El primer reporte de López Obrador sobre Ayotzinapa defiende al Ejército por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas. AMLO se justifica diciendo que “hay gente conservadora, odiadora nuestra”.

El primer reporte de López Obrador sobre Ayotzinapa fue entregado a los padres de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014. Después de casi un sexenio de promesas y prórrogas por diversos motivos, el presidente Andrés Manuel López Obrador otorgó un informe de sus labores y avances en la resolución del caso hasta el 8 de julio de 2024, mismo que defiende al Ejército mexicano. 

En 21 puntos, el reporte de López Obrador sobre Ayotzinapa critica la conducta de las personas y funcionarios que han liderado las demandas de justicia en el caso de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala. Especialmente, señala sus conexiones con el gobierno de Estados Unidos y sus agencias. 

Al señalar a funcionarios públicos y hasta a periodistas como Anabel Hernández, López Obrador justifica el incumplimiento de uno de sus principales compromisos de gobierno asegurando que fue culpa de “falsarios, pequeñoburgueses, como se decía antes, aspiracionistas y aduladores del dinero y defensores de la oligarquía”. Además, asegura que “todo ello debe seguirse debatiendo, porque basta de simulaciones e hipocresías, cuando está de por medio la verdadera defensa del pueblo pobre y humillado de siempre”. 

Pero, ¿a qué simulaciones se refiere el presidente? Esto es lo que dice el reporte de López Obrador sobre Ayotzinapa, mismo que fue divulgado en el diario La Jornada. 

AMLO presume 119 personas detenidas, entre ellos Murillo Karam

De acuerdo con el reporte de López Obrador sobre Ayotzinapa, el gobierno de México tiene 119 personas detenidas en 2024. Entre ellos, el presidente presume que se encuentra el ex procurador de justicia, Jesús Murillo Karam. Sin embargo, Murillo Karam enfrenta su encierro en prisión domiciliaria desde abril de 2024, después de haber pasado dos años con privilegios tanto en el reclusorio como en los hospitales a los que acudía, ya que padece distintas enfermedades, entre ellas una condición pulmonar.

Además, López Obrador afirma que han sido detenidos 60 policías municipales y que hay 17 militares y 35 integrantes de la delincuencia organizada procesados. En total hay 142 personas procesadas por estar relacionadas con el caso Ayotzinapa.

El presidente también destaca que a partir de la llegada de Rosendo Gómez Piedra como fiscal especial desde octubre de 2022, han sido realizadas 42 entrevistas a 15 prisioneros e informantes “que hoy se encuentran en libertad”. Por lo tanto, desde el inicio del sexenio de López Obrador se han registrado 197 órdenes de aprehensión y se han interpuesto 45 recursos contra resoluciones de jueces del Poder Judicial Federal.

“Con la información de testigos y participantes voluntarios se han realizado 280 excavaciones con la participación de 270 elementos de la Fiscalía General de la República y de la Fiscalía Especial”, dicta la misiva del presidente para los padres de las víctimas. 

Pero las medidas del gobierno de México no han sido suficientes para combatir la impunidad y la revictimización de los 43 estudiantes desaparecidos, torturados y asesinados de Ayotzinapa. 

López Obrador está con el ejército, no con los estudiantes

Para el presidente, desde el inicio del caso de Iguala, Guerrero, las autoridades mexicanas ocultaron la verdad de la desaparición de los estudiantes e inventaron la “verdad histórica”, misma que fue atribuida al gobierno de Enrique Peña Nieto y que, según López Obrador, acusa al Ejército mexicano injustamente y sin pruebas claras. 

“Ahora bien, ¿en qué basan su afirmación de que fue el Ejército?” Se cuestiona el presidente. “Otro elemento que se usa para culpar al Ejército es una serie de escuchas de la DEA, en las que algunos miembros de Guerreros Unidos sostienen, de manera no muy convincente, que ellos le entregaban sobornos al coronel Rafael Hernández Nieto”. 

Con este argumento, López Obrador intentó mitigar el impacto de la relación de “Guerreros Unidos” con los militares. Sin embargo, justificó que esta prueba podría sustentar la vinculación de la delincuencia organizada con el ejército, “pero no la participación de esta institución en la infamia cometida contra los jóvenes”. 

Defendiendo en todo momento la falta de evidencias que rectifique que los militares participaron en la desaparición de los estudiantes, el presidente de México también acusó a los defensores de los padres y madres de los jóvenes de Ayotzinapa, así como a los directivos del Centro Prodh de actuar “consciente o inconscientemente a favor de los presuntos responsables de la desaparición de los jóvenes”, dice su carta. 

López Obrador no cumplió su compromiso con Ayotzinapa, pero dice que es por la “oligarquía”

La hipótesis del presidente es que “se quiere acusar al Ejército sin fundamento de los hechos de septiembre de 2014 en Iguala”. En el reporte, AMLO no asegura justicia por la desaparición de los estudiantes, mejor dicho, se justifica con una cronología que revictimiza tanto a los padres de los estudiantes desaparecidos como a las Organizaciones que se han movilizado en favor de sus derechos, por no haber cumplido con uno de sus principales compromisos de gobierno. 

No obstante, el presidente argumenta que con cualquier nueva evidencia que involucre a miembros del Ejército “no habrá, como no la ha habido en ningún caso durante el gobierno que represento, encubrimiento o impunidad. Pues la mejor manera de mantener la fortaleza y el prestigio del Ejército es actuar con rectitud y justicia y castigar a quienes incurren en abuso de autoridad y cualquier otro delito”, presume AMLO en la misiva. 

Casi diez años después de uno de los crímenes más despiadados en México, López Obrador sigue justificando que aquellas personas que son críticas con el ejército son “gente conservadora, odiadora nuestra (…) pequeñoburgueses, como se decía antes, aspiracionistas y aduladores del dinero y defensores de la oligarquía”. 

Pero sus justificaciones no son suficientes para detener el tiempo. Ayotzinapa lleva 10 años en la impunidad.