Un centro de rehabilitación en Culiacán fue atacado por un grupo armado la madrugada del 7 de abril, dejando nueve muertos, cuatro heridos y el secuestro y asesinato de su director, en uno de los episodios más violentos registrados en estos espacios en Sinaloa.
Un centro de rehabilitación en Culiacán fue blanco de un brutal ataque armado durante la madrugada del lunes 7 de abril, dejando un saldo de nueve personas asesinadas y al menos cuatro heridas. El ataque ocurrió alrededor de las 2:00 de la mañana, cuando un comando irrumpió violentamente en la clínica “Shaddai”, ubicada en la calle Cerro de San Cayetano 904, en la colonia Colinas de San Miguel, municipio de Culiacán, Sinaloa. La violencia desatada en este centro representa un nuevo capítulo en la serie de agresiones que han golpeado a instituciones de este tipo en el estado.
“Nos iban a matar a todos”: testigos relatan la masacre en el centro de rehabilitación en Culiacán
Según testimonios de los sobrevivientes, los atacantes derribaron los portones de las cocheras para entrar con armas largas y, sin piedad, dispararon contra los internos. “No nos mataron a todos porque se les atoró el rifle, iba a hacer una masacre, nos iban a matar a todos, se fueron rápidamente porque no pudieron hacer más”, relató uno de los jóvenes que logró escapar del tiroteo.
Uno de los hechos más alarmantes fue el secuestro y posterior asesinato de Guillermo Rodríguez Gaxiola, presidente de la Unión de Redes de Centros de Rehabilitación en Sinaloa y propietario de la clínica Shaddai. Rodríguez Gaxiola fue sacado de su domicilio por la fuerza, frente a su esposa e hijos. Su cuerpo fue hallado horas después, envuelto en una bolsa negra en la colonia La Costerita. Tenía claras huellas de tortura, lo que sugiere que fue brutalmente asesinado.
Múltiples centros atacados el mismo día
Este ataque no fue un hecho aislado. Ese mismo día fueron agredidos al menos otros dos centros vinculados a Rodríguez Gaxiola: “Rehabilítate” y “Casa Manantial”, este último ubicado en la colonia Villa Universidad, cerca de Ciudad Universitaria. En Casa Manantial no se reportaron disparos, pero sí un desalojo masivo como medida de seguridad. Extraoficialmente se habla de hasta cinco ataques en total, aunque el gobierno estatal ha reconocido únicamente tres.
Gobernador reconoce siete ataques similares
En su conferencia del 7 de abril, el gobernador Rubén Rocha Moya confirmó la gravedad del ataque, aunque también intentó minimizar la situación al afirmar que “este no es el único caso”, reconociendo que hay al menos siete incidentes similares. Sus declaraciones, lejos de tranquilizar a la sociedad, han generado indignación entre familiares de víctimas y activistas del sector, quienes denuncian el abandono y la falta de protección a estos espacios.
El panorama que enfrenta el sistema de centros de rehabilitación en Sinaloa es complejo. De acuerdo con cifras oficiales, existen 256 centros de este tipo en el estado, pero solo 102 cuentan con la regulación correspondiente por parte de la Secretaría de Salud. Irónicamente, el centro de rehabilitación en Culiacán atacado —Shaddai— sí formaba parte del grupo regulado, lo que evidencia que ni siquiera los centros que operan legalmente están exentos del riesgo.
¿Reclutamiento forzado en centros de rehabilitación?
Los ataques a centros de rehabilitación en Sinaloa han ido en aumento en los últimos años, y muchos apuntan a una práctica peligrosa: el reclutamiento forzado por parte del crimen organizado. NMás reporta que el pasado 9 de diciembre, por ejemplo, un comando armado irrumpió en varios centros de rehabilitación en Mazatlán y privó de la libertad a al menos 16 jóvenes. Las autoridades aseguraron que se habían marchado voluntariamente, pero familiares y videos filtrados contradicen esa versión.
Uno de esos casos fue el de Luis, un joven de 30 años internado desde hacía cuatro meses. Días después de su desaparición, comenzó a circular un video en redes sociales donde aparecía siendo torturado, junto con otros jóvenes. Según testimonios de sus familiares, Luis declaró que había menores reclutados en la sierra, y que fue llevado a la fuerza por integrantes de “Los Chapos”, una célula del Cártel de Sinaloa.
En el caso reciente de Culiacán, las autoridades no descartan que se trate de un conflicto entre grupos criminales rivales. En la conferencia matutina del 8 de abril, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, afirmó que “todo indica que fue una célula de los conocidos como ‘Los Chapitos’ agrediendo a una de su grupo antagónico”. También confirmó que las nueve muertes se produjeron dentro de las instalaciones del centro Shaddai y que las investigaciones están en curso en coordinación con la Fiscalía de Sinaloa.
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