El Tren Maya pierde viabilidad financiera en 2025: sus ingresos propios apenas cubrieron 12.6 por ciento de los gastos de operación entre enero y septiembre.
El Tren Maya pierde nuevamente en 2025. Durante los primeros nueve meses del año, los ingresos propios del proyecto ferroviario apenas alcanzaron para cubrir 12.6 por ciento de sus gastos de funcionamiento, mientras que el resto fue compensado con subsidios públicos y recursos del Fideicomiso Artículo 18-A.
De acuerdo con los estados financieros de la empresa, el Tren Maya recibió tres mil 345 millones de pesos en apoyos gubernamentales y vía fideicomiso, frente a ingresos propios de apenas 387 millones de pesos, cifra insuficiente para sostener su operación.
El Tren Maya pierde: Ingresos mínimos, gastos millonarios
Entre enero y septiembre de 2025, el Tren Maya reportó ingresos por 387 millones 76 mil 935 pesos, producto de:
- Servicios de transporte de pasajeros: 353.6 millones
- Arrendamiento de locales: 8.7 millones
- Venta de souvenirs: 689 pesos
- Regalías: 7.9 millones
- Paquetes turísticos: 16 millones
- Arrendamiento de vehículos: 700,681 pesos
En contraste, los gastos de funcionamiento ascendieron a tres mil 68 millones de pesos, de los cuales el rubro de Servicios Generales concentró la mayor parte, con dos mil 352 millones destinados a servicios básicos, instalación, capacitación de maquinistas, publicidad y mantenimiento.
El resultado: el Tren Maya pierde dos mil 681 millones de pesos en sus primeros tres trimestres sin contar los subsidios, lo que confirma que el proyecto sigue lejos de la autosuficiencia financiera.
Subsidios e ingresos del DNR sostienen al proyecto
Aunque las transferencias se han moderado respecto al año previo, el proyecto ferroviario continúa dependiendo del erario. En 2025, la empresa recibió:
- Dos mil 168 millones de pesos del Fideicomiso Art. 18-A
- Mil 176 millones de pesos en subsidios federales
El Fideicomiso 18-A, creado en 2023, administra los recursos provenientes del Derecho de No Residente (DNR), un cargo a turistas extranjeros que antes se destinaba a promoción turística y atención de crisis. Hoy, ese dinero financia la operación, planeación y administración del Tren Maya.
A esto se suman 509 millones de pesos en pérdidas extraordinarias por obsolescencia, deterioros y depreciaciones, más del doble de lo registrado el año pasado.
Pese a que los reportes muestran un saldo total positivo de 324 millones, la propia empresa advierte que este resultado no debe interpretarse como utilidad, sino como un efecto de administración presupuestaria.
El Tren Maya pierde desde su primer año y no logra consolidar su modelo de negocio
Aunque el gobierno presume que en 2025 el Tren Maya ha transportado casi tantos pasajeros como los movilizados en todo 2024, esto no ha fortalecido sus finanzas. El proyecto sigue sin atraer suficientes turistas nacionales e internacionales, y no ha logrado diversificar sus líneas de negocio.
La falta de integración comercial se refleja en cifras como la venta de souvenirs, que solo ha dejado 689 pesos en nueve meses.

En los primeros tres meses del año, el Tren Maya ya había reportado pérdidas por mil 185 millones de pesos, a las que se sumaron 834 millones más durante el segundo trimestre. El déficit acumulado continúa ampliándose en 2025.
Hacia 2030: la promesa del punto de equilibrio
El director del proyecto ha insistido en que el Tren Maya alcanzará su punto de equilibrio en 2030, cuando los ingresos propios puedan cubrir los gastos de operación. Para lograrlo, el gobierno apuesta por la futura división de carga que, según sus estimaciones, podrá movilizar 4.7 millones de toneladas de mercancías en 2030.
Sin embargo, las cifras actuales muestran que el Tren Maya pierde sistemáticamente, depende del presupuesto público y continúa lejos de mostrar viabilidad financiera.



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