¿Hay fraude en la pensión del Bienestar? ASF ha detectado 102 mdp en irregularidades

¿Existe fraude en la pensión del Bienestar? Desde pagos duplicados hasta cobradores "fantasma" y beneficiarios que ya han fallecido, esto es lo que ha encontrado la Auditoría Superior.

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¿Existe fraude en la pensión del Bienestar? Desde pagos duplicados hasta cobradores “fantasma” y beneficiarios que ya han fallecido, esto es lo que ha encontrado la Auditoría Superior.

¿Hay fraude en la pensión del Bienestar? Desde 2019 hasta 2023, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó mil 102 millones 671 mil 250 pesos causados por pagos duplicados, cobradores “fantasma” y verdaderos fantasmas en los sistemas obsoletos de la Secretaría de Bienestar: más de 15 mil personas fallecidas que seguían cobrando la Pensión para Personas Adultas Mayores, algunas desde 1977, con mediante los programas que se implementaban antes de que fuera universal. 

Este no es el caso de Cristina, quien tiene 70 años y no recuerda con precisión el año en el que empezó a cobrar la Pensión del Bienestar para Personas Adultas Mayores: “creo que ya tengo como cuatro años”, dice. Ella y su esposo de 80 años se sienten agradecidos porque los “centavitos”, como llama a este dinero, han sido consistentes desde que cobran la pensión. 

Tienen una ferretería, pero las ventas han sido mínimas los últimos meses. “El negocio ahorita no nos está dando como para vivir sin apuros. Vamos sobreviviendo con ese apoyo”, Cristina cuenta que la pensión de este año subió a 6 mil 200 pesos bimestrales, y asegura que es natural que incremente cada año, porque los precios en el mercado son cada vez más caros. 

Además, es casi imposible que la contraten en un trabajo, a menos que se vayan “de cerillitos ahí en un súper”. 

Como Cristina, la Secretaría del Bienestar estima que 12 millones 433 mil 955 personas mayores de 65 años en México recibirán esta pensión bimestral en 2025. Después de 2019, tras convertirse en un programa universal, no importa el estatus económico, el nivel de marginación ni la entidad en la que vivan los beneficiarios. La Pensión del Bienestar para Personas Adultas Mayores busca atender a todos y cada uno de los mexicanos y mexicanas de este grupo etario. 

La pensión para adultos mayores es el programa favorito del gobierno mexicano. La entrega de este dinero representa uno de los mayores gastos a nivel federal. Desde 2019, el programa de Pensión para Personas Adultas Mayores abarca más del 60 por ciento de todo el presupuesto destinado a la Secretaría de Bienestar. 

  • De 2019 a 2021, el presupuesto de la pensión representó desde el 67 por ciento hasta el 71 por ciento del presupuesto total de la Secretaría de Bienestar. 
  • A partir de 2022, esta pensión ha obtenido más del 80 por ciento de los recursos de la dependencia federal. 
  • En 2025, obtuvo el 81 por ciento del dinero destinado a Bienestar.

Pero esta iniciativa federal ha cruzado fronteras, beneficiando a miles de personas “fantasma” que no figuran en el Registro Nacional de Población (RENAPO). También figuran beneficiarios que son, literalmente, fantasmas: más de 5 mil personas han seguido cobrando la pensión de adultos mayores después de morir desde 2019 hasta 2023, según los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). 

Y el alcance de la pensión ha superado sus propias expectativas, atendiendo un porcentaje de personas mayor al de los adultos mayores de 65 años que existen en México, de acuerdo con las proyecciones anuales del Consejo Nacional de Población (CONAPO). 

Entonces, ¿la Pensión para Adultos Mayores es positiva o deficiente? Para Ricardo Velázquez Leyer, Doctor en Políticas Públicas y profesor de la Universidad Iberoamericana, la pensión es necesaria, pero su mala gestión desde las entidades gubernamentales la ponen en riesgo, y con ella a millones de personas como Cristina. 

“El programa es necesario, quizá de todos los programas de la Secretaría de Bienestar, es el que funciona mejor y es el que ha tenido mejores resultados. Pero el gobierno tiene que ver de dónde va a sacar el dinero; si no, los riesgos son grandes. Primero, que se lleve todo el presupuesto, o que simplemente no existan recursos para cubrirlo”, explicó en entrevista con Serendipia. 

Pagos duplicados, población fantasma y registros que no existen: ¿son solo fallas administrativas?

En 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló graves irregularidades en el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, identificando un daño al erario por 992 millones 680 mil 415 pesos. Este dinero representa el pago de 389 mil 286 pensiones en 2019, cuando se entregaron 2 mil 550 pesos bimestrales. 

Para empezar, se rastrearon 511 beneficiarios que recibieron pagos duplicados causados por la deficiencia del sistema de registro y control. Y no se trata de fallas menores, las irregularidades tienen raíces en los sistemas obsoletos que ha utilizado el gobierno mexicano de forma histórica. 

Un ejemplo de esto es que cientos de mexicanos fallecidos seguían cobrando su pensión en 2019, aunque empezaron a morir desde 1977, cuando José López Portillo era presidente de México. En total, se detectó que 234 casos correspondían a personas fallecidas entre 1977 y 2018. 

“Esas causas pueden tener dos motivos. Uno es la incompetencia, la falta de capacidad administrativa, y de eso padeció mucho el gobierno anterior. Ojalá este gobierno haga las cosas mejor. Otras causas pueden ser casos de corrupción y de clientelismo. Ciertamente, el clientelismo en la política social ha sido un problema recurrente en el país”, dice Ricardo Velázquez para Serendipia. 

Pasaron más de 41 años para que la primera auditoría de la pensión para adultos mayores, ya establecida como un programa universal, detectara que existen personas muertas cobrando este recurso. 

A esto se suman 4 mil 948 beneficiarios que recibieron “pagos de marcha”, el último apoyo entregado a las familias de los adultos tras su muerte, sin que se acreditara su veracidad mediante actas de defunción. La falta de rigor y opacidad en los sistemas de registro causó casi mil millones de pesos de irregularidades, solo en el primer año de implementación de esta pensión como programa universal.

Los fantasmas del Bienestar: más de 15 mil personas fallecidas seguían cobrando la pensión entre 2019 y 2021 

En 2020, las personas fallecidas se hicieron presentes para cobrar la pensión nuevamente. Este año, la ASF identificó mil 812 casos de personas sin vida que continuaban figurando en los registros y por ende, cobrando la pensión. 

Así como mil 575 beneficiarios incorporados entre 2016 y 2020 que no contaban con el requisito más básico para comprobar su existencia en el Registro Nacional de Población (RENAPO), la Clave Única de Registro de Población (CURP).

Sin embargo, estos pagos fueron reintegrados parcialmente después de que la ASF rindiera sus pliegos de observaciones, según indican los informes disponibles en su plataforma. 

Por otro lado, se hallaron 101 casos de personas fallecidas entre 2019 y 2020 que aún figuraban como beneficiarias. Además, se comprobó que el registro de las personas pensionadas volvió a duplicar los folios de identificación, generando irregularidades por 46 millones 761 mil 265 pesos en 2020. 

Pero los fantasmas del Bienestar rompieron su récord en 2021. Las irregularidades de la ASF se agravaron considerablemente. Este año, la Auditoría descubrió que tres mil 260 personas fallecidas antes de 2021 seguían recibiendo sus pensiones bimestrales, así como 10 mil 106 que continuaron cobrando este apoyo después de morir durante el año fiscalizado. 

Y mientras las bases de datos arrastran y estiran las pensiones para personas que ya no habitan México ni esta tierra, en 2021 también se entregaron apoyos a personas con menor trayectoria: se identificaron 125 personas menores de 65 años que recibieron apoyos, violando las reglas del programa. Esto causó daños al erario por 60 millones 659 mil 770 pesos.

Las irregularidades persisten: los sistemas de Bienestar son obsoletos

La evolución del programa ha sido favorable. Al menos eso indican las últimas dos auditorías de la pensión. En 2022, las irregularidades fueron menores, pero persistieron. La ASF reportó que: 

  • 23 personas menores de 65 años recibieron apoyos.  
  • 41 personas no pudieron ser localizadas al comparar los datos con RENAPO. 
  • Se continuaron realizando pagos a dos beneficiarios después de su defunción ese año. 

Y nuevamente, 123 beneficiarios fallecidos en 2021 continuaban figurando en los registros. Estas inconsistencias generaron un monto por aclarar de un millón 986 mil 600 pesos. Con este contexto, ¿cómo funciona la validación de los datos de la Secretaría de Bienestar? Y principalmente, ¿cómo registrar y otorgar efectivamente una pensión sin intermediarios si ni siquiera se cuenta con los requisitos básicos para saber que una persona (todavía) existe?

Finalmente, en 2023, la ASF señaló que la Secretaría de Bienestar transfirió recursos al Banco del Bienestar sin acreditar su origen, acentuando que podría tratarse de un reintegro de los fondos que no fueron pagados a los beneficiarios. Pero en este punto y sin una base de datos efectiva ni para la misma ASF, solo es una de las diversas posibilidades. 

Además, se identificaron 24 casos en los que las cuentas bancarias no coincidían con los nombres y las CURP de los beneficiarios reportados en el padrón. Este año tuvo el monto menos severo, con 583 mil 200 pesos en irregularidades. 

¿Hay fraude en la pensión del Bienestar? Beneficia miles de adultos más de los que existen 

Fomentar un padrón de beneficiarios fuera de control es una forma de generar opacidad. Para el especialista Ricardo Velázquez, la Pensión para Personas Adultas Mayores “promueve la solidaridad social, ya que todas las personas, independientemente de su nivel económico, reciben prestaciones del Estado. Esto fomenta la cohesión”, sin embargo, “aunque las formas universales promueven la solidaridad social, cuando no hay suficiente dinero, es más práctico enfocarse en quienes más lo necesitan”, explicó para Serendipia. 

Pero las fugas en el padrón son evidentes. Y en una perspectiva más amplia, la existencia de este programa parece ser tan extensa que supera sus límites, incluso los de las proyecciones de población del gobierno. 

Los censos del INEGI se realizan cada 10 años. Por este motivo, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) realiza una proyección anual de la demografía del país. Su objetivo es que la población esté incluida en los programas de desarrollo económico y social del gobierno mexicano de manera equitativa.

En 2020, el CONAPO estimó una población de 9 millones 860 mil 625 personas adultas mayores de 65 años en México. Este año coincidió con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), por lo que se contó con ambas fuentes. 

Según los datos del censo, la población mayor de 65 años en México solo alcanzó el 82 por ciento de la estimación inicial de CONAPO, lo que representa una diferencia de aproximadamente 1.9 millones de personas. Es decir: las proyecciones del Consejo tienden a ser considerablemente superiores a los censos del INEGI. 

Pero para la pensión de Adultos Mayores, el programa prioritario del gobierno de México desde el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, parece no haber imposibles. Uno de sus objetivos es llevar la pensión a todas las personas mayores de 65 años, sin excepciones, discriminación ni intermediarios. 

De acuerdo con los datos de CONAPO y la Secretaría de Bienestar, la pensión ha superado sus propias expectativas desde 2022, con entregas para medio millón de personas más que las que existen en este grupo etario, según las proyecciones.

  • En 2022, la proyección de adultos mayores de 65 años del Consejo fue de 10 millones 325 mil 860 mexicanos. 

Según la ficha de monitoreo de este programa realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), Bienestar reportó que 10 millones 830 mil 151 personas fueron beneficiarias de la pensión para adultos mayores. Es decir, un 104.92 por ciento de la población. 

Esto significa que la pensión fue entregada a una población superior a la que (según CONAPO) existe en México. Misma que ha mostrado ser superior a la que censa el INEGI cada diez años. 

El fenómeno se replica e incrementa año con año desde 2022. Para 2025, la población a la que el gobierno busca beneficiar tiene 981 mil personas más que la población mayor proyectada por el Consejo. Para Velázquez Leyer, “la cobertura no es del 100 por ciento. Sí es muy alta, pero simplemente debe haber un margen de personas que no la solicitan”, explica. 

La atención de las personas adultas mayores es crucial en todos los ámbitos de la política, la cultura, la economía y la integración social. Pero hasta ahora, las tecnologías de la Secretaría de Bienestar no han sido suficientes para garantizar los dos requisitos más básicos de la pensión para adultos mayores: que las personas efectivamente sean adultas mayores, que existan y que estén vivas.

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Comentarios

1 comentario en la nota: ¿Hay fraude en la pensión del Bienestar? ASF ha detectado 102 mdp en irregularidades


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  1. Miguelito dice:

    ¿y qué otra cosa podía esprarse de los herederos del CORRUPTAZO VIEJO y VENERABLE PRI del siglo pasado?
    Lo bueno es que el Cacique macuspano YA ERRADICÓ LA CORRUPCIÓN. ¿Qué tal y no lo hubiera hecho? JAJAJAJAJA
    Tacos de lengua de pejelagarto… ¡deme una orden joven!