En 2019, Fonatur utilizó solo 0.6 por ciento del presupuesto para la determinación del impacto ambiental del Tren Maya, de acuerdo con la auditoría de la ASF.
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) uso sólo 0.6 por ciento del presupuesto asignado para la determinación del impacto ambiental del Tren Maya en 2019, concluyó la auditoría “Acciones Preparatorias para la Determinación del Impacto Ambiental por el Desarrollo del Proyecto Tren Maya“, parte de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2019 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Esta auditoría evaluó las acciones realizadas por el Fonatur para elaborar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya durante 2019. Como resultado, la ASF encontró que aunque el Fondo contaba con cinco mil 963 millones de pesos para realizar la MIA, solo utilizó 36 millones de pesos, es decir, 0.1 por ciento del presupuesto.
La mayoría de esos 36 millones de pesos (95.4 por ciento) fue utilizado por el Fonatur para pagar los “Estudios de preinversión para la construcción de polos de desarrollo a largo de la ruta del Tren Maya” y el resto (1.6 millones de pesos que equivalen a 4.6 por ciento), para los estudios de preinversión para la construcción de la vía ferroviaria. Esto de acuerdo con la información proporcionada por Fonatur a la ASF.
Pero los montos reportados en la Cuenta Pública 2019 son diferentes: 2.3 millones de pesos para los estudios de preinversión de la vía férrea y 34.4 millones de pesos para los estudios de preinversión de los polos de desarrollo. La auditoría señala que el Fonatur no indicó las razones de esta diferencia.
El impacto ambiental no fue determinado
La ASF concluyó que aunque el Fonatur solictó el registro de los estudios de preinversión de factibilidad ambiental y el Análisis Costo Beneficio (ACB) ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en 2018 para contar con recursos en 2019, el ACB fue presentado hasta enero de 2020 y “no incluyó las principales conclusiones de factibilidad ambiental”. Además, el 23 de diciembre de 2019 el Fonatur recibió la exención de la MIA para el tramo de la vía férrea existente.
Por estas razones, la ASF considera que el proyecto no aseguró la determinación de los daños ambientales que causará el desarrollo del Tren Maya. Además, el Fonatur no identificó a las “especies y procesos biológicos de las comunidades o poblaciones donde se desarrollara el proyecto”.
La ASF también concluyó que el Fonatur “desconoce el ambiente en el que se va a desarrollar el proyecto” y no cuenta con el significado ambiental de cada factor que puede ser afectado por el Tren Maya. Por estas razones, no se aseguró la determinación del impacto ambiental por el desarrollo del proyecto Tren Maya que permitiera la sustentabilidad ambiental del proyecto y garantizar el derecho a un ambiente sano”.
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