“No es una mala idea contextualizar la educación con base en los problemas sociales de la comunidad, pero es exagerado querer que así sea en todas las materias, incluyendo las ciencias exactas, porque el estudiante y el salón de clases ya no son el centro del aprendizaje, sino la comunidad”.
Eduardo Backhoff Escudero, especialista en evaluación educativa
La mejora de la educación en México no depende solo de los libros de texto, sino también del trabajo del gobierno para que las escuelas sean “espacios de construcción del futuro, de la dignidad, ciudadanía y agencia social de las niñas y niños, más allá de la discusión por los espacios de poder”.
Marlene Romo Ramos, docente e investigadora del Colegio de Pedagogía de la UNAM
Los nuevos libros de texto para educación básica han originado una ola de incertidumbre por el futuro de los niños y adolescentes mexicanos, quienes comenzarán el ciclo escolar 2023-2024 con programas y planes de estudio que aún no se dan a conocer de forma transparente, y de lo cuales emanan los contenidos que también han sido ampliamente cuestionados por expertos en la materia.
Los nuevos libros de texto de la Secretaría de Educación Pública (SEP) están en el epicentro de las discusiones nacionales. Estos cambios forman parte de una reforma educativa más amplia, pero han surgido preocupaciones sobre si los libros de texto por sí solos serán la solución definitiva para una transformación educativa integral en el país. A medida que los expertos analizan la situación, queda claro que están emergiendo dos puntos de vista contrastantes, lo que a su vez alimenta los debates que se propagan por todo el país.
Eduardo Backhoff, psicólogo educativo, levanta una bandera de precaución al enfatizar que los errores y la pérdida de fundamentos teóricos dentro de los nuevos libros de texto podrían llevar a un declive en la calidad general de la educación. Por otro lado, Marlene Romo, investigadora en educación y cultura, sostiene que los libros de texto presentan una oportunidad para equipar a los estudiantes con las habilidades críticas necesarias para exigir vidas dignas. Sin embargo, sigue siendo un hecho que estos libros son solo un aspecto en el complejo camino hacia la mejora de la educación en México.
El trasfondo del panorama educativo de México ha sido moldeado por diversos elementos y cambios previos en planes de estudio, programas y metodologías a lo largo de los años, lo que hace que la reciente introducción del sistema de la Nueva Escuela Mexicana sea un punto de inflexión fundamental para los estudiantes. A medida que los impactos de estos cambios se propagan en las vidas y futuros de los niños y jóvenes mexicanos, un examen más detenido del estado de la educación en la nación es crucial al comenzar el año académico 2023-2024.
Paisaje Educativo en México: ¿Qué dicen los datos?
Uno de los indicadores clave que refleja los cambios en el panorama educativo de México es la esperanza de años de escolaridad, que mide cuántos años se espera que las personas de entre cinco y 29 años permanezcan inscritas en una institución educativa. En los últimos ocho años, desde el ciclo escolar 2015-2016 hasta el período 2021-2022, esta expectativa ha disminuido de 14.1 años (equivalente al segundo año de preparatoria) a 13.6 años (similar al primer año de preparatoria o un segundo año incompleto).
El porcentaje de estudiantes que completan la educación primaria y secundaria ofrece más información. En el ciclo escolar 2015-2016, las tasas de finalización fueron del 98.3 por ciento para primaria y 87.7 por ciento para secundaria. En contraste, para el ciclo escolar 2021-2022, estas tasas habían cambiado a 97 por ciento para primaria y 92.9 por ciento para secundaria.
Sin embargo, estas estadísticas quedan opacadas por las tasas de deserción, que han experimentado un descenso del 0.70% en primaria y 4.40% en secundaria durante el ciclo escolar 2015-2016 al 0.40% en primaria y 2.50% en secundaria durante el ciclo escolar 2021-2022.
Además, la educación se encuentra en un escenario donde en cinco años, el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que asisten a primaria y secundaria, ha disminuido.
Estadísticas sobre escolaridad en México
Nota: La tasa está expresada con relación al total de estudiantes inscritos al inicio del ciclo escolar.
Fuente: Tasa de abandono escolar Inegi, Esperanza de escolaridad Inegi, Porcentaje de alumnos que concluyen un nivel educativo Inegi
En cuanto a la población que sabe leer y escribir en México, las personas entre 6 y 14 años que son analfabetas, aumentaron en el mismo periodo de cinco años. En 2015, 8.35 por ciento de niños y adolescentes no sabían leer ni escribir, mientras que en 2020, el porcentaje subió a 9.38 por ciento.
Según el Censo de Población y Vivienda 2015 y 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015 el porcentaje de niños entre 6 y 11 años que asistía a la escuela, era de 97.7 por ciento, y entre 12 y 14 años, disminuyó a 93.3 por ciento. Cinco años después, en 2020, un 95.5 por ciento de niños entre 6 y 11 años iban a la escuela y de nueva cuenta disminuyó entre los 12 y 14 años, a 90.5 por ciento.
Porcentaje de la población que asiste a la escuela, 2020
Los nuevos libros de texto tienen más páginas
En cuanto al número de páginas de los nuevos libros, la discusión comenzó cuando se dio a conocer que no se tendrían las materias de forma tradicional, sino en campos formativos, por lo que la disminución de libros causó pánico. Sin embargo, después de una comparación entre los libros que se utilizaron entre 2019 y 2023, y los que se usarán a partir del ciclo escolar 2023-2024, es posible afirmar que el número de páginas aumentó.
En el caso de primer y sexto grado, la diferencia no es radical, ya que en primer grado, los libros de texto de 2019 a 2023, el promedio de páginas que un libro tenía era de 179, y había cinco libros, mientras que en los nuevos libros, que son seis, el promedio de páginas es de 255. En sexto de primaria, el promedio de páginas de los libros anteriores que eran nueve, fue de 150, y en los libros actuales, que son siete, el promedio son 296.
Navegando por los Cambios: La Perspectiva de la Comunidad Académica
La transición a los nuevos libros de texto y programas educativos no está exenta de desafíos. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), existe un riesgo crítico en la falta de integración de todos los niveles educativos en el nuevo plan de estudios y libros de texto. Fernanda Domínguez, la coordinadora de Educación en el IMCO, resalta la vulnerabilidad de todo el sistema de educación obligatoria, incluida la educación media superior. Domínguez argumenta que centrarse únicamente en la resolución de problemas del mundo real y el aprendizaje orientado a la comunidad podría descuidar el desarrollo de habilidades necesarias para un mercado laboral competitivo.
Domínguez también señala una paradoja en la que el nuevo enfoque enfatiza la resolución de problemas del mundo real a expensas del cultivo del talento alineado con las demandas del mercado laboral, debido a preocupaciones de que este enfoque entre en conflicto con el desarrollo humano y comunitario.
Esta perspectiva del IMCO resalta las incertidumbres potenciales sobre el futuro de los niños y adolescentes mexicanos, ya que el nuevo enfoque prioriza la resolución de problemas dentro de los entornos inmediatos de los estudiantes. Esto podría desviar inadvertidamente la atención de las habilidades y conocimientos necesarios para prosperar en un mercado laboral competitivo con estándares de alta calidad.
Dinámica en el aula: Un cruce de ideología y práctica
Los nuevos libros de texto han surgido como símbolos del derecho a la educación pública, pero representan solo una herramienta entre muchas que los educadores utilizan en sus aulas. Según Marlene Romo Ramos, investigadora educativa en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los libros de texto podrían servir como recursos beneficiosos a pesar de sus fallas. Romo enfatiza la necesidad de una evaluación matizada en lugar de un rechazo absoluto, reconociendo el potencial de estos materiales para rescatar conocimiento perdido en medio de la prolongada crisis de educación pública en México.
Romo también resalta la dimensión política de la discusión en curso, subrayando cómo el debate actual sobre los libros de texto destaca la importancia de los materiales educativos. La incomodidad expresada por ciertos sectores se origina en el cambio hacia un paradigma educativo más humanista, orientado a la comunidad y crítico.
Además, Romo se adentra en los fundamentos teóricos de los nuevos libros de texto, señalando las “Epistemologías del Sur”, un marco centrado en la dignidad de las comunidades marginadas y su conocimiento. Este enfoque desafía las estructuras de poder tradicionales y ha encontrado validación en otras partes de América y Europa.
La controversia se complica aún más debido a factores políticos y dinámicas históricas, como explica Romo. Grupos acostumbrados a moldear el conocimiento en los libros de texto en las últimas décadas, ahora están excluidos del proceso consultivo, lo que genera tensiones sobre la dirección del nuevo plan de estudios.
En medio de estos debates, el papel del estudiante está bajo escrutinio. Si bien los nuevos libros de texto enfatizan el aprendizaje basado en la comunidad, expertos como Paz Reyes, una veterana maestra de primaria en Puebla, subrayan que otras metodologías de enseñanza siguen siendo vitales. Ella argumenta que si bien contextualizar el aprendizaje es importante, los educadores también deben incorporar enfoques diversos para garantizar una educación integral.
Errores y Ambigüedades: En busca de la calidad
La transición a los nuevos libros de texto no ha estado exenta de obstáculos. Informes sobre errores en los libros han provocado indignación: desde errores tipográficos hasta conceptos mal definidos, ejemplos imprecisos e incluso percepciones de sesgos ideológicos y políticos. Esta discrepancia ha intensificado aún más la aprehensión del público.
La Secretaria de Educación de México, Leticia Ramírez Amaya, ha respondido a las preocupaciones, ofreciendo garantías de que los errores se abordarán y corregirán a través de prácticas estándar, como la emisión de erratas.
A medida que México entra en el nuevo año académico, las controversias y debates en torno a la introducción de nuevos libros de texto y reformas educativas no muestran signos de disminuir. El choque de perspectivas, la evaluación crítica del contenido y el discurso continuo resaltan la importancia de la educación en el progreso de la nación. El camino hacia un sistema educativo más integral y equitativo es complejo, requiriendo un diálogo continuo y colaboración entre educadores, formuladores de políticas, padres y estudiantes por igual. Los resultados de estas deliberaciones moldearán el futuro de la educación mexicana en las generaciones venideras.
Gracias!. Excelente análisis..💛