“Tales de Mileto alguna vez por estudiar los cielos cayó en un pozo y se burlaron de él: ‘sabrás mucho del cielo, pero ignoras la Tierra’”
El otro día tuve la fortuna (o tal vez no) de escuchar a un funcionario público del gobierno del estado de Puebla mencionar, tan lleno de emoción como aquel que anuncia al ganador de la lotería, que “¡los altos mandos bajaron a ver cómo estaba la situación!” En la pantalla aparecía el gobernador Antonio Gali fotografiado en uno de los municipios poblanos más dañados por el sismo del 19 de septiembre.
Ya no pude seguir escuchando. Los altos mandos bajaron del cielo a la tierra, sus palabras solo me provocaron desconfianza, por lo que ante cualquier duda, lo mejor es buscar información, y me encontré notas de LadoB (Metepec, la comunidad a la que le repartieron promesas de papel, Pilcaya, Calmeca, Tilapa y Cuilotepec: ahora urge la reconstrucción, entre otras) y una de Proceso, titulada “La tragedia poblana: Pobres, sin casa, empapados y olvidados por la autoridad”, en la que se puede leer: “Maldonado menciona que los damnificados acusan al mandatario (Antonio Gali) de dedicarse a recorrer los municipios afectados sólo ‘para tomarse la foto’.”
Esto me recordó un ensayo de Gabriel Zaid, De los libros al poder, dónde relata: “Tales de Mileto alguna vez por estudiar los cielos cayó en un pozo y se burlaron de él: ‘sabrás mucho del cielo, pero ignoras la Tierra’”. Ignoran la tierra. Para muestra hay dos vídeos del gobernador de Puebla recorriendo las zonas afectadas, en el primero (un tanto largo) al inicio de los reclamos da la espalda a un ciudadano y minutos después increpa a alguien diciéndole, “¿a los negativos por qué no los quitas?”
En el segundo vídeo intenta cargar escombro en un retroescavadora llena: es una imagen que parece lista para un comercial. No comentaré la segunda escena del vídeo porque al estar editado es imposible saber si verdaderamente los ciudadanos pidieron que el gobernador se retirara.
En días pasados, María de Jesús Patricio, portavoz del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), mejor conocida como Marichuy, mencionó que “En este tiempo que acabamos de pasar las catástrofes, se vio clarito que no les interesa la gente de abajo”. Los de abajo otra vez, los que están en la tierra. Estoy convencido de que para incidir adecuadamente en la política pública, los ciudadanos debemos trabajar en conjunto con el gobierno, no hay mejor camino. Ante un sismo que dejó a muchos sin nada, la opinión más importante era la de aquellos ciudadanos, tal vez “negativos” pero también afectados, que buscaban ayuda, soluciones con los que tienen por obligación, como mínimo, escucharlos.
El estado de Puebla ya ha recibido $570 millones de apoyos parciales inmediatos del Fonden* para restablecer las comunicaciones y los servicios básicos, realizar acciones de limpieza inmediata, remoción de escombros y todo aquello que lleve a la normalización de la actividad en las zonas afectadas. Los recursos están. Comienza una etapa importante, llena de retos; muchos municipios necesitarán ser reconstruidos.
Para esta tarea existe más de una propuesta que viene de la sociedad civil y de las empresas, que buscan aliarse con el gobierno del estado, pero ninguna servirá si no escuchan las necesidades de los afectados, aunque nos parezcan negativos.
Por cierto, a pesar de que la frase “los altos mandos bajaron” me dejó perplejo, el funcionario tiene razón: Chietla está mil metros sobre el nivel del mar, mientras que la ciudad de Puebla tiene un promedio de dos mil 135 metros sobre el nivel del mar. Sí bajaron.
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*Fuente: Portal Fuerza México. Transparencia Presupuestaria, Secretaría de Hacienda y Crédito Público
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