El centro de ciberseguridad de Sheinbaum promete tecnología de primer nivel: autos eléctricos, satélites e Inteligencia Artificial. Estos son sus retos. 

El centro de ciberseguridad de Sheinbaum contempla un ramo por el que ningún mandatario mexicano se había preocupado. Tras un sexenio sin agenda de tecnología y protección digital, las propuestas de la nueva presidenta podrían ser un punto de oportunidad para la innovación del país. Pero los retos son complejos y el panorama actual requiere que sean abordados desde aspectos urgentes: claridad presupuestaria, calidad educativa y transparencia digital. 

El plan de nación de la presidenta, en materia de innovación tecnológica, plantea desde la digitalización de sistemas hasta la creación de un centro tecnológico de Inteligencia Artificial. 

Y este no es un compromiso menor. La presidenta busca posicionar la tecnología entre los eslabones más fuertes de la economía y la innovación nacional. ¿Cómo lo hará? De acuerdo con su plan de nación, todo esto estará al alcance de las manos mexicanas al terminar su sexenio: 

• Crear un Centro de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial.
• Desarrollar plataformas de gobierno con metodología de Análisis de Impacto Regulatorio (AIR), que deberán centrarse en generar normas claras y simplificadas para la población. 
• Producir el auto “Olinia”, que significa “moverse” en náhuatl: un pequeño vehículo de acceso popular cien por ciento eléctrico y ensamblado totalmente por “mexicanos en México”.  
• Crear un Programa Espacial Mexicano y poner en órbita un satélite nacional. 

El gobierno de México busca dar un giro tecnológico para aprovechar la “creatividad, empeño y capacidad” de las mexicanas y mexicanos, según dijo Claudia Sheinbaum el 1 de octubre en su toma de protesta. 

Pero la creatividad no es suficiente. De acuerdo con el informe más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2022, México invierte aproximadamente el 0.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación y desarrollo, una cifra significativamente menor que el promedio de 2.5 estipulado por la OCDE. 

Entonces, ¿qué implica la creación del centro de ciberseguridad de Sheinbaum? Para los expertos consultados por Serendipia, el compromiso tecnológico de la presidenta todavía no cuenta con fundamentos suficientes para ser congruente con la realidad del país. Pero con leyes, organismos y una agenda de derechos y obligaciones digitales, podría convertirse en una oportunidad urgente para México. 

Los retos del centro de Inteligencia Artificial de Sheinbaum

“Salimos de un sexenio en donde no hubo una agenda de tecnología; no hubo una agenda que contemplara de manera palpable y concreta proyectos de modernización del espacio gubernamental y público, y tampoco había una agenda de apertura y derechos digitales. Entonces, el hecho de que la actual presidenta tenga estos planes concretos en su agenda de trabajo es algo positivo”, dijo Juan Manuel Casanueva, director de la organización SocialTIC en entrevista con Serendipia. 

¿Y qué implica involucrar la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad en las tareas del gobierno? Ulises Moya, director de Inteligencia Artificial del Gobierno de Jalisco, utiliza la tecnología para resolver tareas “canónicas” de la administración pública. 

Entre ellas, clasifican datos, los agrupan e incluso facilitan tareas tan sencillas como escanear un documento. El objetivo de la IA es “realizar tareas repetitivas que sean fáciles para la inteligencia artificial y que disminuyan la carga de trabajo de las personas”, explica Moya para Serendipia. 

Esto coincide con los objetivos de innovación de Sheinbaum, que buscan digitalizar los procesos administrativos para hacerlos más sencillos y accesibles. Sin embargo, dentro de la facilidad también existen tareas complejas. Según Moya, no es recomendable que las plataformas de gobierno se dejen totalmente automatizadas; debe existir un acompañamiento humano y no olvidar que la tecnología es vulnerable. 

Así sea para escanear un documento, debe existir transparencia en el uso de datos de la población. Para garantizarla, existen protocolos de privacidad de datos personales, que incluyen los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición de los mismos, conocidos como derechos ARCO.  

Entonces, ¿existe un riesgo en el uso de la Inteligencia Artificial por parte del gobierno? Para Moya, sí, especialmente por el manejo de datos personales. 

“Si hay acceso a bases de datos, siempre hay vulnerabilidades; esto es una condición normal en los sistemas computacionales. A veces no dimensionamos los límites que pueden tener y lo frágiles que son”, explicó para Serendipia. 

¿Y cuál es la estrategia para mitigar los riesgos de la digitalización y la vulnerabilidad de los datos personales? De acuerdo con el compromiso de la presidenta, este es el objetivo de la ciberseguridad. 

La ciberseguridad: el mayor reto para la innovación tecnológica de México

“No se trata solamente de un centro desde el ámbito público; lo que sí puede ser muy relevante de esta iniciativa, es que uno de los roles que tendría es la supervisión de los estándares mínimos de ciberseguridad dentro de la administración pública federal”, dice Casanueva.  

Para el director de SocialTIC, esta es una señal “muy positiva” porque en sexenios anteriores, no se tenía establecido quién iba a garantizar la protección de los datos en las plataformas de cada una de las dependencias federales. 

“Si bien hay una ley de protección personal que establece rubros mínimos en ciberseguridad a nivel federal, faltaba claridad sobre quién era el responsable de homologar y garantizar que hubiera estándares de ciberseguridad dentro de las instituciones públicas federales”, y tener seguridad sobre la existencia de este órgano gubernamental, podría garantizar que los datos de la ciudadanía y del propio gobierno estén menos expuestos a vulnerabilidades.

¿Cómo innovar la tecnología con carencias educativas y leyes imprecisas?

Aunque se plantea la creación del Centro de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial, el plan de nación no ha contemplado la rama legislativa ni presupuestaria. De hecho, no se han dado a conocer los detalles metodológicos de esa iniciativa. 

Hasta el momento, la promesa de innovación tecnológica de Claudia Sheinbaum tiene más desafíos que puntos de oportunidad. Entre ellos, el nuevo organismo buscará transformar a más especialistas en ciberseguridad, algo que compete estrictamente a las universidades y al sistema educativo, explica Casanueva. 

Pero si la innovación tecnológica y la educación se necesitan mutuamente, los retos son todavía mayores. En 2024, el gasto en educación representa 11.2 puntos porcentuales del gasto neto total. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), este presupuesto es insuficiente para mitigar desafíos como el rezago educativo y la deserción escolar: 

• En México, solo uno de cada tres jóvenes que inició la primaria logra ingresar a la universidad.

Sin embargo, la rama educativa no es la única involucrada en la creación del centro de Ciberseguridad de Sheinbaum. De acuerdo con los especialistas consultados por Serendipia, estos son los principales desafíos que enfrentará el gobierno de la presidenta para garantizar que su proyecto de innovación tecnológica funcione: 

• El centro de Ciberseguridad e Inteligencia Artificial debe establecer una regulación en materia de ciberseguridad que sea comprensible y que contemple la supervisión interna de sus funcionarios y programas, no solo la regulación hacia los entes privados y la ciudadanía. 
• En materia de inteligencia artificial, existen múltiples desafíos éticos de transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad, así como las potenciales sanciones que las diferentes aplicaciones de la inteligencia artificial podrían acarrear. 
• Las aplicaciones gubernamentales de inteligencia artificial deberían estar reguladas con los derechos ARCO, exigiendo pruebas y mayor transparencia sobre cómo funcionan. Sobre todo, responsabilidad y consecuencias en caso de que existan abusos en el uso de datos.
• Los criterios y la metodología deben ser claros y establecidos; de lo contrario, “se estaría hablando de inteligencia artificial en un nivel muy ambiguo, sin parámetros claros, tanto éticos como regulatorios, que definan dónde deben estar los límites, la supervisión y las consecuencias”, describió Juan Casanueva. 

Entre las oportunidades y una creciente preocupación por el uso irresponsable y la vulneración de los datos personales de las y los mexicanos, la innovación tecnológica en México es un horizonte ambiguo porque Sheinbaum no ha dado a conocer cómo cumplirá esta promesa. 

“No puede ser que las policías estén por su lado, los militares por otro y las diferentes agencias no coordinen esfuerzos. Esta agencia (el Centro de Ciberseguridad de Sheinbaum) debería proporcionar una visión de Estado no solo sobre los datos públicos, sino también sobre la ciberseguridad, en la lógica de la protección de datos personales y en el aprovechamiento de los datos públicos”, concluyó Juan Casanueva para Serendipia.