Antonio fue atropellado en Puebla por un estudiante de 24 años, era taquero y solo estaba trabajando. La defensa del estudiante ofrece dinero a su familia para cerrar el caso. 

Antonio fue atropellado en Puebla por un estudiante de la Universidad Anáhuac durante la madrugada del sábado 8 de marzo. Antonio Romero Abasolo era un taquero de 27 años, originario del municipio de Coyomeapan, en la misma entidad. El joven se mudó a la ciudad de Puebla con la intención de emprender su negocio como taquero, pero fue asesinado por un automóvil conducido por un joven de 24 años en estado de ebriedad. 

Lo que comenzó como una noche más de trabajo en su puesto de tacos, ubicado en la colonia Reforma Sur de la Recta a Cholula, terminó en una tragedia que ha dejado a su familia y comunidad sumidas en el dolor y la indignación. De acuerdo con los primeros informes policiales, el conductor del Mini Cooper azul con el que Antonio fue atropellado en Puebla fue identificado como Diego de 24 años, originario de Oaxaca. 

Diego, quien ha sido identificado por medios locales como estudiante de la Universidad Anáhuac, manejaba a exceso de velocidad y perdió el control del Mini Cooper, impactando el puesto de tacos de Antonio. Los vecinos interceptaron a Diego y su acompañante para que no huyeran, pero el joven taquero quedó atrapado entre los escombros de su puesto y la pared, con heridas mortales. 

En un video difundido en redes sociales, Diego y su amigo están frente al Mini Cooper destrozado. Diego se muestra tranquilo y desorientado, preguntando “¿qué pasó?”, mientras su acompañante le grita “yo venía aquí porque soy compa tuyo”, señalando el auto y el puesto de tacos hechos pedazos. 

¿Qué pena enfrenta el estudiante que mató a Antonio?

De acuerdo con el Código Penal de Puebla, el homicidio culposo se castiga con prisión de dos a nueve años de prisión más un lapso de tres días a dos años de prisión y multa de cincuenta a cien Unidades de Medida y Actualización (UMAS), cuando se cometa el delito al conducir un vehículo en estado de ebriedad o bajo el influjo de estupefacientes, indican los artículos 85 y 85 Bis. 

Y según los datos de accidentes de tránsito del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo entre 2019 y 2023 se han registrado: 

• Mil 193 muertes causadas por accidentes de tránsito en Puebla. 
• Ocho mil 964 personas lesionadas por este tipo de accidentes en todo el estado, entre peatones, ciclistas, conductores y pasajeros. 

Antonio había dejado atrás su hogar en Xomapa, una localidad mayoritariamente indígena de Coyomeapan, para perseguir un sueño: trabajar y prosperar en la ciudad de Puebla. Durante más de una década, se esforzó por salir adelante lejos de su familia, con la esperanza de construir un mejor futuro con su emprendimiento de tacos, relató su familia para El Sol de Puebla. 

Pero los sueños se truncaron cuando Antonio fue atropellado en Puebla, mientras estaba trabajando. El vehículo de Diego “N”, quien circulaba a exceso de velocidad, arrolló el puesto de tacos y prensó a Antonio contra el zaguán de la propiedad que estaba detrás de él. 

Testigos del accidente relataron para medios locales que Antonio quedó atrapado entre los escombros, mientras el conductor y su acompañante, un joven de nombre y edad desconocida, intentaban huir. Sin embargo, los vecinos los detuvieron hasta que llegaron las autoridades.

Diego “N”, presunto estudiante de la Universidad Anáhuac, fue arrestado en el lugar. Según informes policiales recuperados por los medios que presenciaron el evento, el conductor se encontraba en estado de ebriedad y en posesión de sustancias ilícitas. Fue remitido al Ministerio Público, donde se llevó a cabo una audiencia para determinar su responsabilidad en el hecho. Mientras tanto, Antonio fue trasladado de urgencia a un hospital en Puebla, donde falleció horas después a causa del impacto. 

Hasta el momento, la Fiscalía Estatal y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) no se han pronunciado de forma pública sobre el homicidio de Antonio. Pero la familia del joven taquero decidió no guardar silencio y ha advertido que están dispuestos a cerrar calles y carreteras para obtener justicia. 

La familia de Antonio pide ayuda: son de origen indígena y temen que los silencien

En Coyomeapan, municipio ubicado en la Sierra Negra de Puebla, la noticia de la muerte de “Toño” causó dolor e indignación. Los habitantes de esta comunidad son, en su mayoría, hablantes de lenguas indígenas. De acuerdo con las cifras del Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica del Estado de Puebla (CEIGEP), las personas indígenas de Coyomeapan abarcan el 87.5 por ciento del total de la población.

¿Por qué es importante? En entrevista con El Sol de Puebla, los familiares de Toño expresaron que la defensa legal del joven que lo atropelló les ofreció dinero para detener el proceso legal y “llegar a un acuerdo”. 

Pero la familia de Antonio solo quiere justicia, y  teme que el caso no reciba la atención que merece por sus raíces y porque desconocen el proceso legal para que su asesino enfrente la justicia. 

La comunidad ha advertido que, de ser necesario, se movilizará hasta la ciudad de Puebla para exigir que se resuelva el caso de Antonio. Asimismo, solicitaron el apoyo y la asesoría legal de las autoridades para no quedar desamparados en este caso, según contaron a El Sol de Puebla. 

En México, el artículo 20 de la Constitución te protege: todas y cada una de las personas que enfrentan un proceso legal tienen derecho a un abogado. Si no tienes recursos para pagarlo, puedes solicitar que una persona “abogada de oficio” lleve tu caso, y esta debe ser asignada por el juez del caso. 

Las autoridades se mantienen en silencio: Antonio fue atropellado en Puebla y no puede ser una cifra más

Antonio fue atropellado en Puebla, y mientras Diego “N” tiene acceso a una defensa legal privilegiada, la familia de Toño enfrenta un sistema que históricamente ha fallado a las comunidades más vulnerables.

Hasta el momento, las autoridades han asegurado a medios de comunicación que se están siguiendo los protocolos correspondientes y que los cargos contra el conductor están en proceso. Pero la familia de Toño y la comunidad de Coyomeapan mantienen una postura firme: no descansarán hasta que se haga justicia.