México sin efectivo en 2030 es una afirmación que ha generado alarma en redes sociales tras la difusión de un video viral con más de 600 mil reproducciones.

México sin efectivo en 2030 es una idea que, pese a su alcance en redes, no tiene sustento en la normativa presentada por Hacienda. El proyecto busca incentivar el uso de pagos digitales para mejorar la transparencia y reducir delitos como el lavado de dinero, pero no pretende reemplazar por completo el efectivo.

La versión comenzó a difundirse después de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunciara avances en la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) pero el documento oficial no plantea eliminar el uso de billetes y monedas.

¿México sin efectivo para 2030?

Durante la conferencia matutina del 9 de octubre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum mencionó que la SHCP está trabajando en una propuesta para reducir el uso del dinero en efectivo y promover las transacciones digitales. Señaló que este método ya es utilizado en países como Brasil, China e India y que esta propuesta estaría incluida en la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2025-2030. 

Ante este anuncio, fue publicado un video en Instagram según el cual el gobierno mexicano desea tener un control absoluto de las finanzas de la población y que, para 2030, México dejará de realizar compras con efectivo. Ella tachó de “terror financiero” esta nueva propuesta. Dicho video acumula, hasta ahora, 641 mil vistas y ha sido compartido por más de cinco mil personas.  

Sin embargo, en el documento de la Política Nacional de Inclusión Financiera 2025-2030, publicado por el Consejo Nacional de Inclusión Financiera, se establece que el objetivo es incrementar la adopción y frecuencia de uso de los medios de pago distintos al efectivo. No menciona nada acerca de dejar de utilizar efectivo en el país.

Durante la misma conferencia, la presidenta aclaró que esta propuesta busca tener una mayor transparencia y monitoreo para evitar los fraudes fiscales, promoviendo una mayor seguridad para la ciudadanía en las operaciones y manejo de recursos.

¿Qué efectos tendría la reducción de efectivo en México?

Aunque el uso de pagos digitales ha aumentado considerablemente, no todas las pequeñas y medianas empresas cuentan con esta forma de cobro. A esto se suma la falta de infraestructura en las zonas rurales. Por ello, para 2030 sería más probable contar con un modelo híbrido como hasta ahora, con la diferencia de que más comercios podrían ofrecer este medio de pago.

De acuerdo con el economista Arturo Huerta, en entrevista con Las Noticias con Alejandro Cacho, esta modalidad de pago digital sería un medio para formalizar la economía de pequeños negocios mediante la regularización.

También destacó que, con esta modalidad, se podría combatir el lavado de dinero y a los grupos criminales, quienes generalmente realizan sus transacciones en efectivo. Hacienda tendría un mayor control para evitar esas fugas de dinero, lo cual repercutiría positivamente en la economía mexicana.

Asimismo, recalcó que este sistema funciona en países como Brasil debido a que es el Banco Central quien maneja esta modalidad de digitalización y los bancos comerciales tienen menor presencia. 

Entonces, ¿México dejará de utilizar efectivo para 2030?

No, México no dejará de utilizar efectivo para 2030. Esta es solo una iniciativa del gobierno para combatir a los grupos criminales, el lavado de dinero y las “factureras” (Son empresas fantasmas que emiten facturas falsas para cometer fraudes, como la evasión fiscal o desvío de recursos)  estas empresas han representado un grave problema para el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Esta forma de pago estaría también limitada por el poco o nulo conocimiento que tiene la población mayor, para saber utilizarlo, sumado a la desconfianza que parte de la población mantiene hacia realizar compras de forma digital. En ese contexto el incremento de esta medida sólo sería posible si el Estado garantiza infraestructura suficiente, atención bancaria accesible y mecanismos claros para proteger a usuarios ante fraudes o fallas tecnológicas.

Por ahora, tanto las autoridades como los expertos consultados reiteran que el uso de efectivo seguirá vigente en los próximos años y que la política pública no busca eliminarlo, sino complementar su uso.