Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, datos en México y Latinoamérica

30% de la población indígena en México refiere ser víctima de al menos un acto de discriminación; mientras que la población afrodescendiente no había sido incluida en estadísticas oficiales hasta hace tres años.

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30% de la población indígena en México refiere ser víctima de al menos un acto de discriminación; mientras que la población afrodescendiente no había sido incluida en estadísticas oficiales hasta hace tres años.

​​El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial es un recordatorio de lo dañinas que pueden ser las expresiones de discriminación y racismo, y que estas continúan vigentes en Latinoamérica y el mundo. 

México no es la excepción, y como vimos en la esta investigación el racismo y la discriminación por color de piel continúyan determinando los derechos (como la educación y salud) a los que las personas pueden tener acceso.

Por eso, en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, te dejamos algunos datos sobre el racismo en nuestro país.

Mapa de la discriminación racial en México: ¿cual es el estado con mayor población “morena”?

En 2008, la Universidad de Princeton creó el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA) y para sus múltiples investigaciones elaboró una paleta de clasificación del color de la piel. La paleta incluía once tonos, siendo 1 el tono de piel más claro y 11 el más oscuro.

Esta misma “paleta” fue utilizada por el Inegi al realizar la ENADIS 2017. Al preguntarle a los encuestados con qué color de piel se identificaban, la mayoría (30.6%) decidió ubicarse en el número 5 de la escala, mientras que el 28.6 por ciento se ubicó en el número 6 de la escala, conformando así el grueso de la población encuestada. 

Para facilitar la clasificación, la paleta se dividió en tres grandes grupos: del 7 al 11 los colores más oscuros; del 5 al 6, los colores intermedios y del 1 al 4 los colores más claros. Así, en términos generales, el 60 por ciento de la población encuestada en la ENADIS se identificó con los tonos de piel intermedio. El 29.5 por ciento señaló tener un tono de piel más claro; mientras que el 11.5 por ciento declaró ser de la tonalidad más oscura. 

En México, la entidad con mayor porcentaje respecto a su población encuestada (en todas las entidades fue igual) de personas con tonalidad de piel en los rangos intermedios fue Chiapas, pues el 72.6 por ciento de su población refirió tener esta tonalidad de piel (moreno-mestizo). Le siguieron el estado de Puebla, con 71.5 por ciento de su población identificada en esta tonalidad, y Tlaxcala, con el 66.4 por ciento.

Color de piel de la mayoría de la población por entidad

En contraparte, la entidad con menor porcentaje de población encuestada con tonalidad de piel en los rangos intermedios fue Estado de México, con poco menos de la mitad (48.5%) de su población encuestada. Le siguen Aguascalientes y Sonora con 50.7 y 51 por ciento de su población encuestada, respectivamente. 

En ese sentido, son estas mismas entidades las que mayor porcentaje de población encuestada entre las tonalidades más claras de piel reportaron, pues el Estado de México refirió que 44.6 por ciento de su población tenía tonalidades de piel más clara; mientras que 40.2 por ciento de la población en Aguascalientes, el 38.6 de la población de Sonora, y el 37.3 de Jalisco, se identificaron en este rango.  

En el otro extremo, Oaxaca (12.8%), Chiapas (13.7%) y Puebla (14.3%) fueron las entidades con menor porcentaje de su población identificada entre los rangos de piel más clara. 

Por su parte, los estados con mayor porcentaje de su población identificada en las tonalidades de piel más oscuras, fueron Oaxaca, con 22 por ciento, seguido de Campeche con 19.9 por ciento. En tercer lugar se encuentran Querétaro, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, todos con el 17 por ciento.

Población indígena en México todavía es discriminada

El origen del racismo en México puede rastrearse desde el periodo colonial, comenta Natividad Gutierrez Chong, investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Para Gutierrez Chong, desde ese entonces se implantó en la sociedad un discurso de dominio y desprecio hacia la población indígena. Este discurso ha perdurado hasta nuestros días, pues los atropellos a los derechos de este grupo no han cesado, al mismo tiempo que de forma sistemática se les niega el acceso a mejores oportunidades de vida. 

En México, 7.1 millones de personas de cinco años y más se identifican como indígenas, de acuerdo con el Censo de población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto quiere decir que son personas que pertenecen a un pueblo originario y que hablan alguna de las 68 agrupaciones lingüísticas que ya existían en territorio mexicano desde antes de la llegada de los españoles. 

Según los datos del Inegi, los estados con mayor número de habitantes mayores de cinco años y que hablan alguna lengua indígena son Chiapas y Oaxaca, con 1.3 y 1.2 millones, respectivamente. 

En ese sentido, los resultados de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2017 (ENADIS) ofrecen detalles acerca cómo ocurre la discriminación a la población indígena. De acuerdo con esta encuesta, el 29.2 por ciento de la población indígena de 12 y más años de edad declaró al menos un incidente de negación de derechos en los últimos 12 meses. De este porcentaje, más de la mitad, el 51.2 por ciento, declaró la negación de atención médica o entrega de medicamentos; el 37.8 por ciento denunció la falta de recepción de apoyos de programas sociales; mientras que al 29.4 por ciento le negaron atención o servicio en oficinas de gobierno; y al 15.9 por ciento, la oportunidad de trabajar u obtener un ascenso.

En cuanto al racismo sistemático de la sociedad mexicana, existen dos datos que dan cuenta de ello: por una parte, que solo el 4.6 por ciento de la población indígena alcanza a cursar la educación superior, es decir la universidad o un posgrado; y que casi 6 mil de las 7 mil personas de pueblos originarios que se encuentran en prisión, no tienen acceso a un intérprete para una defensa justa de sus casos. 

Volviendo a la ENADIS, las creencias religiosas, la manera de hablar y algunos aspectos relacionados con la apariencia (forma de vestir, tono de piel, peso o estatura), son las características que motivan con mayor frecuencia situaciones de discriminación hacia la población indígena, pues del total de personas hablantes de una lengua originaria que declararon haber sido discriminadas en los últimos 12 meses a la encuesta, el 38.9 por ciento de ellas declaró que fue discriminada por sus creencias religiosas; 35.9 por ciento fue debido a su manera de hablar; 32.7 por ciento por su forma de vestir; 28.5 por ciento debido a su peso o estatura, y 18.9 por ciento por su tono de piel

Afromexicanos: invisibilizados y estereotipados

Hoy en día, casi ningún mexicano tendría problemas en identificarse como mestizo, señala la académica Natividad Gutiérrez Chong en entrevista con Serendipia. Y es que en México, se nos ha enseñado desde la infancia, a través de los libros de texto, que somos una población mestiza, producto de una mezcla de dos “razas”: indígenas y españoles. Es el mito del mestizaje nuestro mito de origen, menciona Gutierrez Chong. Y como todo mito, incluye y excluye al mismo tiempo. 

A quienes se ha excluido, preponderantemente, de ese mito, menciona Gutierrez Chong, ha sido a las cerca de 250 mil personas de diversas regiones de África que arribaron a la Nueva España desde finales del siglo XV y hasta el siglo XIX en calidad de esclavos. A pesar de que desde ese entonces la población afrodescendiente ha estado presente en la sociedad mexicana —contribuyendo a la economía con su trabajo en condición de esclavitud en las haciendas azucareras, en los oficios, el comercio y la defensa del territorio, siendo milicianos, así como en los aportes culturales a la música, vestimenta y arquitectura— en las estadísticas oblacionales no figuraban.

Fue hasta el Censo de Población y Vivienda 2020 que por primera vez se consideró a la población afromexicana y afrodescendiente en nuestro país dentro de las estadísticas. Y es que “si no te cuento, no existes y no se te consideran tus derechos”, menciona Marisol Castillo, actríz y directora de teatro y activista del movimiento afromexicano. 

Hoy sabemos que en México viven 2 millones 576 mil 213 personas que se reconocen como afromexicanas y que representan el 2 por ciento de la población total del país. 

De acuerdo con los datos del Inegi, el 40 por ciento de la población afrodescendiente en nuestro país tiene entre 30 y 59 años de edad. Más de la mitad de la población afromexicana se concentra en seis entidades: 303 mil 923 viven en Guerrero; 296 mil 264 en el Estado de México; 215 mil 435 radican en Veracruz; 194 mil 474 lo hacen en Oaxaca; mientras que 186 mil 914 viven en la Ciudad de México y 139 mil 676 en Jalisco.

A su vez, los estados con mayor porcentaje de población afromexicana son Guerrero, Oaxaca y Baja California Sur, con 8.6, 4.7 y 3.3 por ciento de su población respectivamente.

​​Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial: México y Latinoamérica

De acuerdo con los datos del Latinobarómetro 2020, (estudio de opinión pública que aplica alrededor de 20 mil entrevistas en 18 países de América Latina) México es el país que más se autopercibe como discriminatorio hacia la población indígena, por arriba de Guatemala y Panamá con 20 por ciento cada uno; 

En contraparte, México ocupa los lugares más bajos en lo que respecta a discriminación hacia la población afrodescendiente; mientras que Brasil tiene el primer lugar, pues 47 por ciento de su población encuestada mencionó que existía discriminación hacia esta población. Esto pone a Brasil 33 puntos porcentuales por arriba del segundo lugar, Colombia, en cuanto discriminación hacia las personas afrodescendientes. 

Según la encuesta, el 14 por ciento de los participantes mexicanos refirieron pertenecer a un grupo discriminado (indígenas, afrodescendientes, discapacitados, inmigrantes y mujeres). En comparación, 39 por ciento de los encuestados en la medición Latinobarómetro 2020 de Brasil se sintieron identificados como parte de algún grupo discriminado. 

El caso de Brasil destaca frente a otros país de América Latina y del mundo, en cuanto a la discriminación de la población afordescendiente, pues como veíamos, casi la mitad de la población participante en la encuesta Latinobarómetro 2020 de ese país reconoció que existía discriminación hacia ese grupo poblacional. 

Estas cifras cobran mayor sentido si se compara con las estadísticas de asesinatos de la población afrodescendiente a manos de la policía de Brasil. De acuerdo con la edición de 2019 del Anuario Brasileño de Seguridad Pública el 75. 4 por ciento de las personas abatidas por la policía, son negros. Según un análisis del Foro Brasileño de Seguridad Pública, casi ocho de cada 10 víctimas fatales de la policía brasileña son afrodescendientes.

En comparación con los Estados Unidos, uno de los países donde grupos poblacionales se declaran abiertamente supremacistas blancos, las cifras de Brasil son aún más alarmantes. Según el conteo del Washington Post, en Estados Unidos los muertos a manos de la policía durante 2018 sumaron 998, y 229 de ellos eran afroestadounidenses. Mientras que en Brasil ese mismo año el Foro Brasileño de Seguridad Pública contabilizó 6 mil 220 fallecidos en operaciones policiales, de los cuales  4 mil 991 eran afrodescendientes. Es decir, más de 21 veces el número de Estados Unidos. 

De acuerdo con Emiko Saldívar, quien fue parte del Proyecto de Etnicidad y Raza en Latinoamérica (PERLA) mencionado anteriormente y que habló con Serendipia, tanto el racismo antinegro como el racismo antindígena, son sistemas y estructuras (político-culturales y de sistema de valores) de las que nadie está exento. Es decir, que una persona indígena puede ser antinegra, racista y una persona negra puede ser racista hacia los indígenas. Esto sucede, recalca Saldívar, cuando todos en la sociedad interiorizamos el mensaje de supremacía blanca, donde nos dice que hay algo “mal con las otras poblaciones que no son blancas”.  

El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial: ¿cuál es su origen?

El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial tiene como origen uno de los crímenes más indignantes alrededor del mundo. En 1960, en la localidad de Sharpeville, Sudáfrica, un grupo de cientos de personas se encontraban protestando de forma pacífica contra las leyes de segregación que imponía el régimen del apartheid. Fue entonces que la policía abrió fuego en contra de los manifestantes y asesinó a 69 personas negras (niños y mujeres incluídos) y 180 más resultaron heridas a causa de la agresión. 

A 63 años de estos hechos, muchas cosas han cambiado en Sudáfrica y el mundo; no obstante, el racismo y la discriminación racial continúan vigente, pues como menciona Saldívar, el racismo tiende a actualizarse con el tiempo y con cada generación, dando como resultado diferentes versiones de estas prácticas: “desde la esclavitud hasta extractivismo y la violencia policiaca de hoy día”.

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