Gobierno
Promesa 78 de 100
“En tres años quedará solucionado en definitiva el problema de la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México; para entonces ya estarán funcionando las vialidades, dos pistas nuevas y la terminal de pasajeros en la base aérea de Santa Lucía, con lo cual se salvará el Lago de Texcoco y nos habremos ahorrado 100 mil millones de pesos”.
Andrés Manuel López Obrador, 1 de diciembre de 2018
Avance
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió que en 2021 estarían “funcionando las vialidades, dos pistas nuevas y la terminal de pasajeros en la base aérea de Santa Lucía”. Con este proyecto se solucionaría la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México, se salvaría el Lago de Texcoco y se ahorrarían 100 mil millones de pesos; todo en el plazo de tres años.
Ya se agotó el tiempo y sí se redujo la saturación en la capital del país, pero no fue gracias al aeropuerto en Santa Lucía, sino a la pandemia.
De hecho, el nuevo aeropuerto no estará listo hasta 2022 y el gasto de su construcción también incluye un monto de 113 mil 327 millones de pesos correspondientes a la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
En pocas palabras, el compromiso presidencial está roto.
Antecedentes
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está saturado desde hace años. Esta saturación contempla tanto las operaciones en el campo aéreo como ña atención a pasajeros.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se planeó construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) -también conocido como aeropuerto de Texcoco-, pero al llegar a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador propuso una solución distinta: atender la demanda del Valle de México utilizando tres aeropuertos simultáneamente.
Esto incluye modernizar el Aeropuerto de la Ciudad de México, incorporar al Aeropuerto de Toluca y construir el Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles (AIFA) en la base aérea militar de Santa Lucía, Estado de México.
La primera etapa de la obra incluye los elementos que AMLO dijo que estarían funcionando en tres años: vialidades, dos pistas nuevas y la terminal de pasajeros. Sin embargo, ninguna de estas partes de la obra están concluidas y no lo estarán este año.
El AIFA se inaugurará el 21 de marzo de 2022, tres meses después del plazo en que AMLO dijo que estaría funcionando su primer día como presidente de México. Hasta el 22 de noviembre, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) -ente gubernamental encargada de construir y operar el AIFA- ha concluido el 82.40 por ciento de la megaobra, de acuerdo con lo reportado por el gobierno federal.
Aun con el aeropuerto de Santa Lucía en construcción, la saturación del Aeropuerto de la Ciudad de México sí disminuyó, pero fue debido a las medidas de protección impuestas para atender la pandemia por COVID-19. “Cuando el AICM regrese a su nivel de operación normal veremos si se soluciona o no”, dice Luciano Arturo Pérez García, ingeniero y miembro de la Asociación de Ingenieros en Aeronáutica.
No obstante, el sistema de operación de los tres aeropuertos para el Valle de México se enfrenta a un par de retos, de acuerdo con Luciano Pérez.
En el nacimiento de un aeropuerto primero viene la obra civil, luego la certificación y finalmente la puesta en operación. Esta certificación se da cuando se verifica que un aeropuerto cumple con estándares nacionales e internacionales de calidad, eficiencia y seguridad en la operación. A cuatro meses de la inauguración, el aeródromo no está certificado.
“En la medida en que los requerimientos de la Organización de Aviación Civil Internacional se puedan atender y se tenga un aeropuerto certificado es como podremos ver una operación segura”, dice Luciano Pérez.
Además, el tener un espacio aéreo compartido entre el aeropuerto de la Ciudad de México y el de Santa Lucía en sí es un reto. Cuando Santa Lucía tiene operaciones militares el aeropuerto de la Ciudad de México debe cerrar, informa Luciano Pérez. “Habrá que ver que no implique un nivel de riesgo hacia la operación aérea en nuestra bóveda celeste”, dice el experto en aeronáutica y aeropuertos.
Finalmente, el aeropuerto tendrá que ser atractivo para los usuarios, esto es que tengan conectividad, precios accesibles, disponibilidad de vuelos, etcétera. Esta rentabilidad estará influenciada por los apoyos del gobierno y las empresas aéreas. “No es solo abrir un aeropuerto, sino abrir un aeropuerto con todos los atractivos hacia el usuario”, explica Luciano Pérez.
¿Se ahorraron 100 mil millones de pesos?
El aeropuerto en Santa Lucía tiene un costo de construcción menor al del aeropuerto en Texcoco. Sin embargo, la cancelación del segundo y la reconfiguración del primero supone una solución más cara, menos rentable y más riesgosa que terminar el aeropuerto de Texcoco, de acuerdo con Ludwig Van Bedolla de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Sin embargo, el ingeniero Luciano Pérez opina que no se sabrá si la opción más económica es el AIFA hasta que termine el proyecto, y aun entonces la comparación sería injusta. “El NAIM no se terminó, entonces tampoco se sabe el costo real de terminar la obra. Quedarían los supuestos de lo que pasa con (el aeropuerto) Felipe Ángeles contra la promesa de lo que hubiera costado el NAIM, lo más probable es que hubiéramos requerido una mayor inversión”, comenta.
Lo que sí se sabe es que el aeropuerto de Texcoco tenía un avance del 53 por ciento al momento de su cancelación y esta decisión representó un gasto de 113 mil 327.7 millones de pesos, tomando en cuenta lo invertido en la obra y el costo de terminarla anticipadamente, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Sin contar el monto adicional relacionado con la liquidación de los bonos emitidos, cuyos intereses no son considerados como costo por la ASF hasta que no se realicen los pagos.
La ASF publicó la auditoria 1394-DE relativa a la cancelación del Proyecto del Aeropuerto de Texcoco en la revisión de la Cuenta Publica de 2019 informando que el costo ascendía a 331 mil 966 millones de pesos. El presidente López Obrador respondió que el cálculo era incorrecto. Tras esto, la ASF reconoció inconsistencias en sus cálculos, entre las que se encontraban cálculos de gastos futuros que aún no se materializaban.
“(El costo de cancelación del Proyecto del Aeropuerto de Texcoco) es menor a lo estimado inicialmente por una deficiencia metodológica”, comunicó el Auditor Especial de Desempeño Agustín Caso Raphael. Quien fue separado de su cargo más tarde.
Finalmente, la Auditoría Especial de Cumplimiento Financiero de la ASF y el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México llegaron a la conclusión de que “los costos erogados en la inversión de la construcción del NAICM ( Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) y la terminación anticipada de contratos al 31 de diciembre de 2019 asciende a la cantidad de 113 mil 327.7 millones de pesos”.
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