2.3 millones de estudiantes dejaron sus estudios en 2020 por falta de contacto con sus profesores, dificultad para hacer tareas, falta de confianza en la educación a distancia y pérdida de empleo de la mamá o papá.

La experiencia educativa de niñas, niños, adolescentes y jóvenes es otra desde hace poco más de un año a raíz de la pandemia por la COVID-19 y las medidas para contenerla. Hoy sabemos que esa experiencia se apoyó mayoritariamente en celulares, involucró falta de contacto con profesores y provocó la salida de 2.7 millones de estudiantes. Estos son los efectos de la pandemia de COVID-19 en la educación.

La Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es una ventana a los efectos en personas de tres a 29 años que ha tenido la cancelación provisional de clases presenciales como medida de protección ante la COVID-19 y muestra cómo están viviendo la educación a distancia.

Esta encuesta fue realizada vía telefónica entre el 23 de noviembre y el 18 de diciembre de 2020 a 11 mil 80 personas de 3 a 29 años en cinco mil 472 viviendas; esta muestra representa a 54.3 millones de mexicanos. 

2.3 millones de estudiantes dejaron la escuela como efecto de la pandemia de COVID en la educación

El ciclo escolar 2019-2020 arrancó con 33.6 millones de estudiantes, de los cuales 435 mil no concluyeron el año por la pandemia y 2.3 millones de estudiantes decidieron no inscribirse al siguiente periodo escolar por motivo de la COVID-19 mientras que 32.9 millones sí entraron a la escuela.

De las personas que no están inscritas a la escuela debido a la pandemia, 1.3 millones son hombres y 1.1 millones son mujeres.

Esto significa que 2 millones 735 mil alumnos y alumnas entre tres y 29 años dejaron de estudiar por razones asociadas a la pandemia. Este es el más grande de los efectos de la pandemia de COVID en la educación.

En el ciclo escolar vigente (2020-2021), hay otros 2.9 millones de estudiantes que no se inscribieron debido a la falta de recursos o dinero, 3.6 millones porque tenía que trabajar y más de 10 millones por otras razones.

La mayoría se fue por falta de contacto con profesores o imposibilidad de realizar tareas

Otro de los efectos de la pandemia de COVID-19 en la educación es que casi un tercio de las personas que no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020 (125 mil 280) no lo hicieron porque perdieron el contacto con sus maestros o maestras o porque no pudieron hacer las tareas durante el confinamiento.

El segundo motivo (22.4 por ciento) por el que más estudiantes dejaron la escuela fue porque alguien en su vivienda se quedó sin trabajo o se redujeron sus ingresos a raíz de la pandemia.

El 20.2 por ciento de los estudiantes detuvo sus estudios porque la escuela cerró definitivamente, estos son 87 mil 870 alumnos. Otro 17 por ciento no pudo terminar el ciclo escolar porque no tenía un dispositivo o conexión a internet.

De cada 100 estudiantes que dejaron la escuela por motivo de la pandemia, 15 lo hicieron porque consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje y 14 porque el padre, madre o tutor no pudo estar al pendiente del estudiante.

La deserción es uno de los efectos de la pandemia de COVID en la educación: la mayoría no se inscribió porque no confía en la educación a distancia

Al contrario de las personas que abandonaron sus estudios, la mayoría de las personas que no entraron a clases para el ciclo escolar 2020-2021 tomó esta decisión porque considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje. Estos son 615 mil estudiantes no inscritos por COVID-19.

Mientras tanto, 584 mil estudiantes no se inscribieron porque alguno de los padres se quedó sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban.

La tercera razón asociada a la pandemia por la que 2.3 millones de estudiantes no están inscritos en la escuela ahora mismo es por la falta de un dispositivo o de conexión a internet. La cuarta razón es el cierre definitivo de la escuela.

Otras de las situaciones que orillaron a los estudiantes a dejar los estudios fueron la falta de padre, madre o tutor al pendiente, la enfermedad o muerte por COVID-10 de un familiar o del mismo estudiante. 

Los estudiantes no están usando la televisión digital

La estrategia del gobierno de México para garantizar el acceso a la educación a los niños, niñas y adolescentes durante la pandemia es transmitir las clases a través de la televisión con el programa “Aprende en Casa”. Este plan de educación a distancia le ha costado 451.5 millones de pesos al gobierno. Sin embargo, los datos del Inegi muestran que ni en el ciclo escolar 2019-2020 ni en el 2020-2021 se ha utilizado la televisión como dispositivo principal para actividades escolares o clases.

Los estudiantes de primaria utilizan más un celular que una computadora portátil, una televisión, una computadora de escritorio o una tablet. Pues en el ciclo escolar pasado de cada 100 alumnos, 72 utilizaron un celular inteligente para sus actividades escolares contra ocho que vieron la televisión para este fin. En este ciclo escolar, de cada 100, 70 recurren al celular mientras que 6 a la televisión.

De manera similar, las estudiantes de secundaria utilizan más el celular que la computadora portátil y de escritorio, la tablet y la televisión respectivamente. Solo dos de cada 100 alumnos de secundaria usan la televisión digital para sus actividades escolares.

La mayoría de las personas que estudian en el nivel medio superior utiliza el celular, pero ya son más los estudiantes que usan una computadora portátil para sus clases. Durante el ciclo escolar 2019-2020, el 58.8 por ciento de los estudiantes en este nivel educativo realizó sus actividades escolares con un celular, el 26.5 con una computadora portátil, el 12.7 por ciento con una de escritorio, el 1.7 por ciento con una tablet y el 0.2 con una televisión digital. Para el ciclo 2020-2021, el porcentaje de uso de celular bajó a 53.3 por ciento y el de computadora portátil subió a 30.9 por ciento.

Los estudiantes de educación superior son otra historia. Ellos han utilizado principalmente una computadora portátil para sus actividades escolares o clases a distancia.

Los más afectados son los niños de tres años

Los efectos de la pandemia de COVID-19 en la educación fueron más altos en los niños de tres años. Para el ciclo escolar 2020-2021, el número de niños de tres años que no están inscritos a causa de la pandemia (334 mil) es mayor que los niños de cuatro a cinco años (261 mil), seis a 12 años (217 mil) y de 13 a 15 años (206 mil).

Además, el porcentaje de niños de tres años no inscritos por COVID-19 es el más alto de todos los grupos de edad, pues el 13.9 por ciento de las personas entrevistadas afirmó que el niño no está inscrito por la pandemia mientras que el resto de los grupos de edad no supera el 7 por ciento.

Unos meses antes, en el ciclo escolar 2019-2020, el 2.2 por ciento (98 mil 200) de los niños de preescolar abandonó los estudios.

Las mujeres cargan con el apoyo en tareas

Las mujeres -ya sean mamás, familiares o personas ajenas a la familia- son las personas que más apoyan a estudiantes de preescolar, primaria y secundaria en sus actividades escolares o tareas.

El 84.4 por ciento de los niños de preescolar reciben apoyo de su mamá mientras que al 6.6 por ciento le ayuda una familiar mujer, al 5.9 por ciento su papá, al 2.4 de un familiar hombre, al 0.7 por ciento otra persona mujer y al 0.1 por ciento otra persona hombre.

En el caso de los niños de primaria, el 77 por ciento tienen apoyo de su papá, el 10.9 por ciento de una familiar mujer, el 7.9 por ciento de su papá, el 3.7 por ciento de una familiar hombre, el 0.8 por ciento de otra persona mujer y el 0.1 por ciento de otra persona hombre.

En secundaria, el 60.2 por ciento de los estudiantes recibe ayuda de su mamá, el 17.1 de una familiar mujer, el 10.2 por ciento de su papá, el 10 por ciento de un familiar hombre, el 1.4 por ciento de otra persona mujer y el 1 por ciento de otra persona hombre.

La mayoría está dispuesta a volver a los salones

La mayoría de las personas entrevistadas afirmaron que tienen mucha disponibilidad de asistir a clases presenciales si el gobierno lo permite en este ciclo escolar, aunque las disponibilidad no es la misma en todos los grupos de edad. Según las personas mayores de 18 años que fueron entrevistadas, el grupo de entre 13 a 18 años es el más dispuesto a volver a las aulas y el de entre 3 a 5 años es el menos dispuesto a asistir a clases presenciales.

Las clases a distancia generan gastos adicionales

Los efectos de la pandemia de COVID en la educación también son de índole monetaria. Poco más de la mitad de las viviendas con estudiantes han gastado en un celular inteligente y en el servicio de internet fijo, aunque el Inegi no preguntó a cuánto asciende esta inversión adicional.

El resto de los gastos adicionales para atender las clases a distancia debido a la COVID-19 se han dado en muebles para adecuar un espacio de estudio, en computadoras, en recargas telefónicas o fichas de internet, en televisiones, en una tabletas, en impresiones de material didáctico, en contrato de televisión de paga e impresoras.

Opinión sobre las ventajas y desventajas de los efectos de la pandemia de COVID en la educación

Las personas entrevistadas opinan que la mayor ventaja de las clases a distancia o virtuales es que no se pone en riesgo la salud de los estudiantes y se mantienen seguros en casa. Además, las otras dos ventajas más altas son la convivencia familiar y el ahorro de dinero en gastos como pasaje y materiales escolares.

Por el contrario, las principales desventajas de esta modalidad son que no se aprende o se aprende menos que de manera presencial, la falta de seguimiento al aprendizaje de los estudiantes y la carencia de capacidad técnica o habilidad pedagógica de padres o tutores para transmitir los conocimientos.