Los ingresos aumentaron con AMLO, pero Pemex frenó la recaudación. La falta de una reforma tributaria y los millonarios apoyos a Pemex limitaron la recaudación, dejando a México con uno de los sistemas fiscales más débiles del mundo, revela análisis de México Evalúa.

Durante el sexenio pasado, los ingresos aumentaron con AMLO en cantidad, pero su crecimiento se estancó en comparación con el tamaño de la economía. Esto se debió a que no hubo una reforma fiscal que aumentara los impuestos de manera estructural y a la caída de la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex). Aunque el gobierno apretó la fiscalización a los contribuyentes, esto no mejoró mucho la recaudación en comparación con gobiernos anteriores.

Así lo revela el análisis “Desplome de Pemex con AMLO arruinó mayor pago de impuestos“, de la organización México Evalúa.

Los ingresos aumentaron con AMLO, pero…

En 2024, el gobierno ingresó 7.4 billones de pesos, un 8.5 por ciento más que en 2018.Pero en relación con el PIB, los ingresos quedaron en el mismo nivel que en 2008 (22.1 por ciento ). A nivel global, México sigue siendo de los países que menos recauda en comparación con su economía.

Si comparamos con otros presidentes, del fin del sexenio de Peña Nieto al final del de López Obrador el aumento de los ingresos del gobierno central solo un 5.8 por ciento, mientras que sus antecesores lograron más: Enrique Peña Nieto (24.4 por ciento), Felipe Calderón (21.4 por ciento), Vicente Fox (36.2 por ciento), Ernesto Zedillo (22 por ciento) y Carlos Salinas (12 por ciento).

Pemex dejó de ser un apoyo y se convirtió en un problema

“A pesar de lo que pudiera pensarse, el gran culpable del mal desempeño en la política de ingresos de López Obrador no fue la pandemia de 2020, sino el deterioro de los ingresos petroleros”, dice el informe de México Evalúa. Pero, ¿por qué?

Un factor clave en el freno a los ingresos fue Pemex. Durante el sexenio, la petrolera recibió 2.2 billones de pesos en apoyos del gobierno, cinco veces más que con Peña Nieto. Pero en lugar de mejorar, la empresa siguió perdiendo dinero y aportó menos recursos al país. En 2013, Pemex generaba el 39 por ciento de los ingresos públicos; en 2024, solo el 10 por ciento.

Además, para intentar aliviar su situación, el gobierno redujo la carga fiscal de Pemex, permitiéndole pagar menos impuestos. Sin embargo, esto tuvo el efecto contrario: en lugar de fortalecer a la empresa, disminuyó la recaudación pública sin que la petrolera lograra una mejora sustancial en su producción o finanzas.

Más fiscalización, pero sin cambios de fondo

Aunque los ingresos aumentaron con AMLO, el gobierno optó por aumentar la recaudación mediante fiscalización. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) endureció la cobranza eliminando la compensación universal (un mecanismo que ayudaba a los contribuyentes a pagar impuestos con saldos a favor) y redujo las devoluciones fiscales. Con esto, la recaudación por fiscalización subió 308 por ciento en comparación con 2018 y llegó a 1.05 billones de pesos en 2024. Aun así, estos esfuerzos no fueron suficientes para sustituir una reforma fiscal.

Para lograrlo, el SAT aumentó las auditorías y revisiones a grandes empresas y contribuyentes, lo que incrementó la recaudación de impuestos atrasados.Este método no es sostenible en el largo plazo porque depende de cobrar deudas existentes en lugar de generar nuevos ingresos recurrentes.

En cuanto a impuestos, el ISR creció 19.4 por ciento con AMLO, pero menos que con Peña Nieto (63.2 por ciento). El IVA aumentó solo 13.1 porciento, mientras que con Peña Nieto subió 25.3 por ciento y con Fox, 52.3 por ciento.

Menos incentivos para la inversión

Otro efecto de la falta de una reforma fiscal fue la incertidumbre para las empresas. En lugar de ofrecer un esquema claro y predecible de impuestos, el gobierno apostó por medidas administrativas para aumentar la recaudación, lo que generó preocupación entre inversionistas. La eliminación de la compensación universal y la disminución de devoluciones fiscales afectaron especialmente a negocios que dependen de estos mecanismos para operar con estabilidad.

Esto puede haber tenido un impacto negativo en el crecimiento económico, ya que menos incentivos fiscales y más fiscalización agresiva pueden desalentar la inversión privada, dice el análisis de México Evalúa.

Más deuda para compensar la falta de ingresos

Sin una reforma fiscal y con tanto dinero destinado a Pemex, el gobierno tuvo que endeudarse más para financiar el gasto público. La deuda pública aumentó significativamente, y aunque se mantuvo en niveles manejables en relación con el PIB, representa un problema a futuro si los ingresos no crecen a un ritmo más alto.

Aunque los ingresos aumentaron, el crecimiento fue el más bajo en décadas, dejando a México con problemas de recaudación y sostenibilidad financiera. La falta de una reforma estructural deja al país con un sistema fiscal que sigue dependiendo de medidas temporales y de la recaudación extraordinaria en lugar de un esquema sólido y equitativo para el financiamiento del gasto público.