¿Cómo abortar en la Ciudad de México?

7 de cada 10 abortos fueron realizados con medicamentos

¿Cómo abortar en la Ciudad de México?

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La mayoría tiene entre 19 y 25 años; son solteras y estudiantes. Cuatro de cada 10 no han tenido hijos y 50 por ciento no utilizaba ningún método anticonceptivo. Casi todas viven en la Ciudad de México. Esto es lo que dicen los datos sobre las 58 mil mujeres que decidieron abortar entre 2016 y mayo de 2019 en la capital del país, la única entidad en donde el aborto es legal hasta las 12 semanas de gestación.

Dos años después de haber abortado, Karla* piensa que esa fue la mejor decisión que pudo haber tomado en ese momento: “tenía 23 años; mi novio estaba en un momento muy importante de su carrera profesional y me dijo que él no quería (tener un hijo), yo estaba por terminar la universidad y todavía tenía muchísimos proyectos y metas que quería alcanzar”. 

Alejandra Licona** también tenía 23 años cuando decidió abortar. Tenía una relación a distancia y al enterarse de que estaba embarazada, le pidió a su novio que viajara a la Ciudad de México para juntos decidir qué hacer, pero él le dijo que no podía. 

Karla y su pareja decidieron que no querían tener al bebé y acudieron a una clínica privada en la Ciudad de México para solicitar la interrupción legal del embarazo (ILE). Por dos mil 700 pesos, la clínica les vendió un “paquete” de ILE por aspiración y colocación del Dispositivo Intrauterino (DIU) de cobre, un método anticonceptivo no hormonal. 

Alejandra recuerda que el desinterés de su pareja fue lo que la hizo decidir interrumpir el embarazo: “si no podía hacer un examen de conciencia y viajar, era porque realmente no le interesaba, entonces pensé qué podía esperar para futuras decisiones, si no puede venir para esto, imagínate para todo lo demás. Eso fue lo que me ayudó a tomar la decisión”, dice Alejandra.

Si Karla o Alejandra hubieran vivido en cualquier otro estado de la República Mexicana, interrumpir su embarazo no hubiera sido tan fácil. La Ciudad de México es la única entidad mexicana en donde la interrupción del embarazo es legal hasta las 12 semanas de gestación. En los otros 31 estados, las sanciones por abortar van de 15 días a seis años de prisión y de 20 a 300 Unidades de Medida y Actualización (mil 600 a 25 mil 300 pesos).

Así que, de haber querido interrumpir su embarazo, Karla y Alejandra hubieran tenido que viajar a la capital del país, acudir a una clínica clandestina en el estado en el que vivieran o comprar el medicamento para hacerlo sin supervisión médica. Si nada de eso fuera viable, hubieran atravesado por un embarazo no deseado y criado a la hija o al hijo que resultara de este. 

Tanto Alejandra como Karla abortaron en clínicas privadas y pagaron alrededor de dos mil 500 pesos por el procedimiento, pero en la Ciudad de México también existe la opción de acudir a una de las 13 clínicas públicas en donde tanto la interrupción del embarazo como la colocación de un método anticonceptivo son procedimientos gratuitos. 

Es en estas clínicas en donde fueron recolectados los datos liberados por la Secretaría de Salud y la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) de la Ciudad de México. Este conjunto de datos permite entender -entre otros aspectos- cómo, cuándo, en dónde y por qué abortaron 58 mil 373 mujeres entre enero de 2016 y mayo de 2019. 

El número de ILEs ha disminuido año con año

En promedio, desde enero de 2016 hasta mayo de 2019 fueron realizados 46.84 abortos en clínicas públicas de la capital del país, de acuerdo con la base de datos publicada por la Secretaría de Salud (SSa) y la ADIP. 

La cifra anual ha disminuido desde 2016: en ese año, la SSa realizó 18 mil 84 interrupciones legales del embarazo, cifra que disminuyó a 17 mil 588 en 2017 y llegó a 17 mil 247 en 2018.

Hasta mayo de 2019, la SSa tiene registro de cinco mil 454 procedimientos. 

96 de cada 100 fueron “interrupciones voluntarias”

Tanto Ale como Karla decidieron abortar porque no querían tener hijos en el contexto en el que se encontraban al momento de enterarse de que estaban embarazadas. En las clínicas a las que acudieron para realizar el procedimiento, nadie les preguntó por qué no querían llevar el embarazo a término, solo les ofrecieron el servicio por el que pagaron. 

Ambas coinciden en no haberse sentido juzgadas durante el proceso. No les pidieron explicaciones ni les aconsejaron que pensaran mejor su decisión. 

En la Ciudad de México, una mujer puede interrumpir su embarazo antes de las 12 semanas de gestación sin argumentar causas como violación, malformaciones en el feto o alguna condición que ponga en riesgo la vida de la madre. Es decir, una mujer puede abortar porque así lo decide, sin justificarse. 

En las clínicas públicas de la Ciudad de México en donde es practicada la interrupción legal del embarazo (ILE), uno de los datos registrados es la razón por la que la mujer decide abortar. No obstante, es posible registrar este campo como “NA” (sin respuesta). 

Los datos abiertos de la SSa capitalina muestran que la respuesta más frecuente fue “interrupción voluntaria”, con 96.64 por ciento de las respuestas. 

Otro 2.38 por ciento no contestó la pregunta. La tercera razón más mencionada fue que “no lo desea en este momento”, seguida de “falta de recursos económicos” y “ya tiene muchos hijos”.

50 por ciento no utilizaba ningún método anticonceptivo

Alejandra y Karla estaban utilizando el método del calendario (o del ritmo) antes de quedar embarazadas. Es decir, hacer un seguimiento de su ciclo menstrual y evitaban tener relaciones sexuales durante sus días fértiles. 

Este es uno de los métodos menos utilizados: solo 7 de las 58 mil 373 mujeres que interrumpieron su embarazo en una clínica pública de la Ciudad de México reportaron haberlo utilizado. Es decir, 0.01 por ciento del total. 

Para Karla, es necesario que la sociedad les ofrezca a las mujeres otras opciones en cuanto a anticoncepción: “no es que yo no me quisiera cuidar, utilicé métodos hormonales durante años pero me hacían mucho daño, tenía muchos cólicos, sentía que no era yo. No hay opciones (de métodos anticonceptivos) que no sean agresivas con nuestro cuerpo. Nos falta avanzar en esa materia, nos falta información (…) dar opciones para que no pase, para que yo no llegue al momento de abortar”.

Lo más frecuente es que las mujeres y su pareja no utilicen ningún método anticonceptivo. De las 58 mil 373 mujeres que se sometieron a una ILE entre 2016 y 2019, 30 mil 785 (52.73 por ciento) reportaron no utilizar ningún método anticonceptivo, de acuerdo con los datos publicados por la SSCdMx y la ADIP.  

Como lo muestran las siguientes gráficas, “ninguno” fue la respuesta más frecuente entre mujeres de todos los estados civiles y todas las edades a la pregunta de qué método anticonceptivo estaban utilizando antes de quedar embarazadas en todos los grupos de edad y en todas las situaciones de estado civil.

El 47.27 restante que dijo sí haber utilizado algún método anticonceptivo está distribuido de la siguiente manera: 24.35 por ciento del total utilizaban condón, 11.44 por ciento no respondió, mientras que 3.29 por ciento utilizaban el el Dispositivo Intrauterino (DIU) con 3.2 por ciento y 2.05 por ciento utilizaban algún otro método de barrera (diafragma, condón femenino, esponja u otro) que no es especificado en la base de datos. 

El porcentaje restante (6.11 por ciento) reportó utilizar otros métodos como inyecciones, el parche dérmico, el implante subdérmico, pastillas anticonceptivas, anticonceptivos de emergencia, el anillo vaginal o la vasectomía. 

7 de cada 10 abortos fueron realizados con medicamentos

Mientras que a Alejandra le recomendaron en la clínica -por el número de semanas de gestación- realizar el aborto con medicamentos, Karla eligió la aspiración porque había escuchado que el proceso con medicamentos era muy doloroso.  

La mayoría de los abortos realizados en clínicas públicas de la Ciudad de México desde 2016 ha sido por medio de la combinación de dos medicamentos: misoprostol y mifepristona, de acuerdo con la base de datos publicada por la SSa y la ADIP. 

En esta categoría están registrados 40 mil 758 interrupciones legales del embarazo realizadas desde 2016 y hasta mayo de 2019, es decir, 69.82 por ciento del total. 

Enseguida están los abortos practicados con solo uno de los medicamentos: ocho mil 251 (14.13 por ciento del total).La aspiración eléctrica está en tercer lugar con cuatro mil 165 casos registrados: 7.13 por ciento del total. 

Los métodos menos comunes registrados son la aspiración manual (3.51 por ciento del total) y la combinación de aspiración manual o eléctrica con medicamentos (uno por ciento del total en cada caso). 

NOTA: aunque el método más común para practicar un aborto es por medio de medicamentos, todo proceso de interrupción del embarazo debe ser supervisado por un profesional médico. Si estás pensando interrumpir tu embarazo, es muy importante que consultes a un especialista y NO LO HAGAS SOLA; puedes poner tu vida en riesgo. 

Entre 19 y 26 años, la mitad de las mujeres que abortaron

Karla y Alejandra tenían 23 años al abortar. Esta edad se encuentra dentro del rango en el que la mayoría de las mujeres en Ciudad de México solicitan la ILE, de acuerdo con los datos de la SSa y la ADIP. 

Más de la mitad de las mujeres registradas en la base de datos (52.55 por ciento) tenían entre 19 y 26 años al decidir interrumpir su embarazo. Los abortos están distribuidos por edad como se muestra en la siguiente gráfica: 

En estos registros hay dos mil 938 menores de edad que abortaron en la capital del país, cuyas edades van de nueve a 17 años. La edad máxima registrada es 53 años con dos casos de mujeres de esta edad que abortaron en una clínica pública de la capital del país. 

La Ciudad de México y el Estado de México, las entidades en las que viven la mayoría de las mujeres que abortaron

La Ciudad de México y el Estado de México son los estados en donde vivían 95 por ciento de las mujeres que interrumpieron su embarazo en una clínica pública de la capital del país: 37 mil 136 (63.61 por ciento) residían en la Ciudad de México y 18 mil 351 (31.43 por ciento) en el Estado de México.

El cinco por ciento restante residían en otros estados de la República Mexicana. Hidalgo, Puebla y Morelos suman 1.94 por ciento de las mujeres que solicitaron este servicio: menos de uno por ciento en cada entidad. 

Estudiantes y solteras: la descripción más recurrente

Al igual que Ale y Karla, una cuarta parte de las mujeres que han abortado en la Ciudad de México desde 2016 eran estudiantes. Esta fue la ocupación más registrada por la Secretaría de Salud capitalina. 

La segunda ocupación más frecuente fue la de empleada con nueve mil 625 registros (16.48 por ciento), seguida por ama de casa con 14.68 por ciento del total). 

En cuanto al estado civil de estas 58 mil mujeres, la mayoría eran solteras. Esta categoría alcanzó 32 mil 231 registros: 55.21 por ciento del total. 

En el segundo lugar estuvo la unión libre con 28.63 por ciento, seguido por “casada” con 10.67 por ciento y “divorciada” con 2.54 por ciento. 

Cuatro de cada 10 mujeres que abortaron no habían tenido hijos

Como Karla y Alejandra, 23 mil 160 mujeres (39.67 por ciento del total) de las mujeres que interrumpieron su embarazo en una clínica pública de la ciudad de México reportaron no tener hijos. Esta fue la respuesta más frecuente, de acuerdo con los datos publicados por la SSa y la ADIP. 

Enseguida estuvieron las mujeres que solo tenían un hijo: 15 mil 34 (25.75 por ciento del total), seguidas por las mujeres con dos hijos: 11 mil 385 (19.50 por ciento del total). 

“No basta con que el aborto sea legal”

Después de abortar, Karla y Alejandra tuvieron que trabajar en ellas mismas para asimilar lo que había sucedido. Ninguna se arrepiente de su decisión. Ambas reconocen que fue lo mejor que pudieron hacer en ese momento y que hoy son las mujeres que son por haber decidido abortar, pero el proceso para llegar a esa conclusión fue difícil. 

Karla eligió abortar por medio del método de aspiración manual, mientras que Alejandra lo hizo con medicamentos. Ambas recuerdan el proceso como algo doloroso tanto física como emocionalmente. 

“Creo que son los cólicos más fuertes que he tenido en mi vida (…) fue primero como un cólico muchísimo más grande, muy puntual; y cuando lo jalan (al producto), es como el momento de la cumbre del dolor y luego te relajas”, recuerda Karla. 

Pero el dolor físico no fue todo. Después de dos años, Karla reflexiona que se sintió “como un producto, como un objeto”: el trato en la clínica en la que abortó fue “frío, se limitaron a dar el servicio y ya”. Recuerda el proceso “como una producción en serie; tal vez porque ellos ya están acostumbrados, quién sabe cuántos abortos harán al día”.  

Sin embargo, Karla considera que “el aborto es un derecho fundamental, pero al no tener una apertura para hablar de (ello) provoca que el capitalismo vicie ese servicio. De no ser así, tal vez habría otro tipo de acompañamiento”, dice. 

Para Alejandra, físicamente el proceso fue más fácil: “fue un poquito doloroso en cuanto a cólicos, pero no me dieron nauseas ni dolor de cabeza, no me desangré ni nada, todo estuvo muy bien”. 

Fue el lado emocional el que más tuvo que trabajar Ale. “Yo siempre había pensando que no podría hacerlo (abortar) por mis aspiraciones espirituales. Fue algo que me rompió en muchas maneras, pero tuve el apoyo de mis amigas y mi familia que fue fundamental”. 

Al igual que Karla, Ale cree que todas las mujeres deben tener acceso al aborto, “pero debe ser un acceso compasivo, un acceso en el que nos permitan transformarnos a partir de esta experiencia y que no se quede nada más en la culpa (…) una oportunidad para replantear la vida que una lleva y para desarrollar autoconciencia y amor propio, porque se requiere mucho amor propio para tomar esa decisión, y se requiere mucho trabajo para que ese amor y esa autoconciencia te saquen adelante y te conviertan en una mejor persona a pesar de lo que la gente diga de ti”. 

TRANSPARENCIA

Descarga la base de datos de la SSa y la ADIP aquí.

***

* “Karla” es un seudónimo utilizado para proteger la privacidad de la entrevistada. 

** Alejandra Licona ofrece acompañamientos y terapias pre y post aborto con visión espiritual con donación acordada de acuerdo con las posibilidades de la interesada o el interesado. 

Si te interesan estos servicios, la puedes contactar en el siguiente teléfono:

55 6357 0303.

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3 comentarios en la nota: ¿Cómo abortar en la Ciudad de México?


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  1. Hola, colaboro para organización Marie Stopes, donde se provee información y servicios de interrupción legal del embarazo y anticonceptivos. Me gustaría pedirles un correo electrónico para hacerles llegar información sobre el tema.
    Gracias.

    1. Hola, Teresa. Nos puedes escribir a serendipia.inv@gmail.com
      ¡Gracias!