Se conoce como COVID prolongado a cuando una persona presenta síntomas y complicaciones de la COVID-19 por más de cuatro meses después de la enfermedad.
¿Qué es el COVID prolongado? Algunas personas que se han enfermado de COVID-19 presentan síntomas y complicaciones nuevas, recurrentes o continuas por más de cuatro semanas después de la infección.
Estos síntomas varían de persona a persona y aún no han sido estudiados a profundidad, pero a continuación está la información conocida al respecto.
¿Qué es el COVID-19 prolongado?
El COVID-19 prolongado es el síndrome en el que los síntomas de la enfermedad duran semanas o meses después de la infección, de acuerdo con Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Esto le puede pasar a cualquier persona que se haya contagiado de COVID-19, tanto si tuvo una enfermedad grave o leve como si fue asintomática.
Las personas con COVID-19 prolongado dicen experimentar diversos síntomas a la vez o solo uno de ellos, entre los que están los siguientes:
- Cansancio o fatiga
- Dificultad para pensar o concentrarse
- Dolor de cabeza
- Dolor en el pecho
- Pérdida del gusto o el olfato
- Mareos al ponerse de pie
- Corazón que late rápido o muy fuerte
- Dolor de pecho
- Dificultad para respirar o falta de aire
- Tos
- Dolor muscular o en las articulaciones
- Depresión o ansiedad
- Fiebre
- Síntomas que empeoran luego de actividades físicas o mentales
Estos síntomas pueden aparecer tiempo después de la recuperación de la enfermedad o estar presentes desde el inicio de la infección y pueden ser por tres razones: efectos del COVID-19, del tratamiento o de la hospitalización por la enfermedad.
¿Cuáles son los efectos de la enfermedad a largo plazo?
La COVID-19 afecta los órganos de la persona que la padece, por lo que puede tener efectos en las funciones del corazón, los pulmones, los riñones, la piel y el cerebro. Estos daños multiorgánicos de la COVID-19 pueden aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo.
Por ejemplo, el daño al músculo cardíaco del corazón puede elevar el riesgo de insuficiencia cardíaca u otras complicaciones cardíacas en el futuro, según Mayo Clinic.
La enfermedad también puede causar daño duradero a los diminutos sacos de aire (alvéolos) en los pulmones, lo que puede resultar en problemas respiratorios a largo plazo.
Los posibles daños al cerebro incluyen accidentes cardiovasculares, convulsiones y parálisis temporal, así como el aumento del riesgo de desarrollar Parkinson y Alzheimer.
La COVID-19 también puede debilitar los vasos sanguíneos y hacer que tengan fugas, lo que podría causar que la persona tenga problemas a largo plazo en el hígado y los riñones.
Por otra parte, las personas que tuvieron que ser hospitalizadas o que incluso requirieron asistencia mecánica para respirar pueden presentar debilidad grave y trastorno de estrés postraumático. Esto puede provocar fatiga extrema y problemas de estado de ánimo.
¿Cuánto tiempo dura el COVID-19 prolongado?
Hasta el momento, se desconoce cuánto tiempo podrían durar los efectos posteriores a la COVID-19 y a largo plazo. Sin embargo, se han reportado síntomas que persisten por meses.
Los CDC y Mayo Clinic recomiendan observar de cerca a las personas que han tenido COVID-19 para vigilar cómo están funcionando sus órganos después de recuperarse. En caso de que alguien sospeche que tienen una afectación posterior a la enfermedad COVID-19, debe acudir al médico para recibir atención personalizada.
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