Arrancones en Puebla: el accidente que dejó a Paulina entre la vida y la muerte

Arrancones en Puebla reavivaron la alarma pública después del accidente en la Vía Atlixcáyotl que dejó a dos jóvenes muertos y a Paulina Torres, estudiante de la Ibero, debatiéndose entre la vida y la muerte.

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Arrancones en Puebla reavivaron la alarma pública después del accidente en la Vía Atlixcáyotl que dejó a dos jóvenes muertos y a Paulina Torres, estudiante de la Ibero, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Arrancones en Puebla. El término aparece una y otra vez en redes sociales cada vez que ocurre un choque grave en la Vía Atlixcáyotl, una de las arterias más transitadas y peligrosas de la zona metropolitana. El accidente del sábado 22 de noviembre, en el que murieron dos jóvenes y una más permanece en terapia intensiva, volvió a encender la alerta sobre un fenómeno que vecinos, automovilistas y autoridades llevan años señalando: la normalización de la velocidad extrema como forma de ocio nocturno.

Paulina Torres, estudiante de Ingeniería en la Ibero Puebla, es la única sobreviviente del choque ocurrido a la altura del fraccionamiento Bosques de Angelópolis. La joven de 21 años fue intubada y se encuentra en estado crítico tras presentar traumatismo craneoencefálico severo y múltiples lesiones. Sus amigos y familiares iniciaron una campaña en GoFoundMe para cubrir gastos médicos que ya superan el millón de pesos.

Pero más allá del impacto emocional de este caso, el accidente expone un problema de fondo: por qué una vialidad diseñada para conectar dos puntos estratégicos se ha convertido en un corredor donde el exceso de velocidad, las modificaciones vehiculares y las carreras clandestinas llevan años cobrando vidas.

Arrancones en Puebla: los peligros de la Vía Atlixcáyotl

De acuerdo con los primeros reportes, el conductor del Subaru azul (identificado como Rubén Alonso, de 21 años) perdió el control del vehículo, chocó contra el guardavías y terminó derribando un poste de concreto. Rubén murió prensado dentro del automóvil. César Emilio, de 25 años, falleció minutos después en el hospital. Paulina fue la única que sobrevivió al impacto.

Al lugar llegaron cuerpos de emergencias, elementos de Proximidad y Caminos, quienes acordonaron la zona. Las imágenes del vehículo destrozado se propagaron rápidamente, acompañadas de la pregunta que se repite cada vez que se viraliza un accidente grave: ¿cuántas vidas más hasta que la Atlixcáyotl deje de ser vista como una pista?

Una avenida que arrastra un historial rojo

La Vía Atlixcáyotl es una de las vialidades con mayor índice de accidentes en la zona metropolitana. Su diseño recto y tramos amplios generan la percepción de ser un lugar “seguro” para manejar rápido… o para algo peor: competir.

Entre las quejas recurrentes en la zona se encuentran:

  • Exceso de velocidad constante, especialmente durante noches y madrugadas.
  • Autos modificados que circulan con motores potenciados.
  • Reuniones informales de jóvenes que realizan carreritas o compiten para grabar videos.
  • Insuficiencia de operativos permanentes para inhibir estas conductas.

Aunque no se ha confirmado que el accidente del 22 de noviembre estuviera relacionado con arrancones, el contexto en el que ocurrió —madrugada, velocidad alta y una vialidad con historial crítico— llevó a que muchos usuarios compartieran publicaciones vinculándolo con este fenómeno.

Ahí es donde aparece de nuevo la frase clave que preocupa a autoridades y ciudadanos: arrancones en Puebla.

La historia detrás de Paulina: una vida en pausa por un sistema que normaliza el riesgo

Mientras se discute sobre movilidad y seguridad vial, una familia en Puebla vive su propio drama. Paulina, quien cursa Ingeniería en la Universidad Iberoamericana Puebla, luchaba por avanzar en sus estudios antes del accidente. Ahora lucha por sobrevivir.

Sus seres queridos iniciaron una colecta para cubrir:

  • Terapia intensiva.
  • Materiales y procedimientos especializados.
  • Intervenciones derivadas del traumatismo severo.
  • Gastos hospitalarios que ya sobrepasaron el millón de pesos.

La campaña en GoFoundMe se ha convertido en la única vía para enfrentar los costos que dejó el choque. Hasta el momento, decenas de personas han aportado, pero el monto sigue siendo insuficiente.

Un problema que rebasa a Puebla: casi cinco mil muertes viales en México en un año

El caso de Paulina ocurre en un país donde la violencia vial avanza más rápido que las medidas para contenerla. En 2023, cuatro mil 803 personas murieron en accidentes de tránsito en México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Además, otras 90 mil 500 resultaron lesionadas, una radiografía que revela la magnitud de la crisis.

Los datos muestran que la mayoría de los siniestros tienen un origen claro: la conducción imprudente. Solo en 2023 se registraron 232 mil 509 colisiones con vehículos, y los responsables fueron principalmente:

  • 171 mil 686 conductores hombres
  • 45 mil 244 conductoras mujeres
  • 15 mil 579 personas que se dieron a la fuga

Las motocicletas ocuparon el segundo lugar en frecuencia, con 57 mil 421 accidentes, mientras que las colisiones contra objetos fijos (postes, muros, señalizaciones) se posicionaron en tercer sitio. En una escala más baja se encuentran:

  • Colisiones con ciclistas: 1 por ciento de los casos
  • Caídas de pasajeros del transporte público
  • Colisiones con animales
  • Colisiones con ferrocarriles: 264 incidentes en 2023

La capital del país también enfrenta cifras preocupantes: 298 personas murieron en la Ciudad de México durante 2023 y 2 mil 431 resultaron heridas.

Puebla: un repunte que rompe récords

En Puebla capital, la situación es especialmente grave. Solo entre enero y septiembre de 2025, 118 personas murieron en accidentes viales, impulsados por la combinación de imprudencia y exceso de velocidad. Esta cifra no solo representa un incremento del 14.5 por ciento respecto al mismo periodo de 2024, sino que es 66 por ciento mayor que en 2019, antes de la pandemia.

Accidentes de alto impacto han marcado este año. Uno de los más graves ocurrió el 1 de agosto, en el segundo piso de la autopista México–Puebla, donde una explosión provocada por un tractocamión de doble semirremolque dejó dos policías estatales y un trailero muertos. El contenedor cayó desde lo alto hacia un carril inferior, aplastando una camioneta pickup a la altura de San Jerónimo Caleras.

La suma de estos hechos refleja una tendencia clara: Puebla se encamina a cerrar 2025 como el año más mortal por hechos viales en al menos seis años, un contexto que vuelve aún más urgente entender por qué avenidas como la Vía Atlixcáyotl se han convertido en escenarios recurrentes de tragedias.

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