El fenómeno la Niña en 2024 se encuentra en estado de vigilancia, podría traer cambios extremos de temperatura en verano.
El fenómeno “La Niña” en 2024 podría traer lluvias intensas, bajas temperaturas y ciclones tropicales en verano. La temporada de huracanes iniciará entre junio y agosto de 2024, y no dará un respiro climático después de “El Niño” que inició en julio de 2023.
El fenómeno climático de El Niño y La Niña afecta a diversos países del mundo, incluyendo México. Ambos se caracterizan por anormalidades de temperatura en las aguas superficiales del Océano Pacífico ecuatorial. Sin embargo, son fenómenos contrarios. Esto genera cambios significativos en los patrones climáticos.
El estatus de alerta de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), se encuentra en estado de advertencia. Según el NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), el estado de advertencia es un indicador de que el fenómeno terminará su ciclo entre abril y junio de 2024.
Sin embargo, existe un 55 por ciento de probabilidad de que “La Niña” llegue a sustituirlo de forma inmediata, entre los meses de junio y agosto de 2024.
¿Qué son los fenómenos de la Niña y el Niño?
El ciclo conocido como la Niña y su fase opuesta, el Niño, son variaciones climáticas en la franja tropical del océano Pacifico. Los países más afectados son aquellos que tienen más cercanía con el Pacífico ecuatorial. Entre ellos, las costas del norte de Perú, México, Honduras y Ecuador.
El fenómeno de La Niña se encuentra en estado de vigilancia y se espera su llegada en los próximos seis meses. La Niña se caracteriza por el enfriamiento anormal de -0.5 grados Celsius en las aguas superficiales del océano Pacífico. Según el pronóstico del NOAA, la llegada del fenómeno en verano de 2024 tendría efectos de humedad extrema a comparación de los últimos meses.
En México, los efectos de La Niña pueden ser los siguientes:
- Lluvias intensas: Se pueden experimentar lluvias más intensas de lo normal, especialmente en el sur y sureste de México, lo que podría llevar a inundaciones y deslizamientos de tierra.
- Bajas temperaturas: En algunas áreas del país, especialmente en el norte, se pueden experimentar temperaturas más frías de lo normal.
- Aumento de ciclones tropicales: El número de ciclones tropicales en el océano Pacífico puede aumentar, afectando costas mexicanas con tormentas y huracanes.
Por el contrario, El Niño se caracteriza por el calentamiento anormal del Océano Pacífico con un incremento de 0.5 grados Celsius. Esto genera cambios significativos en los patrones de temperatura cálida.
En México, la presencia de El Niño ha detonado las siguientes consecuencias:
- Sequías: Incremento en las regiones del norte y centro de México.
- Aumento de temperaturas: Las temperaturas pueden ser más altas de lo normal en algunas áreas, especialmente en el norte del país.
- Tormentas e inundaciones: Algunas áreas de México pueden experimentar un aumento en la frecuencia e intensidad de las tormentas debido a la precipitación.
¿Cómo nos afecta el fenómeno La Niña?
Según Alejandro Jaramillo Moreno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cambio de fenómeno no implica una mejora en la crisis de agua y sequía en México. El Niño y la Niña tienen distintas consecuencias de acuerdo con la región del país.
El Dr. Jaramillo explica que en las zonas donde la Niña no favorece las sequías, la falta de agua intensifica la problemática en los estratos de cultivo y agricultura. Además, la Niña registra temperaturas menores, pero eso no significa que favorezca la regulación del calentamiento global:
“Hay zonas en donde La Niña favorece las sequías, las lluvias llegan con poca cantidad de agua y esta afectación se va alargando hasta el año que sigue. Entonces, este fenómeno perjudica a las poblaciones y ecosistemas que subsisten con base a la demanda de agua”, declara en un artículo de la UNAM.
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