La ministra Norma Piña pide diálogo con AMLO y Sheinbaum para frenar la reforma al Poder Judicial, pero AMLO la rechaza porque está enojado y no tiene “nada que ver en esto”. 

La ministra presidenta enfrentó al presidente López Obrador. Por primera vez, Norma Piña pide diálogo con AMLO y Sheinbaum para frenar la reforma al Poder Judicial y compartir los resultados de una jornada de 14 eventos jurídicos en materia de Seguridad y Justicia en México. Aunque la ministra lo hizo de manera frontal y sin intermediarios, el presidente López Obrador la rechazó, diciendo que “no es nada personal”, pero que necesita limpiar el país. 

La tarde del 8 de julio, durante el discurso de inauguración de la última sesión del Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCN), Norma Piña, afirmó que la percepción de la justicia en México es crítica y que, efectivamente, se requiere una reforma al Poder Judicial para subsanar sus necesidades. Sin embargo, la reforma de López Obrador tiene vacíos que imposibilitan el cambio y no es correcto “acelerar un diagnóstico”. Al contrario, “no podemos empezar de cero. El contexto tan complejo que vive nuestro país no permite la improvisación”. 

Y aunque la petición de la ministra presidenta fue tan clara como “quiero aprovechar esta oportunidad para invitar tanto al presidente López Obrador como a la virtual presidenta, la Doctora Claudia Sheinbaum, a sumarse a este diálogo plural y a que nos abra la puerta para que podamos compartirles los hallazgos de este encuentro nacional”, la respuesta de AMLO fue contundente. 

“Yo no tengo nada que ver en esto, ya entregué mi iniciativa de acuerdo a mis facultades y estoy convencido de que hace falta la reforma al Poder Judicial. Me molesta mucho que bastante tiempo se estuvo protegiendo a jueces corruptos y se dio libertad a gente que debía estar en la cárcel y que protegen todavía, a delincuentes del crimen organizado y a delincuentes de cuello blanco”, dijo el presidente durante su conferencia matutina del 9 de julio.

Con la reforma no habrá expertos en justicia, sino jueces con nexos y popularidad

Norma Piña pide un diálogo con AMLO y Sheinbaum porque, de acuerdo con la ministra presidenta de la SCJN, la reforma no está estructurada de forma congruente con la realidad del país y no tiene como objetivo satisfacer las necesidades de las y los usuarios del sistema de justicia. 

“Al plantearse una reforma de tal trascendencia, esta debe ser fruto de un diagnóstico basado en información objetiva y real; debe escuchar y dialogar con los operadores y con todos aquellos actores involucrados”, expresó. 

Además, la iniciativa de López Obrador prevé la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Esta es una de las principales preocupaciones de Norma Piña, quien argumentó que “la existencia de un poder judicial federal autónomo e independiente, ajeno a los vaivenes de la política, es un requisito indispensable para la defensa de la democracia que tanto nos ha costado construir”. 

De acuerdo con la ministra, si la reforma se aprueba, la persona más capacitada para el puesto no será quien ejerza su cargo en la Suprema Corte, sino “la más popular, la que supo relacionarse bien con los grupos de poder”. 

Irónicamente, este es uno de los motivos por los que AMLO y Sheinbaum pretenden dar continuidad a la aprobación de la reforma. Y aunque Norma Piña solicitó un diálogo con el poder ejecutivo para encontrar coincidencias y mostrar los resultados del Encuentro, en el que participaron más de tres mil 200 litigantes, organizaciones, escuelas, abogados y legisladores, el presidente descartó la posibilidad. Para él, aprobar la reforma es “limpiar el país”.  

AMLO rechazó el diálogo con Norma Piña, pero “no es personal”

“La justicia es distante, la justicia es inhumana, la justicia es una pesadilla. Lo preocupante es que esta es la realidad, no solo para las víctimas y los usuarios del sistema, sino también para quienes ahí trabajan”, expresó la ministra presidenta. 

Al parecer, ambos poderes se disocian de un objetivo en común, que es la justicia en el país. Mientras Norma Piña pide un diálogo con AMLO y Sheinbaum, el poder ejecutivo ignora una petición tan básica como escuchar a la ciudadanía y a los funcionarios del sistema de justicia. 

El presidente se justificó diciendo que está “enojado”, ya que “no resuelven lo del pago de impuestos de los grandes empresarios o banqueros”, y porque “deciden ganar más que el presidente si la constitución establece lo contrario”. 

Para López Obrador, rechazar el diálogo “no es nada personal”. Pero para las mexicanas y mexicanos del presente y el futuro, si la reforma no involucra al sistema de justicia de forma integral, implicará una escritura desde el prejuicio y la imposición.