilo de chile entre noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 8.8 pesos, lo que representa un aumento de 69.8 por ciento. “Y es que así ha sido: silencioso, silencioso”, apuntó María al reflexionar sobre las dificultades económicas que ha enfrentado durante este año para cubrir los gastos de su hogar. “Es que ahora sí es una realidad: se nos han disparado los precios”.
Según Moreno, esto es consecuencia de una creciente desigualdad en la distribución de la riqueza. “Hay componentes que ya forman parte de la economía mundial. La pandemia sólo los vino a potenciar, a hacer más evidentes”, señala. “En mi opinión, el salario mínimo debería incrementar por encima de la canasta básica para que podamos hablar de un crecimiento real en cuanto al poder adquisitivo de la población”.
En México, esto no es así y el incremento en los precios de la canasta básica genera mayor incertidumbre al conjuntarse con el desempleo. Aunque en 2022 el salario mínimo fue incrementado en 22 por ciento, 14.8 por ciento de la población adulta en México perdió su trabajo, sin poder recuperarlo, entre julio de 2020 y julio de 2021, según los resultados de la Encuesta de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Mi esposo tiene altibajos de estado de ánimo. De repente está muy bien, de repente ya lo veo muy preocupado, de repente lo veo desesperado, de repente lo veo muy melancólico. Porque finalmente él está acostumbrado a trabajar”, afirma María.
En esta línea, según la ENBIARE más de la tercera parte de la población total encuestada reveló verse obligada a pedir prestado al menos una vez durante 2020 y 2021 para poder sufragar los gastos de su hogar, entre ellos los concernientes a la comida. “No podemos cancelar las tarjetas, sólo las dejamos ahí. Porque muchas veces las tarjetas son las que nos han ayudado, por ejemplo, en la compra de despensa”, agrega María.
Consejos para enfrentar la cuesta de enero
Georgina dice que aunque en su familia siempre se han presentado dificultades económicas, estas se han agudizado durante el último año debido a su situación particular. “Yo creo que todo enero vamos a omitir los gastos que no sean de cosas de primera necesidad. Todo enero no va a haber ningún lujito, ninguna salida, ni ropa. Cosas que se pueden omitir. Sólo nos vamos a abocar a las cuestiones de canasta básica”, confesó Georgina en entrevista con Serendipia.
Limitar los gastos es una técnica para enfrentar la cuesta de enero. De acuerdo con Román Moreno y Sonia Sánchez-Escuer, estos son otros consejos que puedes seguir para afectar lo menos posible tus finanzas personales durante esta temporada:
Sé un consumidor responsable
Ten claridad sobre tus ingresos y egresos. De esta manera, podrás identificar a cuánto ascienden normalmente tus gastos y evitarás gastar de más a fin de año.
No olvides incluir también los gastos extras que te deparan durante el mes de enero y en caso de que rebasen tus posibilidades, guarda parte de tu aguinaldo.
Elabora un presupuesto
Es recomendable realizar un presupuesto con el dinero que se tiene disponible para cubrir primero los gastos más importantes para administrar tu dinero durante la cuesta de enero. Esto te permitirá identificar también qué compras pueden afectar tus finanzas personales a inicios del próximo año.
“Tenemos que ser bastante cuidadosos en qué gastamos, cómo lo gastamos y cuándo lo gastamos”, afirma Sonia. “Si nunca has registrado tus gastos, enero es un buen momento para empezar a hacerlo. Sólo de esta forma sabrás hacia dónde se te está yendo el dinero”.
Reduce o elimina gastos
Disminuye tus gastos superfluos durante la cuesta de enero. También puedes optar por sustituir el consumo de ciertos productos por otros que sean más económicos.
“Una buena opción es comparar precios y marcas para saber si lo que se compra es lo que más conviene”, agrega Sonia.
No contraigas deudas
“Si no tenemos dinero para pagar hoy y tenemos que recurrir a la tarjeta o a la casa de empeño, ¿qué nos hace creer que cuando llegue la fecha de pago vamos a tener?”, señala Sonia. “Si, además, tenemos que hacer otros gastos: por ejemplo, el del agua, la colegiatura o la comida”.
Por tanto, en caso de que requieras contraer deudas, consulta tu presupuesto para evitar acumular más. Si haces uso de una tarjeta de crédito o de otro tipo de préstamo, toma en cuenta tus ingresos reales. Recuerda siempre que no son una extensión de tu salario.
Procura ahorrar
Lo más importante durante la cuesta de enero es que no malgastes tu dinero y que te hagas el hábito de ahorrar un poco. Este recurso podrá serte útil para afrontar cualquier contingencia.
“Trata de ahorrar desde agosto para que no caiga el gasto tan pesado en diciembre”, aconseja Sonia. “Porque aunque durante ese mes tenemos el aguinaldo y ganamos más, es importante ahorrar para enero y febrero”.
¿Cómo han aumentado los precios de los productos de la canasta básica?
A partir de los datos abiertos publicados por el CONEVAL sobre la evolución de los precios de productos de la canasta básica, Serendipia realizó un análisis de la evolución de los precios de los cinco productos de la canasta básica que presentaron un mayor aumento en sus precios desde 2015: chile, cebolla, jitomate, aceite vegetal y arroz. Además, se incluyó el frijol y el pollo por considerar que son productos importantes en la dieta de las familias mexicanas.
Debido a que la información disponible tiene como mes de corte noviembre de 2021, fueron comparados precios por kilo o litro de estos cinco alimentos de primera necesidad sólo durante ese mes.
El jitomate aumentó en 92.6 por ciento
En noviembre de 2015 el jitomate registra un precio de 38.64 pesos por kilo. Hacia 2016 había incrementado a 53.94 pesos, aunque en noviembre de 2017 su costo bajó a 42 pesos. Para 2018 su valor alcanzó los 66.13 pesos.
Hacia 2019 el costo del jitomate bajó a 51.94 pesos y se elevó un poco en 2020, cuando su precio alcanzó los 53.48 pesos por kilo. Pero en noviembre de 2021 se reportó un aumento de casi el doble de su valor en comparación con 2015, pues el kilo de jitomate llegó hasta los 74.43 pesos. La diferencia en el precio de este producto durante noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 36.09 pesos, lo que representa un aumento de 92.6 por ciento.
El pollo aumentó en 47.44 por ciento
El kilo de pollo entero o en piezas tenía un precio de 24.24 pesos por kilo en noviembre de 2015. Durante el mismo mes de 2016 su costó había aumentado a 25.76 y para 2017 alcanzó los 26.37 pesos por kilo. Hacia 2018 el pollo ya reportaba un valor de 27.75 pesos y en noviembre de 2019 el kilo subió a 29.27 pesos.
Aunque el costo incrementó nuevamente en 2020 y el kilo de pollo registró un precio de 32.44 pesos, fue en noviembre de 2021 que este producto adquirió un valor de 35.74 pesos por kilo. La diferencia en los precios de noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 11.5 pesos, lo que representa un aumento de 47.44 por ciento.
El aceite vegetal aumentó en 76.89 por ciento
El precio por litro del aceite vegetal durante noviembre de 2015 era de 7.4 pesos. Al año siguiente su valor incrementó a 7.71 pesos durante el mismo mes y para 2017 llegó a los 8.44 pesos por litro. Hacia 2018 su costo siguió en aumento a 8.8 pesos y en 2019 había alcanzado ya los 9.08 pesos.
En 2020 el aceite vegetal registró un precio de 9.76 pesos y para noviembre de 2021 su costo se incrementó hasta los 13.09 pesos por litro. La diferencia de precio de este producto durante noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 5.69 pesos, lo que representa un aumento de 76.89 por ciento.
El arroz en grano aumentó en 78.03 por ciento
En noviembre de 2015 el arroz registra un precio de 4.69 pesos por kilo. Hacia 2016 había aumentado a 5.03 pesos y en noviembre de 2017 su costo llegó a 5.39 pesos. Para 2018 su valor alcanzó los 5.75 pesos por kilo.
Hacia 2019 el costo continuó en aumento a 5.93 pesos y se elevó más durante noviembre de 2020, cuando su precio alcanzó los 8.35 pesos por kilo. Para 2021 el costo del arroz se mantuvo en los 7.55 pesos. La diferencia entre su menor precio en noviembre de 2015 y su mayor costo en noviembre de 2020 fue de 3.66 pesos, casi del doble, lo que representa un aumento de 78.03 por ciento.
El frijol aumentó en 79.3 por ciento
El precio por kilo de frijol en noviembre de 2015 era de 30.07 pesos. Al año siguiente, su valor aumentó a 40.07 pesos durante ese mes y para 2017 hasta 43.58 pesos por kilo. Hacia 2018 su costo bajó a 39.01, pero en noviembre de 2019 ya había alcanzado nuevamente los 42.42 pesos.
Ya en noviembre de 2020 su costo por kilo se mantuvo en los 53.23 pesos. El mayor incremento se dio en el mes de noviembre de 2021, cuando el frijol adquirió un precio de 53.92 pesos por kilo. No obstante, la diferencia entre su precio más bajo registrado en noviembre de 2015 y su precio más alto registrado en noviembre de 2021 fue de 23.85 pesos, lo que representa un aumento de 79.3 por ciento.
El chile aumentó en 69.8 por ciento
El kilo de chile tenía un precio de 12.6 pesos por kilo en noviembre de 2015. Durante el mismo mes de 2016 su costó bajó a 11.08 pesos, pero para 2017 subió a 13.85 pesos por kilo. Hacia 2018 el chile reportaba un valor de 13.86 pesos y en noviembre de 2019 el kilo bajó de nuevo a 13.01 pesos.
Aunque el costo incrementó nuevamente en 2020 y el kilo de chile registró un precio de 14.18 pesos, fue en noviembre de 2021 que este producto adquirió un valor de 21.4 pesos por kilo. La diferencia en los precios de noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 8.8 pesos, lo que representa un aumento de 69.8 por ciento.
La manzana perón aumentó en 67.1 por ciento
El precio por kilo de la manzana perón durante noviembre de 2015 era de 19.25 pesos. Al año siguiente su valor incrementó a 24.18 pesos durante el mismo mes y para 2017 se mantuvo en los 24.74 pesos por kilo. Hacia 2018 su costo siguió en aumento a 27.08 pesos, pero en 2019 bajó a 25.52 pesos.
En 2020 la manzana perón registró un precio de 27.58 pesos y para noviembre de 2021 su costo se incrementó hasta los 32.18 pesos por kilo. La diferencia de precio en este producto durante noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 12.93 pesos, lo que representa un aumento de 67.1 por ciento.
El limón aumentó en 81.1 por ciento
En noviembre de 2015 el limón registra un precio de 11.75 pesos por kilo. Hacia 2016 bajó a 10.86 pesos, pero en noviembre de 2017 su costo llegó a los 16.78 pesos. Para 2018 su valor bajó nuevamente a 14.39 pesos por kilo.
Hacia 2019 el costo del limón aumentó a 18.87 pesos y se mantuvo en 2020 con un precio de 18.32 pesos por kilo. Fue en noviembre de 2021 que se reportó otro incremento, pues el kilo de limón llegó hasta los 21.28 pesos. La diferencia en su precio durante noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 9.53 pesos, lo que representa un aumento de 81.1 por ciento.
El plátano tabasco aumentó en 62.3 por ciento
El kilo de plátano tabasco tenía un precio de 10.76 pesos por kilo en noviembre de 2015. Durante el mismo mes de 2016 su costó había aumentado a 11.21 pesos y para 2017 alcanzó los 12.34 pesos por kilo. Hacia 2018 el plátano tabasco ya reportaba un valor de 14.08 pesos y en noviembre de 2019 el kilo subió a 16.39 pesos.
Aunque el costo bajó un poco en 2020 y el kilo de plátano tabasco registró un precio de 15.33 pesos, fue en noviembre de 2021 que este producto adquirió un valor de 17.47 pesos por kilo. La diferencia en los precios de noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 6.71 pesos, lo que representa un aumento de 62.3 por ciento.
La naranja aumentó en 101.7 por ciento
El precio por kilo de naranja durante noviembre de 2015 era de 5.03 pesos. Al año siguiente su valor incrementó a 6.14 pesos durante el mismo mes y para 2017 se mantuvo en los 6.34 pesos por kilo. Hacia 2018 su costo siguió en aumento a 7.51 pesos y en 2019 había alcanzado ya los 9.59 pesos.
En 2020 la naranja registró un precio de 8.7 pesos y para noviembre de 2021 su costo se incrementó hasta los 10.15 pesos por kilo. La diferencia de precio durante noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 5.12 pesos, lo que representa un aumento de 101.7 por ciento.
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