Televisa Leaks destapó una red de operaciones sucias que involucra campañas de difamación, manipulación informativa y creación de denuncias falsas, todo coordinado desde un equipo interno de Televisa, según una filtración de cinco terabytes obtenida por Aristegui Noticias.
Televisa leaks ha sacudido al mundo del periodismo en México: cinco terabytes de documentos internos, chats, videos y guiones han revelado cómo el gigante de la televisión orquestó campañas de difamación, desinformación y manipulación contra personajes públicos, medios críticos y hasta ministros de la Suprema Corte de Justicia.
La historia comenzó en enero de 2025, cuando Germán Gómez García, excolaborador de Televisa, envió un correo a Aristegui Noticias ofreciendo evidencia de que la empresa había pagado campañas de odio y creado cuentas falsas para atacar a Carmen Aristegui. El material filtrado, bautizado como Televisa Leaks, no solo confirmó estos señalamientos, sino que destapó una operación mucho más grande y sistemática.
Televisa Leaks expone guerra contra Carlos Slim
Una de las revelaciones más impactantes es la abierta confrontación de Televisa contra Carlos Slim entre 2011 y 2015. Slim, entonces el hombre más rico del mundo, representaba una amenaza directa para el emporio mediático debido a sus intereses en el sector de telecomunicaciones.
Según los documentos, la televisora ejecutó campañas de desprestigio tanto en noticieros como en redes sociales. La operación más agresiva surgió cuando Slim intentó obtener los derechos de transmisión de la Selección Mexicana de futbol. Televisa lanzó una narrativa masiva para acusarlo de querer “privatizar” los partidos, algo que resonó en la opinión pública gracias a las cuentas falsas operadas por el llamado Grupo Palomar, un equipo secreto interno.
Aristegui: blanco de una campaña coordinada
Los ataques a Carmen Aristegui no fueron espontáneos. De acuerdo con las conversaciones filtradas en televisa leaks, su nombre aparece más de 300 veces en los chats internos de Telegram. La periodista, que desmintió la historia falsa de “Frida Sofía” durante el sismo de 2017, fue blanco inmediato de represalias: videos editados, información manipulada y narrativas falsas circularon con fuerza para minar su credibilidad.
Cuando la gobernadora Layda Sansores reveló la estrecha relación entre un alto ejecutivo de Televisa, Javier Tejado Dondé, y el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, la televisora respondió con más ataques. Crearon chats apócrifos para involucrar a Sansores en escándalos, y manipularon esta información para debilitar también a Aristegui.
La estrategia incluía producción de contenido con apariencia de noticias legítimas. Parte de esta maquinaria llegó a revistas como Proceso, donde se publicaron notas que, más tarde, fueron usadas como insumo para nuevas campañas de desprestigio, de acuerdo con las pruebas de Televisa leaks.
Televisa impulsó a Arturo Zaldívar
El filtrado de datos también muestra un lado menos agresivo, pero igual de cuestionable: la fabricación de figuras públicas. Arturo Zaldívar, entonces ministro presidente de la Suprema Corte, fue favorecido por Televisa a través de entrevistas a modo, cobertura positiva en noticieros y estrategias para consolidarlo como un defensor de la justicia social.
Uno de los hallazgos indica que, aunque Zaldívar decía manejar personalmente sus redes sociales, fue asesorado por el equipo Palomar en su entrada a plataformas como Instagram y TikTok. Según los chats filtrados, presentaron su estrategia de redes al ministro en septiembre de 2021, contribuyendo a moldear su imagen pública.
En el contexto de su postulación como presidente de la Corte en 2018, Zaldívar fue beneficiado mientras que otros ministros, como Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Pérez Dayán, sufrieron campañas anónimas de desprestigio impulsadas desde Televisa Chapultepec.
Y a cambio: un contrato millonario con la Corte
La relación entre Televisa y el Poder Judicial quedó aún más en evidencia con un contrato de 47 millones de pesos adjudicado directamente en 2019 a la empresa Metrics to Index Group. Esta compañía, vinculada a Televisa, debía monitorear redes sociales y analizar el sentimiento hacia el Poder Judicial. Aunque el contrato no fue público, los documentos de televisa leaks muestran que la empresa ofrecía servicios estratégicos al presidente de la Corte.
César Castillejos Rangel, entonces director de comunicación social de la SCJN, gestionó la contratación, lo que refuerza los vínculos directos entre el poder judicial y la televisora.
Fabricación de denuncias falsas: el capítulo más oscuro de Televisa Leaks
Quizá el aspecto más alarmante de Televisa leaks es el uso de campañas sucias que involucraron la manipulación de denuncias por abuso sexual infantil. Trabajadores de Televisa y Metrics, como Karla Aguilar Ballesteros y Juan Manuel Torres, crearon acusaciones falsas para desprestigiar a figuras públicas, incluyendo al magistrado Jorge Arturo Camero Ocampo, quien había frenado obras del gobierno como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
En los materiales obtenidos, se observa que los supuestos testimonios fueron grabados siguiendo un guion, repitiendo escenas hasta conseguir los cortes deseados. Para legitimar las acusaciones, incluso usaron imágenes de personas reales ajenas a los hechos, como la empresaria británica Anisah Osman, sin su conocimiento.
El caso de Camero Ocampo es especialmente trágico: el magistrado murió en 2020 de cáncer de páncreas, mientras enfrentaba el escarnio público de denuncias fabricadas.
Detrás de estas operaciones se encontraba el llamado Grupo Palomar, un equipo de empleados de Televisa y Metrics dedicado a crear campañas de desinformación, gestionar miles de cuentas falsas en Twitter, Facebook y YouTube, y coordinar ataques y defensas de personajes públicos según los intereses de la empresa.
Se trata de un equipo que operó entre 2018 y 2024, y que produjo miles de guiones, manuales de crisis, campañas de desprestigio y estrategias de manipulación mediática, en una operación cuya magnitud solo puede compararse con filtraciones como Sedena Leaks o los Panamá Papers.
¿Quién es Germán Gómez García?
El responsable de filtrar esta información fue Germán Gómez García, quien trabajó casi ocho años en Televisa. A pesar de que su tío, el periodista Salvador García Soto, se deslindó públicamente de él señalando problemas psiquiátricos, la filtración es real: más de 5 TB de información que están reconfigurando nuestra comprensión sobre el poder de la televisión y su injerencia en la opinión pública.
Gracias a esta valiente acción, México conoce ahora el verdadero rostro de una de las empresas más influyentes del país y el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación.
“Gracias a esta valiente acción, México conoce ahora el verdadero rostro de una de las empresas más influyentes del país y el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación.” ¿Valiente acción? MMMmmmm… ejemmm… Me permito reproducir la última frase de este párrafo: “…y el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación.” Extraño que nos parezca así si hablamos de una empresa privada de medios, pero no si hablamos del gobierno. Repito, pues, la frase: “…y el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación.” Televisa tenía –tiene– un grupo especializado –una máquina– de desinformación, como seguramente también lo tiene TV Azteca. Eso es algo CONOCIDO DESDE EL SIGLO PASADO. Más aún con Televisa, antes Telesistema Mexicano, que SIEMPRE ha sido ligado al PRI como promotor de las “bondades” del sistema político representado por ese partido. Lo que aquí DEBERÍA de preocupar, no es que algún “valiente” venga a “denunciar” algo que es un SECRETO A VOCES desde hace DÉCADAS –y ya sólo falta que hasta le mandemos hacer un monumento por su “valentía”– sino que cuando hablamos de “el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación”, nos olvidemos la ENORME MÁQUINA DE DESINFORMACIón que CON RECURSOS PÚBLICOS ha construído el actual gobierno, empezando con la HOMILÍA MATINAL, sin olvidar a sus numerosísimos BOTS (MILES DE ELLOS) y, MÁS VERGONZOSO AÚN, el uso TENDENCIOSO y DOCTRINARIO que han dado a los canales de Sistema Público de Radiodifusión. Así como un “acto valiente” viene sólo a darle armas al actual gobierno para agregar leña al fuego de su pleito casado con los medios de comunicación NO OFICIALES, igualmente deberíamos de poner bajo la lupa la ENORME MAQUINARIA DE DESINFORMACIÓN estructurada con NUESTROS IMPUESTOS –por lo cual a mí particularmente me parece MUCHO MÁS GRAVE– para BENEFICIAR AL PARTIDO EN EL PODER. Durante décadas –en tiempos de la “Dictadura Perfecta”– fue la TV privada quien se constituyó en la maquinaria de adoctrinamiento y manipulación de masas del gobierno. Ahora lo es la TV pública –con sus 4 canales federales y los muchos estatales–, más los miles y miles de bots y canales EXTRAOFICIALES, la cual… ¡PAGAMOS CON NUESTROS IMPUESTOS!, para IDIOTIZAR y ADOCTRINAR a la población.
Yo tengo mis serias dudas acerca del “héroe” Germán Gómez García. No sé porqué me suena a algo orquestado desde la más profundo del gobierno. Cuando se habla de “ALGO”-Leaks, usualmente es un COLECTIVO que permanece en el anonimato. En este caso es un ex-trabajador que laboró casi ocho años en Televisa, es decir, desde la épocas de la campaña presidencial del Peje para las elecciones del 2018 (en las notas en el portal de Aristegui Noticas se lee textualmente que “llegó a Televisa en 2017” y que “La filtración en poder de Aristegui Noticias incluye seis años de la operación de este grupo, que va de 2018 a 2024”, curioso, MUY CURIOSO). Curiosamente, es alguien que pudo tener acceso a información que se cataloga como “CLASIFICADA” sin ser EMPLEADO DE CONFIANZA (en una de las notas de Aristegui Noticias se menciona que trabajaba “Sin contrato formal y pagado “por factura”, Gómez describió condiciones laborales abusivas: horarios fijos de 9 a 6 PM, horas extras no remuneradas y un ambiente de secreto; ¿qué tiene eso de extraño en la iniciativa privada?). Gómez, licenciado en artes audiovisuales, dice que llegó a Televisa –recomendado como se menciona en la nota, por su tío, un reconocido periodista– ilusionado en… ¡escribir guiones para telenovelas! ¿Perdón, ESCRIBIR GUIONES PARA TELENOVELAS un LICENCIADO EN ARTES VISUALES? Supondría yo que, en todo caso podría ser para PRODUCIR TELENOVELAS, pero ¿ESCRIBIR GUIONES PARA TELENOVELAS? Y, pese a “denunciar” que trabajaba “Sin contrato formal y pagado “por factura”, Gómez describió condiciones laborales abusivas: horarios fijos de 9 a 6 PM, horas extras no remuneradas y un ambiente de secreto”, ¡AHÍ ESTUVO, AHÍ SE QUEDÓ!, cuando, si era tan HONESTO, tan CORRECTO, si le parecía tan IMPROPIO lo que ahí se hacía, todo se reducía a… ¡RENUNCIAR! ¿Porqué entonces SE QUEDÓ a trabajar para ese grupo? Al final de una de las notas en el portal de Aristegui se lee:
Germán Gómez aseguró que el estrés lo llevó a un intento de suicidio en 2023.
Terminé internado en un hospital psiquiátrico. Los médicos dijeron que fueron estresores laborales.
Tras el incidente, intentó distanciarse, pero fue hostigado por sus superiores, incluida Karla Aguilar. “Usaron mi salud mental en mi contra. Cuando exigí derechos laborales, me corrieron”.
Ante una posible desacreditación de de parte Televisa a su testimonio, Gómez fue contundente: “Hay fotos, recibos de nómina, metadatos de los archivos… No pueden borrar ocho años de mi vida ahí”.
Uno estaría entonces tentado a pensar en la VENGANZA como MÓVIL. Pero el hecho de que haya PERMANECIDO realizando trabajo que era como el que se describe, el NO RENUNCIAR a una actividad que le terminó ocasionando ESTRÉS e INTENTO DE SUICIDIO, revela que estuvo ahí POR ENCARGO. Más aún por el INCOMPRENSIBLE ACCESO que pudo tener a INFORMACIÓN CLASIFICADA, y no de un grupo de NOVATOS, sino de un grupo de ALTO NIVEL. Haber podido acceder incluso a las comunicaciones internas entre funcionarios de ese grupo muestra que el “licenciado en artes audiovisuales”, posee suficiente conocimientos técnicos para obtener información CLASIFICADA. Es… UN INFILTRADO. ¿De quién? Basta ver hacia quienes apunta la información “filtrada”. Por ello regreso al punto referente a “…el peligro que representa cuando el poder mediático se convierte en una máquina de desinformación”, no sólo de los medios privados, sino, y MÁS GRAVE AÚN, el del poder político. Repito, para nadie con “al menos dos dedos de frente” era desconocido que desde hace décadas Televisa ha sido un maquinaria de creación de medios “ad-hoc” para el partido hegemónico del siglo pasado, el partido que instauró LA DICTADURA PERFECTA. Lo hace TV Azteca, lo hace Fox en los USA, etc., etc. Pero me parece que el mayor PELIGRO es que se utilice el PODER POLÍTICO para convertir a los MEDIOS PÚBLICOS en máquinas no sólo de DESINFORMACIÓN, sino de ADOCTRINAMIENTO IDEOLÓGICO en favor del partido en el poder. Ello porque se utilizan LOS RECURSOS PÚBLICOS –el dinero de nuestros impuestos– para DISTORSIONAR INTENCIONADAMENTE la percepción de la realidad a fin de perpetuarse en el poder. No les basta con pagar con nuestros impuestos a empresas privadas, sino que se constituyen EMPRESAS PÚBLICAS con el sólo fin de… DESINFORMAR a la población y PERPETUARSE en el poder.
Será interesante darle seguimiento a Germán Gómez García después de su “valiente” acción. Me reservo hacer pública mi percepción acerca de ello, pero… no se sorprendan de lo que seguirá para el licenciado en artes audiovisuales, con alta especialización en hackeo en la darknet (conocida en español como la “red oscura”) quién rompió una de las reglas básicas inherentes: el anonimato. ¿Porqué será? Se los dejo de tarea.