“Cuando empezó la pandemia me suspendieron las citas médicas por medio año. En ese tiempo sólo tuve dos consultas en seis meses”
– René, paciente con diabetes
En 2020, durante la pandemia de COVID-19, los pacientes con diabetes en México enfrentaron desabasto de medicamentos, retrasos en sus consultas y reducción en hospitalizaciones.
Fuente: Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud, 2010-2021. Consultados y analizados en 2022 por Serendipia
Ese mismo año, hubo un exceso de mortalidad del 35.7 % en pacientes con diabetes: mientras se esperaban 110 mil 239 muertes por esta enfermedad, ocurrieron 149 mil 645 defunciones.
Fuente: Estadísticas de Defunciones Registradas. Inegi, 2021
El número de diagnósticos de diabetes durante la pandemia disminuyó en 49 por ciento. Sin embargo, la enfermedad se mantuvo entre las tres principales causas de muerte a nivel nacional y registró un exceso de mortalidad del 35 por ciento. ¿Cómo fueron afectadas las personas con diabetes por la emergencia sanitaria?
Este reportaje es parte de “Víctimas Paralelas: las afectadas de las que no se habla”, un proyecto de Serendipia/PODER.
La atención de la diabetes durante la pandemia en las instituciones públicas de salud disminuyó significativamente. Por ejemplo, en 2020 se reportó una reducción del 49 por ciento en el número de diagnósticos por esta enfermedad, como lo revelan los datos de la Secretaría de Salud (SSa). Sin embargo, ese año también se registró un exceso de mortalidad del 35.7 por ciento en pacientes con diabetes. Es decir, 39 mil defunciones más de las esperadas para 2020. El Estado de México fue la entidad con mayor exceso de mortalidad durante ese año: las muertes ocurridas superaron en 67.1 por ciento las expectativas de decesos por diabetes.
De hecho, pacientes que conviven día a día con esta enfermedad crónica vieron limitado su acceso a la salud durante la pandemia debido, entre otros factores, a la falta de medicamentos esenciales para tratarla. “Mi última revisión médica fue hace dos meses en una clínica particular. Antes, cuando tenía seguro (social), mis consultas eran mensuales. Pero ahora las realizo cada dos o tres meses, dependiendo de la disponibilidad económica que tengamos en casa”.
En 2020 Felipe perdió su trabajo a raíz de la pandemia: antes laboraba como ingeniero industrial en una compañía privada. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población económicamente activa se redujo en 17.6 por ciento durante el segundo trimestre de ese año. Felipe es uno más de los afectados que tras los reajustes de las empresas ante el confinamiento, resultó perjudicado por la reducción en sus nóminas.
Felipe también padece diabetes desde hace 20 años: esta enfermedad le fue diagnosticada a los 40, cuando comenzó a presentar síntomas comunes como la pérdida de peso. Desde que se le descubriera, su tratamiento consiste en inyecciones diarias de insulina glargina y tres pastillas de metformina, dos medicamentos que le ayudan a controlar la cantidad de glucosa en su sangre. Además, debe acompañarlas con cápsulas de levotiroxina y losartán para tratar su hipertensión.
“Antes estos medicamentos me los brindaba el seguro. A veces yo los compraba porque lo que da el IMSS no alcanza, pero ahora todo lo tengo que costear por mi cuenta”, dice Felipe en entrevista con Serendipia. Junto a su empleo, Felipe también perdió su seguridad social y, con ella, la asistencia médica por parte del Estado. Durante 20 años acudió a la Unidad Familiar 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Puebla. Sin embargo, en la actualidad debe hacerse cargo solo. “Todo es particular ahora porque he estado desempleado dos años y dejé de tener seguro”, afirma.
Para Patricio la situación fue parecida, pues también se vio obligado a asumir los gastos de esta enfermedad por su cuenta. Si bien logró conservar su empleo durante la pandemia, la contingencia sanitaria le dificultó el acceso a consultas médicas. “Mi última revisión con el especialista de medicina interna fue hace dos años, unos días antes de la pandemia”, dice Patricio en entrevista con Serendipia. “Antes de esa fecha las citas con el médico familiar eran cada mes, pero durante la pandemia me las cancelaron porque mi hospital se convirtió en hospital COVID”.
De acuerdo con el médico general Marco Antonio González Pineda, lo recomendable para pacientes con diabetes es agendar citas cada mes sobre todo cuando la enfermedad es detectada. Además de realizar estudios de laboratorio para monitorear los niveles de azúcar en la sangre. “Una vez que el paciente esté estable la frecuencia de las consultas dependerá de cómo vaya evolucionando. Esto será conforme a su tratamiento, también si tiene hábitos como el ejercicio y la posibilidad de llevar una alimentación adecuada para su enfermedad, baja en carbohidratos y grasas”, afirma el médico en entrevista con Serendipia.
Pero debido a la contingencia sanitaria los pacientes no sólo enfrentaron problemas con sus consultas médicas: el número de diagnósticos de diabetes durante la pandemia también se redujo casi a la mitad en 2020. Esto según datos de los Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud (SSa) analizados por Serendipia. La investigación abarca un periodo de 11 años (2010 a 2021) en el sector de salud pública de todo el país.
Exceso de mortalidad por diabetes: 35.7 por ciento más defunciones por esta enfermedad de las esperadas en 2020
“Como paciente con diabetes sentí mucho estrés y temor durante la pandemia porque sabía de mi vulnerabilidad”, recuerda René. “Intenté seguir las indicaciones al pie de la letra, pero pues siempre existía ese riesgo por mi enfermedad. El doctor fue muy claro: la diabetes no haría factible mi recuperación en caso de contagiarme de COVID-19”.
De acuerdo con el médico González Pineda, padecer diabetes sí aumenta el riesgo de hospitalización y muerte al contagiarse porque un paciente con la enfermedad es más susceptible a complicaciones. “Este riesgo se debe a que la diabetes es una enfermedad inflamatoria crónica progresiva que afecta a todo el cuerpo. Cuando da COVID, entra al cuerpo otra enfermedad inflamatoria aguda que acentúa todo el problema inflamatorio crónico que el paciente con diabetes tiene de por sí”, explica.
Defunciones a causa de diabetes entre 2012 y 2021
Según los datos sobre exceso de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) analizados por Serendipia, en 2020 se esperaban 110 mil 239 muertes por esta enfermedad, pero en su lugar ocurrieron 149 mil 645 fallecimientos. Es decir: 39 mil defunciones más que equivalen a un exceso de mortalidad del 35.7 por ciento, de acuerdo con los cálculos del Inegi.
Existe un exceso de mortalidad cuando la cifra real de muertes supera la expectativa de las autoridades sanitarias durante un periodo específico. Este exceso se calcula a partir del “número de defunciones ocurridas menos el número de defunciones esperadas” en un lapso de tiempo, según el Boletín Estadístico sobre el Exceso de Mortalidad en México de la Secretaría de Salud.
En 2020, la diabetes se ubicó como la tercera causa de muerte a nivel nacional tras las enfermedades del corazón y la COVID-19. De acuerdo con las “Estadísticas de defunciones registradas de enero a junio de 2021” por el Inegi, en ese periodo la enfermedad continuó justo en la misma posición que en 2020.
Defunciones a causa de diabetes por entidad entre 2012 y 2021
Además, los datos preliminares del Inegi evidencian que durante toda la pandemia (esto es, de enero de 2020 a junio de 2021) las muertes por diabetes excedieron un 35.3 por ciento lo esperado. Es decir, si en ese periodo las autoridades sanitarias tenían una expectativa de 164 mil 889 defunciones por esta enfermedad, en realidad ocurrieron 223 mil 141: una diferencia de 58 mil decesos más en esos 18 meses.
“Ahora tengo las tres vacunas pero si no las tuviera y me contagiara de COVID, ya no la estaría contando”, comenta Felipe. “Debo tener mucho cuidado con lo que hago para evitar contagiarme. Por eso dicen que cuando uno tiene diabetes se deprime”.
Tan sólo en Puebla el exceso de mortalidad por esta enfermedad fue más del doble de lo calculado por el Inegi: en 2020 hubo 52.3 por ciento más muertes en el estado de las esperadas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, el Estado de México fue la entidad con mayor exceso de mortalidad en todo 2020: ese año el estado superó en 67.1 por ciento las expectativas de decesos por esta enfermedad.
En 2020 seis entidades reportaron una cifra de defunciones por diabetes del doble de lo esperado por las autoridades sanitarias: además de Puebla y el Estado de México, Chiapas, Tlaxcala, Ciudad de México y Tabasco registraron un exceso de mortalidad mayor al 50 por ciento. Les sigue Baja California, que superó en 48.8 por ciento la expectativa de decesos.
“La misma autoridad lo ha dicho en las noticias. Han tenido desabasto de medicamentos y si antes lo tenían, ahora es peor”, afirma Felipe. “Mis anteriores compañeros de trabajo me contaron que debían conseguir sus medicamentos en particular. Incluso se ha llegado a rumorear entre ellos que ni insulina van a dar en el seguro. Una sola ampolleta te cuesta mil pesos y sólo dura un mes. A eso suma todo lo demás”.
Diagnósticos de diabetes durante la pandemia se redujeron casi a la mitad en 2020
Si la diabetes no se detecta a tiempo provocará de inicio problemas cardiovasculares en el paciente, según el médico González Pineda. “Esto ocurre porque el azúcar produce antioxidantes, los cuales dañan el endotelio (que es la capa interna de todas las arterias). Por eso se dice que la diabetes es una enfermedad que afecta a todo el cuerpo”, explica el doctor. “Si un paciente no se percata de su enfermedad, si no tiene revisiones o si su tratamiento es irregular e insuficiente, dañará su sistema circulatorio y su corazón. Más adelante se pueden presentar otros problemas de tipo renal y neurológico”.
En su análisis, Serendipia encontró que durante 2020 la cantidad de diagnósticos de diabetes disminuyó en 59.87 por ciento con respecto a 2014 (el año con más registros del periodo abarcado). Si en 2014 hubo 12.3 millones de diagnósticos, en 2020 esta cifra se redujo hasta los 4.9 millones. En 2021, la cifra aumentó en 4.13 por ciento, pues el número de diagnósticos fue de 5.1 millones durante el año pasado, según datos preliminares de la SSa.
Evolución de los diagnósticos de diabetes realizados entre 2010 y 2021
Si se compara con 2019, un año antes del inicio de la pandemia, la disminución es menor pero significativa. En este caso, la reducción en 2020 alcanza un 49 por ciento, ya que el número de valoraciones médicas en 2019 fue de poco más de 9 millones.
“En la pandemia me mantuve checándome por mi cuenta. Si no podía tomar mi nivel de azúcar una vez a la semana, al menos lo hacía cada quince días”, recuerda Patricio, quien padece diabetes desde hace 11 años. Su tratamiento consiste en pastillas de metformina y glibenclamida dos veces al día, con una de linagliptina durante la comida; estos medicamentos le ayudan a reducir los niveles de glucosa en su sangre. Todo este tiempo se ha atendido en la Clínica CAPU del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en la ciudad de Puebla.
No obstante, con la pandemia se vio obligado a cuidarse por sí mismo. “Comencé a tomarme yo solo la glucosa porque a mediados de 2020 me avisaron que se suspendería mi atención médica”, afirma. De acuerdo con los datos de la SSa, las valoraciones en Puebla bajaron de 1.5 millones en 2019 a 649 mil en 2020: esta es una reducción de 59.1 por ciento.
“Si no es posible asistir a revisiones, lo mejor es comprarse un glucómetro para medirse en casa continuamente y monitorear la glucosa por su cuenta”, dice González Pineda. “El monitoreo depende de la evolución del paciente: habrá algunos que la necesitarán dos o tres veces por semana y otros sólo una”.
Felipe recuerda que, cuando tenía seguro, tampoco recibía los medicamentos de forma regular, lo que representaba un problema por su condición insulinodependiente. “No era muy constante el seguro (el IMSS) en su entrega de medicamentos. Siempre nos decían que los laboratorios que les proveían no cumplían, que no surtían por situaciones internacionales que provocaban desabasto. El problema es que el seguro no prevé este tipo de situaciones que se llegan a presentar, como lo demostró la pandemia”, declara Felipe.
Evolución de los diagnósticos de diabetes por entidad realizados entre 2010 y 2021
En Puebla, la disminución de consultas fue aún más significativa en 2021: ese año las valoraciones médicas por diabetes se redujeron en 16.7 por ciento con respecto a 2020. Por tanto, entre 2019 y 2021 la disminución fue de hasta 65.9 por ciento. Anteriormente la mayor reducción en el estado se había dado entre 2015 y 2016, cuando los diagnósticos de diabetes pasaron de 1.7 a 1.5 millones.
En Guerrero la disminución fue aún mayor, pues la cantidad de diagnósticos de diabetes durante la pandemia se redujo en 75.6 por ciento en 2020. Morelos fue otro de los estados con recorte en las valoraciones médicas por diabetes durante la pandemia: en su caso, los diagnósticos disminuyeron en 61.1 por ciento para 2020. De hecho, esta última entidad pasó de 118 mil diagnósticos en 2019 a sólo 46 mil durante el año de inicio de la pandemia.
“Con el desabasto que hubo en 2020 la institución me dijo que no tenía el medicamento y que dentro de los inventarios no estaba la orden de requisición a los laboratorios que les surten”, dice René en entrevista con Serendipia. Desde hace siete años René fue diagnosticado con diabetes e hipertensión y ha sido atendido en la Unidad Familiar 2 del IMSS en la ciudad de Puebla. “Fue a principios de año. Terminé 2019 con mis consultas mensuales, pero a raíz del inicio de la pandemia comencé a tenerlas cada tres meses. Sólo me recetaban medicamento para ese tiempo, pero dos veces no lo hubo”.
“La diabetes va a requerir principalmente de dos cosas: ejercicio y una alimentación adecuada, pero nunca será suficiente para controlarla”, afirma el médico González Pineda. “No existe un método milagroso ni naturista para tratarla. Esto sólo se logra con los medicamentos que se dan dependiendo de cada paciente”.
Hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia: 2020 registra el menor número en nueve años
Tal como explica el médico González Pineda, la diabetes es una enfermedad crónico degenerativa que de por vida merma cada vez más la salud del paciente que la padece. Incluso aunque haga ejercicio, lleve una dieta adecuada y siga su tratamiento al pie de la letra. “La enfermedad va a avanzar inevitablemente. Es probable que a pesar de los máximos cuidados, después de varios años el paciente pueda terminar con una complicación. Esto es lo más común”, afirma el doctor.
“Perder mi trabajo y mi seguro incrementó muchísimo mis gastos. Al mes invierto casi dos mil pesos en medicamentos, más tres mil en revisiones médicas que pago cada que puedo”, declara Felipe. “Aunado a que todos los productos aumentaron en estos últimos dos años, incluidas las medicinas”.
En contraste, el número de hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia se redujo en un 36.2 por ciento en 2020. Ese año se registraron apenas 41 mil 818 hospitalizaciones a nivel nacional por esta enfermedad; esta cifra fue de 65 mil 626 en 2019.
Evolución de las hospitalizaciones por diabetes entre 2011 y 2021
Desde 2012 hasta 2019 la cantidad de hospitalizaciones por diabetes en el país se mantuvo entre 59 y 65 mil hospitalizaciones anuales. En realidad, los datos demuestran que el año con menor número de hospitalizaciones por diabetes es 2011, año desde el que se tiene registro de las hospitalizaciones por esta enfermedad en los Cubos Dinámicos de la SSa.
Sin embargo, como explicamos anteriormente, la reducción en hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia no se debió precisamente a una baja de complicaciones por esta enfermedad. “De hecho, un paciente con diabetes está predispuesto a la hipertensión. Por tanto, si no se sigue el tratamiento adecuadamente se tiende a requerir hospitalización y a complicarse su enfermedad”, explica el médico González Pineda.
“En el transcurso de la contingencia tuve que costear todos los medicamentos de mi bolsillo, lo que significó que mi gasto incrementara unos mil pesos mensuales que antes no tenía previstos. Principalmente porque era difícil conseguir una cita con el doctor de medicina familiar que es quien me surtía el medicamento”, recuerda Patricio.
Pero la pandemia no sólo repercutió en los diagnósticos, hospitalizaciones y el desabasto de medicamentos para atender esta enfermedad. “Pasó al inicio de la pandemia que no encontré alcohol líquido por ningún lado y eso fue un problema. Yo lo necesito cada día para desinfectar el área en la que voy a inyectarme la insulina”, denuncia Felipe. “Estuve todo el 2020 usando gel antibacterial para poder hacerlo”.
“Cuando empezó la pandemia me suspendieron las citas médicas por medio año. En ese tiempo sólo tuve dos consultas en seis meses”, recuerda René. “Después me mandaron con un especialista. Pero él dijo que, sólo por mi situación particular, aún con la pandemia tenía que tomar las consultas de forma mensual”.
De acuerdo con el médico González Pineda, una de las complicaciones si no existe un seguimiento es la neuropatía diabética que consiste en dolor o ardor en los nervios. Esto también provoca que los pacientes no sientan parte de alguna extremidad, sobre todo en las inferiores como las piernas. “Si esto continúa, a largo plazo afectará a todo el cuerpo: desde la piel, la vista y el sistema neurológico. Además del corazón, el daño principal se concentra en los riñones pues la diabetes daña sus vasos sanguíneos”, explica.
Sin embargo, a diferencia de René, Felipe y Patricio, no todos los pacientes con esta enfermedad tuvieron la misma oportunidad de atenderse durante la contingencia sanitaria. En el caso de las hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia, en Puebla hubo una reducción del 48 por ciento en 2020 con respecto al año anterior. Es decir, la entidad pasó de poco más de tres mil en 2019 a sólo mil 600 hospitalizaciones en 2020.
Evolución de las hospitalizaciones a causa de diabetes por entidad realizados entre 2011 y 2021
En esta línea, Tabasco fue otro de los estados en los que la cantidad de hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia se redujo casi a la mitad: el 47.6 por ciento en 2020 con respecto al año anterior. En su caso, el número pasó de las dos mil 799 hospitalizaciones a únicamente mil 400 durante el año de inicio de la pandemia. El Estado de México también presentó una disminución significativa del 44.3 por ciento entre 2019 y 2020.
Pero los problemas cardiovasculares que genera la diabetes no sólo tienen como resultado un incremento en el riesgo de sufrir infartos y daños renales. “El no seguir correctamente el tratamiento tiene como consecuencia que los pacientes se sigan complicando. A fin de cuentas, al tener daño circulatorio van a padecer también úlceras en las extremidades que incluso pueden llegar a la amputación”, explica el médico González Pineda.
“Supe de personas (con diabetes) que se contagiaron de COVID y tuvieron que recurrir al oxígeno, otro problema porque un tanque llegó a costar hasta 20 mil pesos”, afirma Felipe. “Obviamente la gente no tenía dinero para eso. Muchos se fueron porque, ¿de dónde sacar 20 mil pesos cada cuatro días para comprar un tanque de oxígeno?”
Este reportaje es parte de la segunda entrega de “Víctimas Paralelas: las afectadas de las que no se habla”, un proyecto de Serendipia y PODER. En la primera entrega fue investigado el panorama general de acceso a la salud durante la pandemia de COVID-19 en México. Además, un análisis de las compras públicas del gobierno hecho por PODER reveló que en plena emergencia sanitaria, el gobierno de México modificó el monto de 65 contratos y desapareció 10 de las plataformas de acceso a la información. Dichas facturas tendrían un valor de 10 mil millones de pesos.
En esta segunda entrega, PODER investigó la escasez de medicamentos contra el cáncer en Veracruz. Además encontró historias de pacientes con cáncer en esta entidad que sufrieron maltrato por parte del personal de salud y cancelación de tratamientos.
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