Medidas que no sirven contra COVID: desde caretas hasta compras de pánico de papel higiénico

Al inicio de la pandemia de COVID-19 algunas personas desinfectaban con cloro todo lo que compraban, intentaban ponerles cubrebocas a sus mascotas y confiaban en que una careta iba a impedir que se contagiaran. Ahora sabemos que estas son medidas que no sirven contra la COVID, pero aunque han pasado tres años desde el inicio de la emergencia sanitaria, tal vez sigues poniendo en práctica algunas de ellas. 

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Al inicio de la pandemia de COVID-19 algunas personas desinfectaban con cloro todo lo que compraban, intentaban ponerles cubrebocas a sus mascotas y confiaban en que una careta iba a impedir que se contagiaran. Ahora sabemos que estas son medidas que no sirven contra la COVID, pero aunque han pasado tres años desde el inicio de la emergencia sanitaria, tal vez sigues poniendo en práctica algunas de ellas. 

Con el paso de los años hemos aprendido que hay medidas que no sirven contra COVID: desde los tapetes sanitizantes hasta comprar papel de baño en cantidades que solo un hotel necesitaría. Pero al inicio de la emergencia sanitaria el miedo a contagiarnos de esta enfermedad desconocida nos orilló a hacer estas y otras cosas de las que ahora nos reímos. 

Medidas como usar tapetes sanitizantes son simplemente inútiles porque el SARS-CoV-2 (el virus que provoca la enfermedad COVID-19) se transmite por vía aérea, por lo que la manera más efectiva de contagio es por medio de partículas que una persona enferma expulsa al hablar, reír, o estornudar sin cubrebocas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que la mejor manera de evitar los contagios es el uso de cubrebocas, evitar aglomeraciones, convivir en espacios bien ventilados y, por supuesto, la vacunación. 

Aunque la pandemia dejó historias trágicas, también hay anécdotas de las que ahora nos podemos reír. Por eso a continuación hacemos un recuento de algunas medidas que no sirven contra COVID. 

Los tapetes sanitizantes solo sirvieron para tener unas suelas muy limpias

Los tapetes con una mezcla de cloro y agua para desinfectar la suela de los zapatos siguen siendo utilizados en algunas tiendas, plazas comerciales y restaurantes, pero la OMS ya ha dicho que la probabilidad de que el virus de la COVID-19 se propague por medio de los zapatos e infecte a personas es muy baja

Tal vez por eso la mayoría de los tapetes que siguen ahí están generalmente secos. 

Lo mismo pasa con la medida de separar la entrada y salida de cualquier establecimiento. Si bien esto puede lograr un orden en la circulación, no evita los contagios. Sobre todo si es un lugar muy concurrido y las personas no usan cubrebocas. Y es que el virus no sabe que está prohibido entrar por la salida y salir por la entrada. 

Las caretas (que a veces se usaban en lugar del cubrebocas)

Las caretas fueron un producto de novedad al inicio de la pandemia. Algunas personas las utilizaban como una protección adicional al doble cubrebocas, pero otras intentaron usarlas en lugar de la mascarilla. Actualmente casi no se usan, pero, ¿sirven o no?

Las caretas y los visores funcionan solo para protección ocular, pero no pueden prevenir los contagios por sí solas como sí lo hacen las mascarillas o cubrebocas, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“En el contexto de no disponibilidad o dificultades para el uso de una máscara no médica (en personas con deficiencias cognitivas, respiratorias o auditivas, por ejemplo), las pantallas faciales pueden considerarse como una alternativa, señalando que son inferiores a las mascarillas en cuanto a transmisión y prevención. Si se van a utilizar protectores faciales, hay que asegurarse de que el diseño sea adecuado para cubrir los lados de la cara y debajo del mentón”, según la OMS.

Los guantes no son la opción más limpia

Durante los primeros meses de la pandemia llegamos a ver personas que además de cubrebocas y caretas, también llevaban puestos guantes de látex de uso médico. 

La OMS también ha dejado claro que es mucho mejor idea lavarse las manos con frecuencia y usar desinfectantes de base alcohol que usar guantes. Excepto por usos específicos que pueda darle el personal del sector salud, para el común de la gente el uso de guantes aumenta el riesgo de transferir gérmenes de una superficie a otra o de contaminar las manos al retirarlos. 

Compras de pánico de papel de baño

Durante un tiempo hubo desabasto o escasez de gel desinfectante, alcohol y cloro en los supermercados. Esto se entiende porque esos productos podrían ser usados para la desinfección de objetos o espacios (o para los tapetes sanitizantes). Sin embargo, otro artículo empezó a ser comprado en grandes cantidades alrededor del mundo: el papel higiénico.

Fotografías de estantes vacíos o de carritos atiborrados de papel de baño fueron compartidas en redes sociales y medios de comunicación de todo el mundo. La razón fue el pánico colectivo, el miedo de no ser tan precavido como la persona que ya se llevó tres bolsas de 20 rollos cada una. 

Si fuiste de esas personas, déjanos saber cuánto te duró tu inventario de papel de baño.

Desinfectar con cloro o Lysol cada objeto de la despensa

No todos nuestros miedos eran infundados (obviamente), y la información oficial al inicio de la pandemia decía que el virus podía sobrevivir en diversas superficies por mucho tiempo, lo que nos llevó a bañarnos después de salir a la tienda de la esquina, lavar la ropa con agua caliente y desinfectar desde los empaques de papitas hasta las bolsas de plástico en la que nos guardaban el super. 

Unos meses más tarde, se confirmó que (igual que con los zapatos) la probabilidad de contagio por tocar una superficie era sumamente baja. Así que esperemos que ya no haya nadie que continúe con la extenuante labor de desinfectar cada objeto (o billete) que llega a sus manos. 

“Dame la pata (te la voy a desinfectar)”

Antes de que se confirmara que el virus no era transmisible de animales a humanos y viceversa, las personas desinfectaban sus zapatos y las patitas de sus perros o gatos cuando volvían de pasear. 

Esta medida fue innecesaria y tal vez a más de un peludo le causó irritación. Afortunadamente ya nadie lo hace, ¿verdad?

Mención honorífica para quien intentó ponerle cubrebocas a su mascota. Muy tierno gesto. 

La controversia con la Ivermectina

La Ivermectina es un medicamento utilizado como tratamiento contra algunos parásitos y existe para su uso en humanos y también para uso veterinario. A finales de 2020 e inicios de 2021, algunos médicos en México recetaban Ivermectina para tratar COVID-19 porque se estaban haciendo estudios con este medicamento para probar su efectividad contra el nuevo coronavirus, sin embargo, los resultados de esos estudios fueron no concluyentes.

Desde entonces y hasta el día de hoy, la OMS y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) desaconsejan el uso de Ivermectina para tratar o prevenir la COVID-19 dado que no pudo demostrarse su efectividad.

Aún así, el gobierno de la CDMX gastó 29 millones de pesos en en la compra de 293 mil cajas de ivermectina, 100 mil de ácido acetilsalicílico y 93 mil de azitromicina, todos medicamentos no recomendados ni aprobados para el tratamiento de COVID-19. Estos medicamentos fueron entregados a unas 200 mil personas que resultaron positivas al virus.

La justificación de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) fue que el uso de “Ivermectina en el tratamiento de pacientes diagnosticados con COVID-19 con sintomatología leve tuvo soporte en la evidencia científica disponible a nivel mundial en el año 2020”. Sin embargo, esos estudios son los mismos que la OMS declaró como no concluyentes.

Incluso la Sedesa publicó su propio artículo científico titulado “Ivermectina y la probabilidad de hospitalización por COVID-19: Evidencia de un análisis cuasi experimental basado en una interpretación pública en la CDMX”, pero la página donde se había publicado este supuesto estudio eliminó el paper y declaró que “el artículo es de muy mala calidad o deliberadamente falso y engañoso”.

Además, en 2021 hubo personas que decidieron automedicarse con Ivermectina de uso animal, lo que empeoró su estado de salud porque, en dosis mayores a las recomendadas, puede ser tóxico. El consejo con pandemia y sin ella es que nunca te automediques.

El dióxido de cloro es una de las medidas que no sirven contra COVID

Entre las cosas que definitivamente no fueron ni son divertidas, está el uso del dióxido de cloro como un “remedio” contra la COVID-19. La OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así como muchas otras fuentes científicas, han reiterado que el dióxido de cloro no sólo no funciona contra la COVID-19, sino que puede tener efectos muy negativos para el cuerpo humano, incluida la muerte por envenenamiento. 

Después de las más de 6 millones de muertes que el COVID-19 ha dejado en todo el mundo, es importante evaluar que lo que verdaderamente ha detenido el avance de esta enfermedad es la vacunación, el uso de cubrebocas y la responsabilidad de las sociedades y los gobiernos para mantener la sana distancia.

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Comentarios

2 comentarios en la nota: Medidas que no sirven contra COVID: desde caretas hasta compras de pánico de papel higiénico


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  1. Danae dice:

    Excelente!!!