Omisiones de la Fiscalía en Teuchitlán: FGR admite fallas y omisiones graves en la investigación del campo de exterminio en Jalisco. Las autoridades perdieron pruebas e ignoraron el hallazgo de más de mil prendas. 

Las omisiones de la Fiscalía en Teuchitlán fueron admitidas por el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero: en 2024, tras la primera revisión del Rancho Izaguirre por parte de la fiscalía estatal, no se cumplió con el debido registro e identificación de los hallazgos. Esto significa que las más de mil 300 prendas de las presuntas víctimas que han sido reportadas por las autoridades pudieron estar en el rancho desde septiembre de 2024, pero la fiscalía las ignoró y ocultó. 

El descubrimiento de cuatro crematorios clandestinos en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, ha puesto en evidencia la brutalidad del crimen organizado y las graves omisiones de las autoridades. El colectivo Guerreros Buscadores, integrado por familiares de personas desaparecidas, fue el que descubrió este “campo de exterminio” donde inicialmente se encontraron más de 400 prendas de vestir, restos óseos semicalcinados y tres hornos crematorios.

Sin embargo, la investigación continúa creciendo y los hallazgos ya superan las mil 300 prendas. El miércoles 19 de marzo, la Fiscalía rindió el primer informe completo de los avances en esta investigación, desde el primer cateo realizado en septiembre de 2024, cuando las autoridades cometieron una serie de negligencias que terminaron por ocultar los hallazgos del rancho Izaguirre. 

Hay negligencias en la investigación de Teuchitlán desde 2024

De acuerdo con el reporte de la Fiscalía General de la República (FGR) en 2024 no se cumplió con el debido registro e identificación de todos los hallazgos en el rancho Izaguirre, especialmente las prendas de vestir y calzado que quedaron abandonadas en el lugar. Además, no se procesaron los vehículos que habían sido encontrados en el predio, y seis meses después, tres de ellos ya fueron robados.

Uno de los hallazgos más preocupantes es que no se notificó a la Fiscalía General de la República (FGR) sobre la posesión de armas de alto calibre y la posible presencia de delincuencia organizada en el lugar, según las palabras de Gertz Manero. Tampoco se realizó una identificación inmediata de huellas dactilares, lo que podría haber proporcionado pistas clave sobre los responsables. El fiscal no informó si se tiene identificado algún sospechoso. 

Hasta ahora, las noticias siguen siendo incompletas y carecen de congruencia. Seis meses después del descubrimiento inicial de la fiscalía de Jalisco, las autoridades aún no cuentan con un dictamen definitivo sobre la antigüedad e identidad de los restos humanos encontrados. Además, la fiscalía asegura que no hay un dictamen con el que se pueda comprobar que las zanjas del rancho hayan tenido “actividades crematorias”, que debieron haber estado sometidas a temperaturas entre 800 y mil 200 grados centígrados para calcinar los cuerpos. 

La fiscalía ignoró testigos, perdió pruebas y le robaron autos

Por otro lado, las preguntas de la prensa también generaron una lista de las omisiones de la Fiscalía en Teuchitlán dos semanas después del segundo hallazgo de este campamento clandestino. 

• De acuerdo con Gertz Manero, no se han analizado los posibles vínculos entre autoridades locales y los cárteles que operan en la región. 
• Asimismo, no se dio seguimiento a las declaraciones de una de las víctimas liberadas, quien afirmó que la ropa encontrada pertenecía a personas que eran llevadas al lugar para ser adiestradas.
• El inmueble, que estaba bajo el resguardo de autoridades locales, quedó en completo abandono y sin protección, lo que permitió que pruebas clave se perdieran o fueran alteradas.
• Desde el primer hallazgo de la Fiscalía hasta el descubrimiento del colectivo Guerreros Buscadores, tampoco se tomaron testimonios de vecinos de la zona, quienes podrían haber proporcionado información valiosa sobre las actividades en el rancho.
• La Fiscalía de Jalisco no procesó los vehículos asegurados, y tres de ellos ya fueron robados. 

¿Campo de exterminio o de entrenamiento? La fiscalía sigue en silencio

La pregunta que sigue sin respuesta es si este lugar funcionaba como un campo de exterminio o de entrenamiento. Las autoridades no han podido confirmar la naturaleza exacta del sitio, aunque la presencia de hornos crematorios, restos humanos y prendas de vestir sugiere un escenario de violencia extrema.

Ante las omisiones de la Fiscalía en Teuchitlán, se ha asegurado que las autoridades se harán responsables de la investigación y sus resultados. “Nos vamos a hacer responsables de esta investigación y todos sus resultados. A partir de que nos hagamos responsables, haremos todas las diligencias”, dijo el fiscal Gertz Manero. 

Pero mientras las familias de las víctimas exigen justicia, las preguntas sobre lo ocurrido en el rancho Izaguirre siguen sin respuesta. Lo único claro es que este caso es uno de los miles que enfrentan fallas sistémicas causadas por el sistema de justicia que, en lugar de proteger a las víctimas, parece contribuir a su olvido.