Diego “N” es sentenciado a cinco años de prisión por el delito de trata de personas en modalidad de pornografía infantil, en un fallo que sienta un precedente en la lucha contra la violencia digital y la explotación de menores.
Diego “N” fue sentenciado a cinco años de prisión por el delito de trata de personas en su modalidad de pornografía infantil el pasado 21 de mayo, informó la Asamblea Colectiva Justicia Digital IPN. Según la publicación compartida el 22 de mayo, la condena fue dictada en el marco de una carpeta de investigación independiente a la abierta anteriormente por denuncias presentadas por integrantes de la comunidad estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Aunque esta resolución no está directamente relacionada con los señalamientos realizados por alumnos del IPN, el colectivo estudiantil ha manifestado que continuarán exigiendo justicia en todos los casos vinculados a la violencia de género y delitos contra la comunidad académica.
¿Quién es Diego “N”?
Diego “N” es un estudiante del IPN que fue detenido tras descubrirse que almacenaba y distribuía material íntimo de compañeras de clase, parte del cual había sido manipulado mediante inteligencia artificial con fines de explotación sexual digital.
El caso salió a la luz el 6 de octubre de 2023, cuando fue puesto a disposición de las autoridades de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), unidad Santo Tomás, al detectarse que poseía un iPad con alrededor de 160 mil imágenes y dos mil videos de contenido sexual. Entre el material se encontraban fotografías reales de compañeras, así como imágenes alteradas digitalmente.
Tras el hallazgo, al menos ocho mujeres presentaron denuncias formales ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por el delito de violación a la intimidad sexual, señalando que Diego “N” elaboró y almacenó contenido íntimo (real y simulado) sin consentimiento.
Fue puesto a disposición del Ministerio Público y liberado el 9 de octubre de 2023, al cumplirse el plazo legal de 48 horas. Esta liberación provocó la indignación de un grupo de estudiantes del IPN, quienes se organizaron y buscaron respaldo. En su lucha, contaron con el apoyo de diversas colectivas, organizaciones civiles y de la activista Olimpia Coral Melo, reconocida por su labor en contra la violencia digital.
Gracias a este respaldo, se logró una nueva orden de aprehensión, ejecutada el 26 de octubre del mismo año, lo que derivó en su reclusión en el Reclusorio Oriente, donde permanece hasta la fecha.
Evolución del proceso legal
El 9 de marzo de 2024, Diego “N” fue vinculado a proceso por una nueva investigación, esta vez por el delito de trata de personas en su modalidad de almacenamiento de material fotográfico de menores de edad realizando actos sexuales, lo que amplió la carpeta judicial en su contra.
No obstante, el proceso ha tenido giros inesperados. El 4 de diciembre del mismo año, el juez de control Francisco Salazar Silva dictó sentencia absolutoria en dos de las ocho acusaciones por violación a la intimidad sexual, al considerar que no existían pruebas contundentes que demostraran que el imputado hubiera editado imágenes con inteligencia artificial para crear y comercializar contenido sexual no consensuado.En respuesta a esta decisión, el Congreso de la Ciudad de México emitió un comunicado exhortando al juez a analizar con rigor las pruebas presentadas, subrayando que su resolución representaba un retroceso en la lucha por la justicia para las mujeres.
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