Las madres solteras en México representan un motor clave en la estructura familiar y laboral del país, aún cuando enfrentan una lucha constante contra la desigualdad económica y los estigmas sociales.
Las madres solteras en México representan un sector clave de la población: más de cuatro millones de mujeres asumen solas la crianza de sus hijos, lo que equivale al 10.4 por ciento del total de madres en el país. Estas mujeres enfrentan desafíos económicos, sociales y culturales que las colocan en una lucha constante por el bienestar de sus familias, pero lejos de victimizarse, muchas se han consolidado como el pilar de sus hogares.
En el cuarto trimestre del 2023 en México residían 38.5 millones de mujeres de 15 años y más que eran madres, de las cuales, poco más de cuatro millones desempeñaban el rol de madres solteras, de acuerdo con el informe Estadísticas a propósito del Día de la Madre publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en mayo de 2024.
Estado civil de las madres
Al analizar la situación conyugal de las mujeres de 15 años o más con al menos una hija o hijo, se observó que solo el 46.5 por ciento estaban casadas. Le seguían aquellas que vivían en unión libre (20.5 por ciento), eran viudas (12 por ciento), separadas de su pareja (7.5 por ciento), divorciadas (3.1 por ciento). Además, el 10.4 por ciento se desempeña como madre soltera, es decir, 4 millones 400 mil mujeres ejercen la maternidad sin acompañamiento: deben proveer ingresos y asumir en solitario las tareas de cuidado.
Estas cifras reflejan la diversidad de contextos en los que se desarrolla la maternidad en México, así como el número significativo de mujeres que asumen solas la crianza de sus hijas e hijos.
Tres de cada diez mujeres son jefas de familia en México
Tres de cada diez mujeres en México son jefas de familia, revela INEGI, lo que equivale a 17 millones 370 mil 749 madres que participan activamente en el mercado laboral actual.
La desigualdad laboral afecta especialmente a las madres solteras, quienes enfrentan múltiples barreras para acceder a empleos estables, bien remunerados y con prestaciones sociales. Del total de madres que forman parte del mercado laboral, solo el 64.4 por ciento se desempeña como trabajadora subordinada y remunerada, mientras que el 26.9 por ciento trabaja por cuenta propia. Otro 5.3 por ciento no recibe pago alguno por su labor, y solo el 3.5 por ciento ocupa una posición como empleadora.
Los ingresos también reflejan una marcada desigualdad. Entre las madres jefas de hogar con empleo subordinado, el 46.7 por ciento gana hasta un salario mínimo, y únicamente el 3.8 por ciento percibe más de tres salarios mínimos.
Tasa de participación económica según el rango de edad:
En México, el 46.1 por ciento del total de las madres de 15 años y más participan activamente en la economía, según datos del INEGI. Esta tasa varía según la edad:
40-49 años: 60 por ciento
30-39 años: 58.4 por ciento
50-59 años: 52.2 por ciento
60 y más: 20.8 por ciento (activa o en búsqueda de trabajo)
En cuanto a la jornada laboral, el 43 por ciento trabaja entre 35 y 48 horas a la semana, mientras que el 17.8 por ciento supera las 48 horas.
La carga económica se agrava conforme aumenta el número de hijos, ya que el 68.1 por ciento de las madres con seis o más hijos recibían únicamente un salario mínimo. Estos datos evidencian las complejas condiciones laborales que enfrentan millones de madres mexicanas y la urgencia de diseñar políticas públicas que reconozcan su doble jornada y promuevan su bienestar económico y social.
Acceso a la salud y nuevas maternidades
En términos de salud, el 71 por ciento de los partos de madres solteras en 2021 fueron atendidos en instituciones públicas. Esto refleja una preferencia por los servicios médicos oficiales, probablemente por su cobertura gratuita o de bajo costo, y evidencia la importancia de reforzar el sistema de salud pública para este grupo.
En el perfil de madres solteras en México, se muestra a un grupo resiliente, con alta participación económica, mayores niveles educativos y un rol central en el sostenimiento de sus hogares. A pesar de los obstáculos, muchas de estas mujeres se han convertido en referentes de esfuerzo y liderazgo para su entorno.
Transformación demográfica y social
La disminución de los nacimientos en México no sólo responde a un fenómeno demográfico, sino también a una transformación estructural en el país. Las nuevas generaciones de mujeres (incluidas muchas madres solteras) están redefiniendo los conceptos de familia y maternidad. Acceso a la educación, mayor autonomía económica y una creciente conciencia sobre la equidad de género influyen en sus decisiones reproductivas y de vida.
Este nuevo panorama plantea retos urgentes para las políticas públicas: garantizar condiciones laborales dignas, acceso a servicios de salud y educación para madres e hijos. Se necesita construir entornos donde la maternidad (individual o compartida) pueda desarrollarse plenamente.
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