Los resultados de la Nueva Escuela Mexicana enfrentan el olvido: no hay evaluaciones, los maestros no reciben capacitación y los alumnos abandonan las escuelas. ¿A quién le importan los estudiantes en el Sistema Educativo?
Carlos tiene 14 años y estudia tercero de secundaria en una escuela técnica en Puebla. Él vivió el cambio de sistema educativo en 2022 y pertenece a la primera generación de estudiantes de la “Nueva Escuela Mexicana”.
Pero Carlos no se dio cuenta de que el sistema había cambiado. “Solo nos dieron los libros y ya”, las clases seguían siendo iguales.
En 2022, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que esto era culpa del “neoliberalismo implantado en la educación”. Y ese mismo año empezó la Nueva Escuela Mexicana (NEM), que buscaba crear “mexicanos incorruptibles con conciencia social” y sobre todo, con un “profundo amor por México”.
Aunque el nuevo sistema también pasó desapercibido para los compañeros de Carlos, algunas cosas sí cambiaron. Entre ellas, el nivel de deserción escolar.
En 2012, 5 de cada 100 estudiantes abandonaban la secundaria en México.
El número de estudiantes que desertaron de este nivel fue el mismo para 2017. Después bajó: en 2020, 3 de cada 100 alumnos abandonaron la secundaria.
Pero el número de estudiantes que abandonaron la secundaria incrementó inmediatamente después de implementarla. De 2022 a 2023, la deserción escolar subió 34.48 por ciento en secundaria. Y alumnos como Carlos ni siquiera percibieron el cambio.
¿Cuáles son los resultados de la Nueva Escuela Mexicana? El modelo puesto en marcha por el expresidente Andrés Manuel López Obrador no tuvo un diagnóstico previo y ahora carece de evaluaciones para indicar si va por buen camino.
Si algo fue claro desde la presentación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y sus libros de texto, es que buscaba profundizar el “amor por México” con cuatro pilares esenciales:
- Respeto y mejores condiciones laborales para los maestros.
- Mejoramiento de los libros de texto.
- Incremento en las becas para estudiantes.
- Mejoramiento de las instalaciones educativas.
Pero la educación mexicana enfrenta una crisis de abandono y olvido. Aunque el ciclo escolar 2023-2024 fue el primer año en el que se utilizaron plenamente los nuevos libros de texto del Sistema Educativo Nacional (SEN) y la metodología de proyectos, la realidad es que no existen datos que corroboren que la Nueva Escuela Mexicana garantice el acceso y la calidad en la educación del país.
En 2024, no existen evaluaciones internas para medir el desempeño de los estudiantes. Hace una década dejó de implementarse la prueba ENLACE, que medía el rendimiento académico de los alumnos en nivel básico, principalmente en las áreas de lectura y matemáticas.
Esta prueba fue reemplazada por PLANEA a partir de 2015, con intermitencias que dificultan dar seguimiento a la evolución del sistema educativo. En 2017, la prueba dejó de aplicarse para la educación media superior, en 2018 se canceló en nivel primaria y para 2019 se suspendió por completo.
La evaluación PLANEA fue retomada en el ciclo escolar 2022-2023 por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). Pero este fue el único año con una evaluación federal efectiva.
Serendipia dirigió la solicitud de información con folio 330031524000090 a Mejoredu para conocer los resultados estatales de la prueba PLANEA en el ciclo escolar 2023-2024, sin embargo, las muestras de los estados están incompletas y no hay una evaluación federal.
Como respuesta, Mejoredu apuntó que “resulta inaceptable utilizar los resultados que se envían para realizar rankeos u ordenamientos que no contribuyen en nada a la mejora de la educación”, aunque una evaluación incompleta tampoco contribuye con este objetivo.
Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado con el nuevo sistema educativo? ¿Y cuál fue el fundamento para determinar que los cuatro pilares de la NEM eran la solución? De acuerdo con Marco Fernández, Coordinador del Programa de Anticorrupción y Educación de la Organización México Evalúa, el gobierno de México no hizo “uso de la evidencia” al implementar la Nueva Escuela Mexicana.
Y ante la suma de deficiencias en el sistema de evaluación, los cambios se manifiestan en la Estadística Histórica de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Entre sus indicadores, destaca la cobertura.
La tasa de cobertura escolar es un indicador que mide el acceso de los niños y jóvenes a la educación. Es una muestra de la población que debería estar en el nivel educativo que corresponde a su edad.
- Un porcentaje cercano a 100 indica que las escuelas satisfacen la demanda educativa.
- Los porcentajes inferiores y superiores advierten dos aspectos preocupantes: rezago y deficiencias en el acceso a la educación.
Cobertura de primaria
Fuente: Estadística educativa
Cobertura de secundaria
Fuente: Estadística educativa
De acuerdo con la SEP, el ciclo escolar 2023-2024 registró la cobertura más baja que se ha tenido desde 2012 en educación básica.
“El problema de hacer las cosas por ocurrencia o bajo una lógica política, y no de política educativa, es que se pueden echar el rollo ideológico que quieran, pero ahí están, lamentablemente, los malos resultados educativos”, dijo en entrevista con Serendipia.
¿Y quiénes son los verdaderos afectados? Porque no es el diputado que vota a favor de un paquete de reformas ni el político que reniega de las necesidades de un sistema de evaluación integral: es Carlos, un estudiante de secundaria que se acostumbró a “aguantarse las ganas” de ir al baño en horario de clases, porque los sanitarios siempre están sucios.
Los resultados de la Nueva Escuela Mexicana no han beneficiado a los estudiantes
El salón de clases de Carlos alberga 50 estudiantes. La secundaria Técnica a la que asiste tiene una matrícula de aproximadamente mil alumnos, y cada grado tiene grupos que van desde la A hasta la F.
Carlos se considera un alumno inteligente y sabe que va a extrañar a sus compañeros cuando pase a la preparatoria. Él tiene certeza de que quiere seguir estudiando, pero no sabe si sus amigos también. A pesar de su edad y energía, ir a la Secundaria Técnica ha representado esfuerzo mayor para su cuerpo.
Durante los primeros dos años de secundaria, tuvo que pasar los recreos bajo el rayo del sol con sus compañeros, porque la escuela seguía siendo de terracería y no tenían un lugar de sombra que los protegiera. Además, los profesores no les permitían entrar a los salones aunque sintieran calor. Hasta principios de su tercer año de secundaria, pusieron un domo, que “ya cubre mucho el sol y sí sirve porque refresca”, dice Carlos, aliviado.
Pero todavía con el nuevo patio, estar en la secundaria sigue siendo un reto para él y sus compañeros. Desde el primer grado, se acostumbró a no ir al baño porque siempre está sucio.
“Yo ya me acostumbré a que si estoy en la escuela no me dan ganas de hacer del baño hasta que llego a mi casa”. Pero es consciente de que no todos pueden contenerse como él, y ha visto que sus compañeras “llevan su rollito, sus toallitas, todo lo que necesiten”. Al mencionar el jabón, Carlos se ríe: “ya ni hablar, porque se lo roban”.
Como Carlos, una generación de estudiantes enfrentó el cambio de nivel educativo durante un momento de crisis excepcional. Los ciclos escolares de 2019 a 2022 padecieron el cierre temporal de las escuelas para evitar los contagios por la pandemia de la COVID-19.
Las consecuencias de la pandemia no fueron menores. De acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un total de 2.3 millones de alumnos que cursaban un nivel desde educación básica hasta superior no se inscribieron en el ciclo escolar 2020-2021, es decir, no estudiaron y se rezagaron durante ese año.
Pero un porcentaje mínimo lo hizo por haberse enfermado o tener un familiar con COVID-19.
- El 26.6 por ciento de ellos lo hizo porque consideró que las clases a distancia eran poco funcionales para el aprendizaje.
- El 25.3 por ciento porque alguno de sus padres se quedó sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban.
- El 21.9 por ciento carecía de computadora u otro dispositivo con conexión a Internet para tomar clases en línea.
Y la estadística histórica de la SEP también es una evidencia de las consecuencias de la pandemia para los estudiantes.
En el ciclo escolar 2020-2021, se registró la menor tasa de abandono en educación básica que se había visto en los registros de la SEP: 2.7 de cada 100 alumnos abandonaron la secundaria.
Abandono escolar en primaria y secundaria
Fuente: Estadística educativa
A partir de ese año, ocurrieron tres cosas: los alumnos regresaron a clases presenciales, empezó a implementarse la nueva reforma educativa con el sistema 2022 y el abandono empezó a subir nuevamente.
- Para el ciclo escolar 2022-2023, 3.9 de cada 100 estudiantes abandonaron la secundaria.
- Y en 2024, fueron 3.2 estudiantes. El porcentaje de deserción sigue siendo más crítico del que fue durante la pandemia.
Entonces, ¿implementar el cambio inmediatamente después de enfrentar una crisis histórica como la pandemia por COVID-19 fue una decisión acertada? Para Marco Fernández, fue todo lo contrario. Los resultados de la Nueva Escuela Mexicana muestran que “durante la pandemia no hubo ningún apoyo para facilitar el contacto entre los estudiantes y sus profesores”.
“Lamentablemente, esta fue una de las peores decisiones que pudo tomar la administración del ex presidente López Obrador. Con franqueza, retrata lo poco que le importaba la educación, porque todo el mundo tuvo afectaciones por la pandemia, algunas más fuertes que otras. Pero México estuvo entre los países más afectados, ya que fue de los últimos en decidir reabrir las escuelas”, explicó el especialista.
Los resultados de la Nueva Escuela Mexicana no son claros para el gobierno y tampoco para los maestros y alumnos. Sin embargo, la capacidad de los estudiantes para estudiar el nivel que les corresponde no ha mejorado. La estadística de la SEP cuenta con un rubro que mide la capacidad de los estudiantes para terminar un nivel educativo en el tiempo ideal.
Se trata de la eficiencia, y en el caso de secundaria, en 2024 no se ha logrado recuperar la proporción máxima que se alcanzó en 2021.
Eficiencia terminal de primaria y secundaria
Fuente: Estadística educativa
¿Pero la pandemia sigue siendo la responsable del rezago dos ciclos escolares después? Las escuelas abrieron con menor cobertura en proporciones históricas y un nivel de abandono superior al que se registró mientras los alumnos estudiaban en línea o por un canal de televisión, que según Fernández, tenía contenido “mal hecho”, con conocimientos incompletos y poco atractivos para millones de estudiantes que carecían del contacto más básico con sus profesores.
Y este es uno de los aspectos esenciales para analizar los resultados de la Nueva Escuela Mexicana. Aunque el desarrollo de los alumnos es el objetivo principal, existe un eslabón fundamental sin el que todo el sistema carece de oportunidades: los maestros.
El 32 por ciento de los docentes no tuvieron capacitación para la Nueva Escuela Mexicana
Al preguntarle a Carlos si sabe algo del sistema de reprobación, él responde que sí. Desde que está en la secundaria no ha reprobado, pero piensa que sus compañeros lo han hecho, aunque no ha visto consecuencias. Su madre, Laura, sabe que ya no es posible reprobar a los estudiantes porque ella misma es maestra de preescolar, pero nunca lo ha hablado con Carlos.
La Nueva Escuela Mexicana es conocida por las compañeras de Laura como el “sistema 2022”. Ese año en las juntas de Consejo Técnico, les explicaron que los niños “ya no pueden reprobar, se les da la calificación mínima”.
Laura dice que para los maestros podría ser fácil solo pasar a los alumnos “a sabiendas de que tu aprendizaje no da ni siquiera para un seis”, pero se cuestiona: “¿cómo combates entonces realmente el rezago educativo que hay en el sistema mexicano?”.
El sistema educativo de 2017 contemplaba seis campos formativos. Al hacer el cambio a la NEM, se pretendió vincularlos en cuatro campos para que no fueran exclusivos de una materia, sino que entre ellos exista una conexión que abarque el desarrollo “integral” de los alumnos.
Es por este motivo que también cambiaron los libros de texto y se formalizó la metodología por proyectos. Pero Carlos asegura que su conocimiento viene principalmente de los maestros, “los libros casi ni los usamos”.
A pesar del protagonismo de los docentes en el sistema educativo, la realidad es que continúan siendo tratados como personajes secundarios, incluso prescindibles. De acuerdo con Fernández, durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador se alcanzó un recorte de hasta el 83 por ciento en el presupuesto destinado a la capacitación docente.
“Los recursos para la capacitación de este año que está por terminar (2024) fueron solo 195 pesos por maestra o maestro. Así, va a ser imposible mejorar la experiencia del aprendizaje en el aula”, dice Fernández
La percepción de los docentes también está en los datos. De acuerdo con una encuesta realizada por la asociación “Educación Con Rumbo” en 2024, el 32 por ciento de los docentes encuestados declaró que no tuvo ningún tipo de capacitación por parte de las autoridades educativas para gestionar el cambio de sistema.
Y del porcentaje de docentes que sí recibieron algún tipo de capacitación:
- 56 por ciento la calificó como “regular”.
- Solo el 11 por ciento la consideró “excelente”.
¿A quién le importan los estudiantes en la Nueva Escuela Mexicana?
Entonces, ¿cuál es la verdadera consecuencia de que los alumnos no cuenten con una evaluación certera para identificar las fortalezas y deficiencias en su formación? Sin presupuesto para la formación de los profesores y un acompañamiento atropellado para los propios estudiantes, los resultados de la Nueva Escuela Mexicana son opacos.
Y la educación básica es solo el principio de una cadena de obstáculos. A diferencia de lo que aseguró el expresidente López Obrador al decir que “entre más nivel académico hay más ignorancia” en julio de 2024, el desarrollo humano, económico y social de los estudiantes rezagados está en peligro.
Carlos está por pasar a preparatoria y Laura se siente preocupada, “como maestra, puedo decir: te voy a pasar con seis. Y cuando pasas de secundaria a prepa, hay mucha deserción porque los estudiantes no llegan con los conocimientos básicos para lograr un buen desempeño. ¿Y por qué? Porque en secundaria era fácil y solo te pasaban. Pero realmente tienes que esforzarte mucho para poder terminar la preparatoria”, expresa.
Fernández también es claro respecto al análisis de la NEM, explicando que no puede limitarse a la Educación Básica.
“La Nueva Escuela Mexicana no se está implementando solamente en primaria y secundaria, también existe y con muchos problemas en la educación media superior, por eso necesitamos evaluaciones en los diferentes niveles educativos”, explicó para Serendipia. Y a partir de las evaluaciones, sería posible “hacer estrategias pedagógicas diferenciadas, de forma tal que se recuperen los aprendizajes y se avance en la preparación y transformación de la vida de las personas”.
Para el especialista, políticas educativas como la Nueva Escuela Mexicana han sido implementadas de manera improvisada, sin una planificación adecuada y sin tomar en cuenta las necesidades reales de los maestros y estudiantes. Esta falta de claridad en las políticas contribuye a la incertidumbre y el desajuste en las prácticas pedagógicas, ya que los maestros deben lidiar con cambios constantes sin el acompañamiento que necesitan.
Además, la ausencia de evaluaciones sistemáticas y rigurosas en todos los niveles educativos, tanto en educación básica como en media superior, impide a los maestros identificar si los estudiantes están aprendiendo o no. Y la falta de datos concretos sobre los avances en el aprendizaje dificulta la toma de decisiones para mejorar la enseñanza y atender las áreas de mayor rezago.
Esto incluye desde la falta de una infraestructura adecuada para la educación presencial y a distancia, hasta la incertidumbre de un nuevo sistema que ha actuado a ciegas sin una evaluación interna. Después de todo, ¿a quién le importan los estudiantes en los resultados de la Nueva Escuela Mexicana?
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“¿a quién le importan los estudiantes en los resultados de la Nueva Escuela Mexicana?” A los políticos mexicanos, TODOS, la respuesta es NO. Para ellos lo MÁS importante es el PODER y las reyertas. Todo lo demás: educación, salud, cultura, ciencia, seguridad son… asuntos inútiles porque no se reflejan en sus bolsillos (sólo en el caso de las COMPRAS en esos sectores es cuando les INTERE$$$A).
Y al NEFASTO macuspano POR SUPUESTO que lo que menos le interesa es la educación. Lo dijo muchas veces: es una aspiración fifí. Lo que le enseñó el PRI de sus años mozos es que las escuelas deben ser centros de adoctrinamiento del sistema. De ahí que con ÉL se creara un modelo que GARANTICE eso: “mexicanos incorruptibles con conciencia social” y sobre todo, con un “profundo amor por México” dijo el PRIejetransa. Traducción: mexicanos que sigan las enseñanzas de la NarcoT (“CERO CORRUPCIÓN” asegún la Transtornancia, o sea, libres de corromperse… si lo hacen siguiendo los lineamientos del Gran Jefe Peje Sentado, DISPUESTOS A SER PEONES DEL SISTEMA y, por sobre todo, que amen a su PejeLíder, porque ÉL ES MÉXICO).
Por eso es que lo que menos le interesa al PROMORoso PRIartidazo y sus secuaces el que NO HAYA NI SIQUIERA UN ESBOZO DE ESQUEMA DE EVALUACIÓN. ¿Para qué diablos necesitan evaluar SU Sistema si ha sido PROPUESTO y BENDECIDO por el Santo PRIejePadre? Es, entonces, por definición, un Sistema… ¡PERFECTO!, como todo lo que ordena el Santo Señor de Macuspania.
Sigue sin saberse si es que México participará en la siguiente evaluación PISA (2025), pero lo que es seguro desde ya, es que de hacerlo veremos OTRO descenso en el lugar que ocupará en el contexto mundial. Y desde el PRIartidazo, y a nombre del SuPRIemo Pejefe, su Pejercholata Titerita, esa doitora disque científica, despotricará en contra de la prueba PISA porque es incapaz de llegar al elevadísimo nivel que se requiere para poder evaluar el Sistema Líder a Nivel Universal, el desarrollado para la NEM.
Un Sistema Educativo en el cual SE APRUEBA a TODOS los alumnos de TODOS los niveles, sólo para FINGIR que es un Sistema de Élite, con una ALTÍSIMA EFICIENCIA (nivel de aprobación cercano al 100%) y un ALTO NIVEL NIVEL EDUCATIVO, es… un sistema FRACASADO. Y eso se evidencia cuando se participa en ejercicios de evaluación INDEPENDIENTES del Sistema. Es verdaderamente lastimoso ver que cuando nuestros chicos se trasladan a otros países, si es que sólo asistieron a escuelas de gobieno, deben hacer ejercicios extremos de NIVELACIÓN con los de sistemas MÁS AVANZADOS y EFICIENTES que el nuestro. Nuestros chicos no tienen la culpa… pero sí son los que “pagan el pato”. Por ejemplo, actualmente la industria automotriz en este país contrata a los ingenieros mexicanos como si fueran técnicos especializados, es decir, como si fueran egresados de escuelas de nivel técnico intermedio en primer mundo (algo así como los Conalep acá en México, pero de primer mundo). Ese es, lamentablemente, su verdadero nivel.
La escuela mexicana es un FRACASO desde hace décadas, pero la llegada de la NarcoTranstornancia y su afán de adoctrinar SÍ o SÍ a los alumnos en su servilismo ciego al Sistema, sólo aceleró el proceso. Ahora va EN CAÍDA LIBRE.
Por cierto, me llama la atención que la COBERTURA sea SUPERIOR al 100%. ¿Significa eso que las escuelas están SOBRADAS de capacidad? Si es así, entonces… ¿por qué cada vez hay más escuelas particulares y se llenan de alumnos? Algo no cuadra en esas gráficas.