CNTE bloquea Palacio Nacional la mañana de este miércoles, impidiendo el acceso de periodistas y personal previo a la conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum, como parte de su jornada de protesta contra la Ley del ISSSTE de 2007.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquea Palacio Nacional el miércoles 21 de mayo y la conferencia mañanera no puede ser realizada por primera vez en la historia. La protesta magisterial, encabezada por la CNTE, escaló la madrugada del miércoles 21 de mayo cuando los docentes retiraron las vallas de seguridad y cerraron todos los accesos al Palacio Nacional, impidiendo el ingreso de periodistas y personal del gobierno federal.
La acción directa fue ejecutada horas antes de la tradicional conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum. Como consecuencia, por primera vez en su administración, la mandataria federal tuvo que trasladar la “mañanera” al ámbito virtual, transmitiéndola desde el Salón Tesorería sin presencia de medios y con preguntas formuladas vía videoconferencia.
El bloqueo se dio a pesar de que un día antes, el 20 de mayo, la Coordinadora había acordado una reunión con la presidenta Sheinbaum para el viernes 23, tras una larga jornada de negociaciones en la Secretaría de Gobernación (Segob). No obstante, el magisterio asegura que no ha obtenido una respuesta concreta a su principal demanda: la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, y decidió mantener las protestas hasta obtener compromisos más firmes.
¿Por qué la CNTE bloquea Palacio Nacional? Exige un sistema de pensiones solidario
El eje de la protesta es el rechazo a la reforma de pensiones que entró en vigor en 2007 y que sustituyó el esquema solidario —donde el Estado financiaba las jubilaciones— por un sistema de cuentas individuales administradas por Afores. La CNTE exige revertir esta reforma y volver a un modelo de pensiones estatal, que, argumentan, es más justo para el magisterio.
Isael González, secretario de la sección 7 de la CNTE, señaló en entrevista que el Estado sí cuenta con recursos suficientes para atender su demanda. “No es imposible tomando en cuenta que las Afores hoy administran una cantidad impresionante del dinero de los maestros”, afirmó. González también criticó que el gobierno siga pagando el Fobaproa mientras se niega a financiar pensiones dignas. Según él, el verdadero motivo por el que no se deroga la Ley del ISSSTE es que “los banqueros perderían un negocio muy importante”.
A esta exigencia central se suman otras, como el cálculo de pensiones en salarios mínimos y no en UMAS, el reconocimiento de los años de servicio como criterio principal para la jubilación —28 años para mujeres y 30 para hombres— y la desaparición de las cuentas individuales administradas por las Afores.
“No habrá represión, habrá diálogo”, dice Sheinbaum
Durante la conferencia virtual, la presidenta Claudia Sheinbaum intentó mantener el tono conciliador y aseguró que su gobierno no caerá en provocaciones ni responderá con represión. “No creemos en eso. Creemos en el diálogo y vamos a encontrar una salida”, afirmó.
La mandataria recordó que su administración ha mantenido mesas de negociación con la CNTE y que el diálogo está abierto. Subrayó que las demandas del magisterio están siendo revisadas por la Segob, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Hacienda, quienes han participado en los encuentros con la Coordinadora.
A pesar del bloqueo, el Gabinete de Seguridad sesionó como cada mañana, con varios funcionarios conectados de forma remota. Desde las 7:40 de la mañana, la conferencia inició con la presentación de avances del Tren México-Pachuca por parte del comandante Gustavo Ricardo Vallejo.
Sheinbaum reiteró que el encuentro con los líderes de la CNTE sigue agendado para este viernes al mediodía. Según fuentes oficiales, se espera que en esta reunión se aborden temas sensibles como el sistema de pensiones, el salario docente y los mecanismos de evaluación y promoción en el sector educativo.
Siete días de protestas y plantón en el Zócalo
El movimiento de la CNTE comenzó el 15 de mayo, Día del Maestro, con una marcha en la Ciudad de México y la instalación de un plantón indefinido en el Zócalo capitalino. Desde entonces, las acciones han escalado: bloqueos en avenidas, toma de casetas de peaje, apertura gratuita en estaciones del Metro de CDMX y cierres en los accesos a la Secretaría de Gobernación.
En todos los casos, el magisterio ha recalcado que sus movilizaciones continuarán mientras no haya una respuesta clara del Ejecutivo. Aunque el gobierno ha ofrecido medidas como un aumento salarial del 9 por ciento más un adicional del 1 por ciento a partir de septiembre y una semana más de vacaciones, la CNTE ha manifestado su rechazo a estas propuestas por considerarlas insuficientes.
En sus declaraciones más recientes, los voceros del movimiento reiteraron que su exigencia es un aumento salarial del 100% sobre el sueldo base y no simples incrementos graduales.
¿Y el resto del país?
Las protestas de la CNTE en la capital del país han generado reacciones divididas. Mientras algunos sectores apoyan la demanda de mejorar las condiciones del magisterio, otros critican las afectaciones a la vida pública, especialmente cuando se impide el libre tránsito o se bloquean instituciones como Palacio Nacional. Aun así, el apoyo a nivel nacional no parece decrecer, y se han registrado movilizaciones paralelas en otros estados.
Mientras tanto, el gobierno federal enfrenta el desafío de mantener el diálogo abierto con un grupo que históricamente ha mostrado desconfianza hacia las instituciones. La cita del viernes será clave para saber si existe una vía de negociación viable o si el conflicto se extenderá.
Por ahora, CNTE bloquea Palacio Nacional y con ello ha logrado, al menos simbólicamente, poner en jaque la rutina diaria de la presidencia. Más allá del bloqueo físico, el magisterio ha obligado al gobierno a reconocer que aún quedan pendientes estructurales por resolver en el sistema educativo mexicano.
Así, mientras la CNTE bloquea Palacio Nacional en exigencia de justicia laboral y pensiones dignas, el país observa de cerca si el gobierno de Sheinbaum logrará —como promete— resolver el conflicto mediante el diálogo o si se avecina una crisis mayor en el sector educativo.
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