¿Jóvenes Construyendo el Futuro funciona? Los beneficiarios mejoran su currículum laboral, pero la ASF revela irregularidades millonarias por presuntos aviadores.

¿Jóvenes Construyendo el Futuro funciona? La creencia de que este programa de gobierno le paga a los jóvenes “por no hacer nada” viene de la desinformación; las personas que se registran adquieren un año de experiencia mientras trabajan en empresas con goce de sueldo y prestaciones laborales. Sin embargo, sí existen irregularidades millonarias en su funcionamiento y en el uso de recursos públicos, mismas que han sido detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Los beneficiarios de Jóvenes Construyendo el Futuro no reciben dinero como un regalo por no trabajar. Para insertarse a la vida laboral, las empresas solicitan que los empleados cuenten con experiencia que garantice su desempeño. Pero para adquirir experiencia necesitas que esos mismos negocios te contraten, lo que resulta en una problemática grave para que los jóvenes encuentren oportunidades en México. Con esta beca, los jóvenes se integran temporalmente como becarios para obtener experiencia y beneficiar a la empresa que los asesoró. 

Es decir, la transparencia del programa de gobierno no es responsabilidad de los aprendices que buscan insertarse en un mercado complejo y exigente. Pero es un hecho que existen beneficiarios que durante el periodo de capacitación del programa se encontraban trabajando en el sector público, recibiendo dinero contra las leyes del programa. 

Solo en la ASF de 2022, se detectaron irregularidades de 5 millones 110 mil 902.36 pesos pendientes por aclarar por beneficiarios que figuran en el registro, pero no cumplían con los requisitos más básicos para recibir el dinero. 

Jóvenes Construyendo el Futuro ha tenido beneficiarios que sí tienen trabajo y son mayores de 29 años

Para tener derecho al apoyo económico de 8 mil 840 pesos mensuales, los jóvenes tienen que cumplir con dos requisitos esenciales: 

1. Tener entre 18 y 29 años en el momento de realizar la inscripción.
2. No estar estudiando en ningún nivel educativo. 
3. No estar trabajando en el momento que se realiza el registro. 

Tras hacer su registro, los jóvenes deben pasar por un proceso de inscripción y selección con la empresa o tutor que les interesa. Si son aceptados en su primera entrevista laboral, deben recibir capacitación para entrar a la fuerza de trabajo como “aprendices”. Pero esto no debería ser posible si los beneficiarios ya tienen un trabajo o no asisten a las empresas que los contrataron, ya que este dinero no es un regalo, es un sueldo. 

Entonces, ¿Jóvenes Construyendo el Futuro funciona? Los resultados de la auditoría de 2022 muestran que sí existen casos que rompen las leyes del programa. Solo ese año, mil 484 beneficiarios que presuntamente se estaban capacitando, en realidad estaban laborando en distintas empresas del sector privado. Estas personas recibieron pagos equivalentes a 2 millones 109 mil 560 pesos de forma opaca. 

Con este hallazgo, la ASF determinó que el sistema de evaluación del programa no cuenta con los controles suficientes para validar que sus propios beneficiarios cumplen con los requisitos básicos para recibir el dinero y que no se encuentran trabajando. 

El sistema de evaluación, la plataforma y los filtros del programa son deficientes

Las deficiencias de este programa de Gobierno se traducen en dinero. La ASF estima que en 2022, la Hacienda Pública sufrió un daño de 5 millones 110 mil 902.36 pesos, más los intereses que generaron desde el momento en el que se erogó hasta su recuperación.

Este daño fue causado por la “falta de supervisión en la aplicación de las Reglas de Operación respecto a los resultados obtenidos en la confronta de las CURP de los beneficiarios, contra las bases de datos de los trabajadores registrados en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado”, dice el informe oficial de la Auditoría. 

Jóvenes Construyendo el Futuro funciona para sus beneficiarios reales. El programa fue diseñado para aquellas personas que no cuentan con los recursos y conocimientos que exige insertarse al mercado laboral. No es una pensión perpetua y tienen oportunidad de participar una sola vez para recibir el sueldo durante 12 meses. 

No obstante, el hecho de que existan irregularidades millonarias en su funcionamiento y el uso de recursos públicos, fomenta el discurso de que los jóvenes trabajadores “no hacen nada”, cuando se trata de un caso de opacidad en el sistema gubernamental y no de los mexicanos que necesitan trabajo para subsistir.