Las recientes exhalaciones del volcán Popocatépetl han ocasionado que las autoridades de Puebla suspendan clases en 22 municipios y fomenten el uso de cubrebocas entre la población. Pero, ¿qué tan peligroso es respirar ceniza volcánica?

Respirar ceniza volcánica puede afectar el sistema respiratorio, la vista y la piel. Entre el 17 de mayo y la mañana del día siguiente, el volcán Popocatépetl registró 154 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, por lo que el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha activado la fase Amarillo 2 en el semáforo de alerta volcánica. 

La ceniza ha llegado a municipios y entidades vecinas, lo cual ha llevado a las autoridades a suspender clases en 22 municipios y prohibir las actividades al aire libre en el resto de la entidad, así como fomentar el uso de cubrebocas entre los alumnos.

Pero, ¿realmente es peligroso respirar ceniza volcánica? En el siguiente video te contamos. Sigue leyendo para encontrar más información.

Aunque los efectos de la ceniza dependen principalmente de qué tan cerca se encuentre una persona del volcán, el hecho de que esta llegue al lugar en el que estás ya es una señal de alarma.

Por eso aquí te explicaremos qué pasa en tu cuerpo al exponerte a ceniza volcánica y te daremos algunos consejos para evitar daños en tu salud.

Mientras más lejos de la ceniza, ¿mejor?

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en los lugares cercanos a los volcanes las partículas de ceniza son más grandes y más espesas; pueden asemejarse a un grano de arena. Por el contrario, en lugares más lejanos la ceniza es parecida al polvo de un talco. 

Las partículas más grandes, explica la OPS, se concentran en las zonas respiratorias más elevadas del cuerpo humano: la nariz y la garganta. Mientras tanto, las partículas más pequeñas pueden llegar hasta los alvéolos —concavidades en las que se realiza el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el pulmón y la sangre durante la respiración—. 

De esta manera, respirar las partículas de ceniza más grandes te puede provocar tos seca, irritación en la garganta y en la nariz, secreción nasal, y flemas. Si respiras las más pequeñas, puedes tener dificultad para respirar, ya que causan una inflamación en los alvéolos. 

En ambos casos, las personas que ya padezcan alguna enfermedad respiratoria, como asma o bronquitis, se verán más afectadas. 

Así que si bien hay más síntomas diferentes dependiendo de qué tan cerca esté cada persona del volcán, en cualquier caso el sistema respiratorio es afectado. 

¿Cómo afecta la ceniza volcánica a los ojos y la piel?

El sistema respiratorio no es el único afectado al estar expuesto a la ceniza volcánica. De acuerdo con la OPS, los ojos pueden experimentar los siguientes síntomas después de la exposición: 

1. Se sienten como si hubiera partículas extrañas en ellos.
2. Hay dolor, escozor y se pueden ver “inyectados de sangre”.
3. Puede presentarse una secreción pegajosa o lagrimeo.
4. Pueden haber abrasiones o arañazos de la córnea. 
5. Puede presentarse conjuntivitis aguda (inflamación del saco que rodea la conjuntiva del globo ocular) debido a la presencia de cenizas, lo que conduce a enrojecimiento, ardor en los ojos y foto-sensibilidad.
6. Las personas con síndrome de ojo seco también pueden experimentar dolor debido a la presencia de ceniza.

Además, la piel puede presentar irritación dependiendo de los componentes químicos de la ceniza. 

Recomendaciones para evitar los daños por respirar ceniza volcánica

Para prevenir estos daños, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) recomienda seguir estos consejos:

• Evitar hacer actividades al aire libre.
• Proteger tus ojos, nariz y boca, si tienes la necesidad de salir a la intemperie (por ejemplo, con un cubrebocas y lentes). 
• Cerrar puertas y ventanas para limitar la entrada de ceniza a casas y edificios.
• Tapar tinacos y otros depósitos para que no se contaminen.
• Recomendar a niñas, niños, así como a personas adultas mayores y con enfermedades respiratorias que eviten el contacto con la ceniza.
• Si tienes mascotas, vigilar que el agua y los alimentos que consumen no se contaminen.