Asesinato del periodista Alejandro Gallegos: el director de La Voz del Pueblo fue encontrado sin vida este sábado en un cultivo de maíz en Cárdenas, Tabasco, horas después de que la Fiscalía General del Estado emitiera una alerta por su desaparición, marcando un nuevo golpe a la libertad de expresión en México.

El asesinato del periodista Alejandro Gallegos León, director del medio digital La Voz del Pueblo, ha conmocionado al estado de Tabasco y al gremio periodístico en México. Gallegos León fue encontrado sin vida el sábado 25 de enero en un cultivo de maíz en el poblado C-28 del municipio de Cárdenas, a 48 kilómetros de Villahermosa, luego de que la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGET) emitiera una alerta por su desaparición.

El cuerpo del comunicador y catedrático universitario presentaba siete impactos de bala y fue abandonado cerca de la carretera que conecta con el poblado. Según sus familiares, Alejandro Gallegos fue visto por última vez el viernes 24 de enero, cuando se dirigía a Cárdenas. Alrededor de las 14:30 horas, perdieron contacto con él, lo que llevó a reportarlo como desaparecido.

El primer periodista asesinado en el gobierno de Javier May

El asesinato de Alejandro Gallegos marca un trágico precedente en los primeros meses del gobierno de Javier May Rodríguez, quien asumió la gubernatura en medio de un contexto de creciente inseguridad en el estado. Este crimen reaviva las alarmas sobre los riesgos que enfrentan los periodistas en México, particularmente en regiones como Tabasco, donde varios comunicadores han sido asesinados en años recientes.

La Fiscalía General del Estado informó que se abrió una carpeta de investigación por la desaparición y el homicidio del periodista. En un comunicado, la dependencia aseguró estar realizando análisis forenses, recolección de pruebas y entrevistas para esclarecer el caso y aseguró que trabajará para evitar que quede impune. Sin embargo, este compromiso se enfrenta a un panorama desolador: en Tabasco, los crímenes contra periodistas suelen quedar sin castigo.

Un estado marcado por la violencia contra periodistas

El asesinato de Alejandro Gallegos León no es un caso aislado. Tabasco ha sido escenario de otros crímenes contra periodistas que permanecen sin resolver. En febrero de 2019, Jesús Ramos Rodríguez, conductor de un programa de radio, fue asesinado en Emiliano Zapata. Meses después, en junio de ese mismo año, Norma Sarabia, corresponsal del diario Tabasco Hoy, fue ultimada en su domicilio en Huimanguillo. Ambos casos ocurrieron durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández.

Más atrás, en 2018, el periodista Juan Carlos Huerta fue asesinado en Villahermosa, y en 2016, Moisés Dagdug, dueño de una radiodifusora, fue encontrado sin vida en su hogar. Las agresiones contra periodistas en Tabasco se remontan incluso al gobierno de Andrés Granier Melo, cuando los comunicadores Rodolfo Rincón y Alejandro Fonseca fueron ejecutados, presuntamente por miembros del Cártel de Los Zetas.

Reacciones de autoridades y organizaciones

El asesinato de Alejandro Gallegos León generó reacciones inmediatas en distintos sectores. El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, expresó sus condolencias a los familiares y se comprometió a que el caso no quedará impune. A través de redes sociales, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), donde el periodista también impartía clases, lamentó su muerte y envió un mensaje de solidaridad a su familia.

Por su parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato y llamó a las autoridades a realizar una investigación exhaustiva que incluya la labor periodística de Gallegos como una línea de indagatoria. En un comunicado, la ONU-DH expresó su solidaridad con los familiares y colegas del periodista, destacando que su asesinato representa un golpe al derecho a la libertad de expresión en el país.

El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas informó que Alejandro Gallegos no era beneficiario de sus medidas. Sin embargo, anunció que solicitará la intervención de la Fiscalía General de la República para garantizar una investigación imparcial y efectiva.

No se mata la verdad matando periodistas

El asesinato de Alejandro Gallegos León vuelve a poner de manifiesto los riesgos de ejercer el periodismo en México, considerado uno de los países más peligrosos para la prensa en el mundo. De acuerdo con organizaciones internacionales, la impunidad es el principal factor que perpetúa esta violencia.

El gremio periodístico en Tabasco y el resto del país exige no solo justicia para Alejandro Gallegos, sino también medidas estructurales que garanticen la seguridad de quienes informan a la sociedad. En un contexto de creciente hostilidad hacia los medios de comunicación, el caso de Gallegos León debe servir como un recordatorio de la importancia de proteger a quienes dan voz a las comunidades y denuncian las injusticias.

Mientras las autoridades prometen que no habrá impunidad, el asesinato del periodista Alejandro Gallegos León sigue siendo un testimonio doloroso de los desafíos que enfrenta el ejercicio del periodismo en México. La exigencia de verdad y justicia persiste, mientras su familia, colegas y estudiantes lamentan una pérdida irreparable.