Desde 1950 se formularon las bases para lo que hoy conocemos como Inteligencia Artificial, pero ha sido en las últimas décadas que esta tecnología se utiliza en cada vez más ámbitos de la sociedad. A la par, existen algunas lagunas legales acerca de su uso.
Casi sin darte cuenta, todos los días, al desbloquear tu teléfono celular o tomar una foto con este, al pedirle a Alexa o Siri que ponga una alarma o reproduzca una canción, estás utilizando inteligencia artificial (IA). Pero ¿conoces exactamente qué es la inteligencia artificial?
Hace tiempo que este término dejó de ser un tópico de ciencia ficción y pasó a tener aplicaciones en múltiples ámbitos de la sociedad: salud, economía, transporte, educación y, recientemente, en las artes. Ya que durante los últimos meses de 2022 y principios de este 2023, hemos notado un repentino aumento en las aplicaciones y sitios web donde casi cualquier usuario puede ilustrar casi lo que se imagine, solo con introducir unos pocos comandos.
Pero el concepto de Inteligencia Artificial suele ser a menudo confuso, y en ocasiones, abrumador. Y es que parece que las IAs comienzan a estar en todos lados, pero seguimos esperando que se nos manifieste en forma de robot humanoide.
Por eso aquí te dejamos cinco claves para entender qué es la Inteligencia Artificial.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
Para los expertos en ciencias de la computación, Stuart Russell y Peter Norvig, la IA es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten capacidades iguales a las del ser humano.
Por su parte, para Manuel Martínez Morales, investigador del Departamento de Inteligencia Artificial, de la Universidad Veracruzana, si bien no existe una definición universalmente aceptada sobre lo que es la IA, podría definirse como una disciplina científica enfocada en estudiar aquellos procesos clasificados como “inteligentes” en la naturaleza y cómo estos se implantan y reproducen en un programa de computadora o en algoritmos para regular la acción de robots.
Pero, ¿cuáles son esos procesos clasificados como “inteligentes” y que se encuentran de manera “natural”? Bueno, entre ellos Martínez Morales reconoce los siguientes:
- La adquisición y el empleo del lenguaje natural.
- Las formas en que los seres humanos resuelven problemas mediante representaciones simbólicas (lógicas y/o matemáticas)
- La manera en que se estructura y opera el conocimiento —desde lo que conocemos como “sentido común” hasta las teorías científicas—.
Orígenes de la IA
De cualquier forma, todos coinciden en que los orígenes de la Inteligencia Artificial se remontan a las investigaciones que en 1950 realizó el matemático Alan Turing.
Turing, en su artículo “Computing Machinery and Intelligence (Maquinaria de Cómputo e Inteligencia)”, formuló una sencilla pero interesante pregunta: ¿Pueden pensar las máquinas? Esta interrogante lo llevó a formular lo que hoy en día se conoce como prueba o test de Turing, el cual consiste en la interacción de tres participantes: un humano, una máquina, y un interrogador. El objetivo era comprobar si la máquina era capaz de mostrar comportamiento humano y “engañar” al interrogador con base en una serie de preguntas y operaciones.
Y aunque tiempo después, distintos científicos encontraron algunas debilidades y mejoras en la prueba, la investigación de Turing demostró que si una máquina digital puede actuar como si estuviera pensando, entonces cualquier máquina digital lo podría hacer teniendo el tiempo y memoria suficiente.
Tipos de Inteligencia Artificial
En su libro “Inteligencia Artificial: Un Enfoque Moderno”, Stuart Russell y Peter Norvig, expertos en ciencias de la computación, diferencian varios tipos de inteligencia artificial:
- Los sistemas que piensan como humanos. Son aquellos que automatizan actividades como la toma de decisiones, la resolución de problemas y el aprendizaje. Un ejemplo de esto es la máquina Deep Blue: una supercomputadora desarrollada para jugar al ajedrez y que venció al entonces campeón del mundo, Gary Kaspárov.
- Sistemas que actúan como humanos. Son computadoras que realizan tareas de forma similar a como lo hacen las personas, como los robots.
- Sistemas que piensan racionalmente. Intentan emular el pensamiento lógico racional de los humanos, es decir, se investiga cómo lograr que las máquinas puedan percibir, razonar y actuar en consecuencia. Los sistemas expertos como Dendral —creado para ayudar a químicos a resolver la estructura de un determinado compuesto desconocido —se engloban en este grupo.
- Sistemas que actúan racionalmente. Son aquellos que tratan de imitar de manera racional el comportamiento humano, como los agentes inteligentes.
Ámbitos de aplicación
Como mencionamos al inicio de esta nota, la IA es una realidad y es muy probable que de manera cotidiana interactúes con algún tipo de esta tecnología.
En general, la Inteligencia artificial se utiliza en muchos sectores de la sociedad. En el ámbito de la salud, por ejemplo, la Inteligencia Artificial ayuda a detectar alteraciones en la sangre, a descubrir nuevos fármacos o analizar imágenes médicas como radiografías y resonancias magnéticas. También los asistentes virtuales como Alexa o Siri, pueden ayudar a los pacientes a recordarles que tomen sus medicamentos.
En el ámbito de las finanzas, las IAs pueden ayudar a los bancos a detectar tipos de fraudes y a predecir patrones del mercado. En el sector del comercio las IA se utilizan para ofrecer recomendaciones y publicidad personalizadas a los clientes. También existen chatbots interactivos que resuelven preguntas generales y brindan atención al cliente.
Por su capacidad para procesar grandes cantidades de datos, las IAs se utilizan en el uso y análisis de big data. Del mismo modo se utiliza Inteligencia Artificial para la generación de predicciones, categorización de objetos, procesamiento de lenguaje natural y recuperación inteligente de datos, entre otras
¿Quién regula las IA?
Ante la repentina irrupción de las IAs en la sociedad, muchas personas han comenzado a plantearse la necesidad de crear una normativa para regular su uso y empleo. Existen aquellos que ven un vacío legal en cuanto a la propiedad intelectual y el uso de datos personales, hasta los más arriesgados que, como el científico Stephen Hawking, vislumbran en las máquinas inteligentes una amenaza para la humanidad.
En este sentido, en 2017 el Parlamento Europeo formuló una serie de recomendaciones destinadas a la Comisión sobre normas de Derecho civil sobre robótica, con el fin de evitar posibles problemáticas que puedan surgir a futuro con esta y otras formas de inteligencia artificial. Estas son las recomendaciones:
- Las actividades de investigación en materia de robótica deben respetar los derechos fundamentales; y han de estar al servicio del bienestar y la autodeterminación de las personas.
- Las actividades de investigación en el ámbito de la robótica deben llevarse a cabo de conformidad con el principio de precaución, anticipándose a los posibles impactos de sus resultados sobre la seguridad y adoptando las precauciones debidas.
- Los ingenieros en robótica garantizan la transparencia y el respeto al derecho legítimo de acceso a la información de todas las partes interesadas.
- Los ingenieros en robótica deben rendir cuentas de las consecuencias sociales y medioambientales y el impacto sobre la salud humana que la robótica puede conllevar para las generaciones presentes y futuras.
- Los robots y/o modelos de Inteligencia Artificial deberán tener un modelo de reversibilidad, esto es: la posibilidad de deshacer la última acción o secuencia de acciones que permitan al usuario anular las acciones no deseadas y volver a una fase de su trabajo. Esta es una condición necesaria en la programación de robots para que se comporten de manera segura y fiable
- El derecho a la intimidad debe siempre respetarse.
- Los investigadores deben intentar maximizar los beneficios de su actividad en todas las fases, desde su concepción hasta su difusión, así como evitar cualquier daño a los seres humanos que participen en los experimentos, ensayos o estudios en el ámbito de la investigación.
No obstante, fue hasta noviembre de 2021 que los miembros de la Conferencia General de la UNESCO, adoptaron la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial. Este es el primer instrumento normativo mundial acerca de las IAs, el cual intenta proteger los derechos y la dignidad humana, atendiendo a estos tres rubros:
- La IA contribuye a agrandar las brechas de género existentes.
- La IA puede ser una herramienta poderosa para abordar el cambio climático y los problemas ambientales.
- La IA no puede ser una zona sin ley.
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