La marcha por desabasto reunió a pacientes, familiares y ciudadanos en demanda urgente de medicamentos. La presidenta asegura que estuvo politizada.

La marcha por desabasto de medicamentos convocada el fin de semana pasado la Ciudad de México y otras 12 entidades del país no solo fue un reclamo urgente por la falta de medicinas, sino también un episodio más de la confrontación política entre la sociedad civil y el gobierno federal. La manifestación, organizada principalmente por la asociación Nariz Roja y otros colectivos que apoyan a pacientes con cáncer, fue minimizada y desacreditada el 11 de agosto por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien atribuyó su liderazgo a la diputada panista Margarita Zavala, en un intento por desviar la atención del problema de fondo.

Alejandro Barbosa Padilla, vocero y fundador de Nariz Roja, respondió en una transmisión en vivo: “Presidenta, ¡ya no mienta! No encuentre pretextos para opacar una queja ciudadana ante un problema que ustedes mismos han provocado”. Barbosa denunció que la diputada Zavala solo asistió a la marcha, pero no la organizó ni la encabezó, y criticó duramente que la mandataria federal calificara la protesta de “movilización política”, cuando en realidad se trató de un reclamo humano y desesperado de quienes enfrentan la falta de medicamentos en hospitales públicos.

La realidad tras la marcha por desabasto

La movilización partió del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino, con cientos de personas vestidas de blanco, muchas con peluches que simbolizan a los niños que requieren tratamiento oncológico y no pueden acceder a las medicinas necesarias. Con pancartas que exigían “¡Gobierno federal: no hay quimios, nos están matando!”, pacientes, familiares y ciudadanos demandaron soluciones inmediatas.

Barbosa Padilla expresó la frustración de la comunidad: “La gente se está muriendo, presidenta. Se lo dijo la gente en las calles”. Reprochó que, a diferencia de lo que prometió la mandataria, esta no salió a dialogar ni a escuchar a los manifestantes. “Nosotros somos los ciudadanos a los que usted sirve, y ni siquiera hizo el esfuerzo de acercarse”, lamentó.

Herencia maldita y promesas incumplidas

Barbosa admitió que la crisis del desabasto es una “herencia maldita” que viene desde el sexenio anterior y que se ha complicado por la falta de un sistema de salud eficiente. “Hoy vamos a ciegas, presidenta. No se encuentra el camino correcto para resolver el desastre que dejó el sistema anterior”, afirmó.

Pese a que las autoridades de salud (incluyendo al secretario David Kershenobich y al subsecretario Eduardo Clark) se comprometieron en junio a resolver el desabasto en julio, las medicinas no han llegado en tiempo y forma. Por eso la asociación decidió convocar a la marcha, ante la ausencia de garantías claras.

Entre la política y la salud: un desencuentro peligroso

La presidenta Sheinbaum insistió hoy en que se está dando seguimiento personal a la entrega de medicamentos oncológicos y anunció que en los próximos días arrancará la distribución mediante “Rutas de la Salud” en todo el país. Pero Barbosa Padilla replicó: “Si ya están surtidos, ¿por qué entonces siguen faltando en los hospitales? Ni ustedes mismos se ponen de acuerdo”.

Además, criticó la presentación oficial que mostró la mandataria, a la que calificó como “una campaña electoral”, porque solo evidenció la llegada de medicinas a un estado (Guerrero) y omitió la realidad de otros como Oaxaca, Tabasco o Veracruz, donde la crisis continúa.

Barbosa también destacó la notable ausencia de legisladores de Movimiento Regeneración Nacinoal (Morena), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) o Movimiento Ciudadano (MC) en la protesta. “Solo Margarita Zavala estuvo ahí, y no para tomar el liderazgo, sino para apoyar. No vimos a los diputados que deberían estar defendiendo a la gente”, señaló con decepción.

Lamentó que tampoco hayan participado médicos y enfermeras, quienes conocen la problemática desde adentro, pero que o bien no se atrevieron o no les permitieron salir a manifestarse.

El desabasto en México: Un panorama desolador y un llamado urgente

Actualmente el desabasto de medicamentos es el peor que ha visto en los últimos 15 años, incluso peor que durante la pandemia de COVID-19, dijo Barbosa en entrevista con Serendipia. Señaló que la escasez va más allá de los medicamentos oncológicos, alcanzando antibióticos, insumos básicos y otros tratamientos que son vitales para pacientes en terapia intensiva.

Respecto a la estrategia oficial de centralizar la compra y distribución mediante la llamada “megafarmacia”, Barbosa fue categórico: “No funcionará, porque no se puede resolver una urgencia médica enviando medicinas a la Ciudad de México para después redistribuirlas en todo el país”. Explicó que el sistema anterior contaba con redes de distribución mejor preparadas para garantizar el abasto oportuno.

La marcha, un grito por la vida

En sus palabras finales, Barbosa pidió a la presidenta respeto para las familias y pacientes que salieron a manifestarse: “Respete a esos niños que caminaron con amor y valentía para exigir un derecho fundamental. No minimice su lucha diciendo que son parte de un juego político. Esto es un asunto de vida o muerte”.

Aunque no fueron miles los asistentes, la protesta logró mantener el tema vigente en la agenda pública y evidenciar que la problemática del desabasto sigue sin solución efectiva.