Una mujer murió en Smart Fit mientras entrenaba en la sucursal Tlatelolco de Ciudad de México; es la sexta muerte registrada en esta cadena desde 2024, lo que ha desatado nuevas críticas por la falta de protocolos y equipo médico en sus instalaciones.
Una mujer murió en Smart Fit la noche del martes 20 de mayo de 2025, mientras realizaba ejercicio en la sucursal Tlatelolco de esta cadena de gimnasios, ubicada en la colonia Guerrero, en la Ciudad de México. La víctima fue identificada como Reina S., de 39 años. Según los primeros reportes, se desvaneció repentinamente mientras entrenaba en el área destinada a ejercicios de pierna. A pesar de que entrenadores intentaron reanimarla, los paramédicos que llegaron al lugar confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
Este fallecimiento se suma a una serie de muertes ocurridas en otras sucursales de Smart Fit en los últimos meses, lo que ha desatado una oleada de críticas contra la cadena y ha encendido las alarmas sobre los protocolos de atención médica en establecimientos deportivos.
Una mujer murió en Smart Fit: ¿qué han hecho las autoridades?
Tras el incidente, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio culposo. Como parte de las diligencias, la sucursal fue clausurada y el inmueble quedó bajo resguardo de las autoridades. Además, dos entrenadores del gimnasio fueron detenidos inicialmente por su presunta responsabilidad en omitir los protocolos de atención médica. Ambos fueron liberados después de rendir su declaración ante el Ministerio Público, al no hallarse pruebas concluyentes para imputarles responsabilidad penal directa.
Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que los agentes ingresan al gimnasio y realizan las detenciones, mientras testigos relatan que Reina fue sacada del inmueble antes de que se solicitara formalmente ayuda médica. Esta presunta omisión ha sido el punto central del debate público: ¿están preparados los gimnasios para enfrentar emergencias médicas?
Testimonios sobre la muerte de la mujer en Smart Fit
Usuarios de la sucursal Tlatelolco y testigos del hecho denunciaron en redes sociales que el personal del gimnasio no aplicó correctamente protocolos de emergencia. Algunos señalaron que los entrenadores intentaron mover a la víctima en lugar de esperar la llegada de paramédicos, una acción que pudo haber complicado aún más su estado.
Además, periodistas como Carlos Jiménez reportaron que no había personal médico en el lugar al momento del colapso de Reina, y que los intentos de reanimación fueron realizados por empleados sin preparación especializada.
Una mujer murió en Smart Fit y con ella volvió a surgir una pregunta urgente: ¿cuántas personas más deben fallecer antes de que las autoridades y empresas privadas tomen medidas reales para garantizar la seguridad de sus usuarios?
Un patrón que preocupa: seis muertes en poco más de un año
Desde febrero de 2024, al menos otras cinco personas han perdido la vida mientras realizaban ejercicio en instalaciones de Smart Fit:
- 12 de febrero de 2024: un hombre de 49 años en la sucursal Vía 515, Iztacalco.
- 29 de febrero de 2024: Ailene, de 20 años, en Puerta Aragón, Gustavo A. Madero.
- 2 de abril de 2024: Loyda Y., de 60 años, en Parque Tepeyac.
- 4 de noviembre de 2024: un hombre de 74 años en Plaza Zentralia, Iztapalapa.
- Marzo de 2025: un hombre de 40 años en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
Con la muerte de Reina S., suman al menos seis personas fallecidas en gimnasios de esta cadena, en distintos puntos del Valle de México, en apenas 15 meses. Las circunstancias han sido distintas, pero las críticas coinciden en un punto: la aparente falta de protocolos y personal capacitado para enfrentar emergencias.
Reacción institucional: buscan regular la atención médica en gimnasios
En respuesta a este patrón preocupante, el diputado Ricardo Rubio, del PAN, presentó el 13 de mayo una iniciativa en el Congreso de la Ciudad de México que obligaría a los gimnasios a contar con personal médico capacitado, desfibriladores automáticos y formación básica en primeros auxilios para todos los trabajadores.
Aunque la propuesta aún se analiza en comisiones, ha ganado visibilidad tras la muerte de Reina. La medida, de aprobarse, podría representar un cambio significativo en los estándares de operación de este tipo de establecimientos, que hoy funcionan con requisitos mínimos en materia de atención médica.
A pesar del impacto mediático y la preocupación expresada por usuarios en redes sociales, Smart Fit no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el fallecimiento de Reina ni sobre los protocolos que aplicó el personal en ese momento. Esta falta de pronunciamiento ha sido interpretada por muchos como una evasión de responsabilidades.
Mientras tanto, una mujer murió en Smart Fit y la indignación crece. Usuarios exigen respuestas, y organizaciones civiles comienzan a presionar para que se establezcan auditorías de seguridad en gimnasios. Lo que está en juego no es solo la reputación de una empresa: es la vida de miles de personas que asisten a estos espacios buscando mejorar su salud.
La FGJ-CDMX continúa las investigaciones para esclarecer si hubo negligencia o fallas estructurales en la atención que recibió Reina. Se espera que los resultados de los peritajes, testimonios y análisis de videos puedan ofrecer una explicación más clara de lo sucedido, pero para muchas personas ya hay una verdad evidente: Reina no debió morir ahí.
Una mujer murió en Smart Fit y su muerte podría marcar un antes y un después. No solo por la pérdida irreparable que representa, sino porque ha vuelto a poner en el centro del debate público una pregunta fundamental: ¿cuál es la responsabilidad de los centros de ejercicio cuando la salud y la vida de sus usuarios están en juego?
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