El “Rey del parto inducido” logró censurar a Animal Político y sus periodistas, aunque más de 50 mujeres esperan justicia tras ser víctimas de violencia obstétrica por parte de este médico. 

El “Rey del parto inducido” es el nombre con el que se autodenomina el ginecobstetra Jesús Luján Irastorza. Luján enfrenta las denuncias de más de 14 mujeres víctimas de violencia obstétrica, mismas que han sido meticulosamente documentadas por Animal Político desde 2022. En enero de 2025, una jueza de la Ciudad de México concedió medidas cautelares para proteger al médico del “escarnio y desprestigio público”, censurando los reportajes y el trabajo periodístico de Animal Político. 

Jesús Luján Irastorza fue citado a su audiencia inicial en diciembre de 2024. Afuera del juzgado lo esperaba una multitud de mujeres con pancartas que exigían “un parto digno para todas”. Pero tras horas de espera e incertidumbre, el Rey del parto inducido no se preocupó por asistir. De acuerdo con la colectiva Con Ovarios, conformada por víctimas y activistas contra la violencia obstétrica, parecía un “acto dilatorio”. 

Al final, postergar sus audiencias funcionó para el médico. Según la resolución de la jueza, el trabajo periodístico de Animal Político “ataca la dignidad, honor y reputación” de Luján. Un honor y reputación que se basa en las historias de crueldad, suministro de medicamentos sin consentimiento y la muerte de los hijos de pacientes como Lola, quien sintió a su bebé morir entre sus brazos después de un parto negligente al que Luján llegó corriendo, y que fue asistido con maniobras contraindicadas en la ginecobstetricia. 

Protegen al “Rey del parto inducido” censurando periodistas

El “Rey del parto inducido” ha evadido la justicia desde que las víctimas y fundadoras de la colectiva Con Ovarios llevaron sus casos a la justicia con denuncias contra su victimario. En agosto de 2024, Luján promovió una demanda civil contra Animal Político y dos periodistas que han documentado y contado las historias de más de 30 mujeres que padecieron partos violentos y tratos médicos negligentes. 

Cada publicación de Animal Político es clara con dos aspectos fundamentales: el derecho de réplica del médico, a quien contactaron para ejercerlo en cada una de las notas, y que él rechazaba o cancelaba de último minuto. Además, las periodistas cuentan las historias de las víctimas sin la intención de intervenir en los procesos legales, ejerciendo su derecho de libertad de prensa y expresión. 

La medida para proteger al “Rey del parto inducido” fue concedida en un contexto marcado por la grave situación judicial del médico, quien enfrenta múltiples denuncias penales por presunta violencia obstétrica, prácticas médicas indebidas y responsabilidad profesional. A pesar de las acusaciones, Luján Irastorza ha eludido la justicia durante más de ocho meses, y desde el 20 de diciembre de 2024, una orden de aprehensión permanece activa tras su inasistencia a la audiencia del 13 de diciembre, explica Animal Político. 

¿Luján Irastorza está prófugo? Enfrenta denuncias desde 2009 

La primera publicación del medio da voz a la historia de 14 mujeres que acusaron al médico de ejercer violencia obstétrica y otras prácticas irregulares. La investigación, que forma parte de un análisis más amplio sobre la impunidad dentro del gremio médico, también expuso cómo el “Rey del parto inducido”, ha sido demandado en diversas ocasiones desde 2009, pero nunca había enfrentado consecuencias penales serias.

Tras la publicación de estos testimonios, se sumaron 17 nuevas denunciantes, quienes compartieron relatos similares. Las acusaciones incluyen desde la administración incorrecta de medicamentos hasta intervenciones quirúrgicas innecesarias. 

Una de las denunciantes, Ixchel, relata su experiencia con el médico, señalando que la falta de monitoreo adecuado durante su embarazo resultó en complicaciones graves, aunque su bebé sobrevivió. Su relato fue uno de los primeros en visibilizar las malas prácticas del ginecobstetra, un hombre “encantador, con la capacidad de enamorar a un salón entero” y que presume partos cuidadosos, “conscientes” y con atractivos métodos de “energía celular”. 

Para otras víctimas, los resultados fueron irremediables. Entre ellas Lola, quien tuvo a su bebé entre los brazos mientras fallecía tras un parto negligente.  

Más de 50 mujeres esperan justicia por violencia obstétrica

En su defensa, Luján Irastorza no ha dejado de sostener que las denuncias en su contra carecen de fundamento y que los reportajes periodísticos han afectado su honor y reputación. “Los medios de comunicación han magnificado y distorsionado los hechos. Actualmente estoy en espera de mejorar mi estado de salud, ya que tengo programada una cirugía de columna en enero. Una vez recuperado, me presentaré a la siguiente audiencia para demostrar, con pruebas claras y contundentes, que no existe delito alguno”, dice el comunicado del médico en sus redes sociales. 

Pero de acuerdo con la colectiva Con Ovarios, el médico continúa prófugo de la justicia. Y la censura en el caso de las víctimas es uno de los principales ejemplos de las grietas en el sistema judicial mexicano en cuanto a la impunidad en casos de violencia obstétrica.

Ahora, no solo está en riesgo el acceso a la justicia de las pacientes. El derecho a la libertad de expresión, de prensa y de acceso a la información podría estar siendo vulnerado. Son cuatro las denuncias penales que el mismo “Rey del parto inducido” reconoce, pero más de 50 mujeres esperan justicia a través de ellas, según las investigaciones de Animal Político y los registros colectivos de Con Ovarios.