En tres años y medio, el gobierno de México gastó 673.5 millones de pesos en 170 mil 775 viajes de funcionarios públicos. Esto equivale a la inversión que hará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para rehabilitar el Hospital General Regional (HGR) No. 1 “Vicente Guerrero”, en Acapulco, tras ser destrozado por el huracán Otis en 2023, más el pago de 564 bimestres de la pensión del Bienestar para Adultos Mayores en 2025.

Todo este dinero fue gastado por funcionarios de las dependencias federales para asistir a cumbres, reuniones y giras de trabajo. Pero, ¿quién es quién en estos viajes?

También conocidos como “comisiones oficiales”, los viajes de funcionarios públicos pueden ser una estrategia para fomentar la innovación, estrechar lazos diplomáticos y atraer inversiones extranjeras al país. Pero el mismo gobierno de México ha insinuado que algunos funcionarios los utilizan para hacer turismo en los lugares que visitan, sin priorizar las tareas de su cargo. Entonces, ¿estos viajes realmente contribuyen al bienestar nacional o son una estrategia para el derroche de recursos públicos?

Serendipia analizó los reportes de comisiones oficiales disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), que abarcan el periodo de enero de 2021 a septiembre de 2024. Según estos datos, la dependencia que más gastó en viajes de funcionarios públicos durante ese lapso fue la Secretaría de Bienestar con 279 millones de pesos. Mientras tanto, la Secretaría de Marina (Semar) tiene el menor monto: 449 mil 772 pesos. 

Pero al analizar el costo promedio por viaje, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) está en primer lugar con 71 mil pesos por cada comisión. En el otro extremo está la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal (CJEF) con un gasto promedio de mil 664 pesos por viaje.  

Estos datos también revelan que todos los viajes hechos por “servidores de la Nación” a través de la Secretaría de Bienestar fueron viajes nacionales, mientras que en otros casos los funcionarios públicos hicieron extravagantes viajes al extranjero con cargo al erario. 

Por ejemplo, ¿por qué el extitular de la Defensa Nacional, el general Luis Crescencio Sandoval, gastó casi medio millón de pesos en una gira por Sudamérica? ¿Cuál es la justificación para que el excomisionado Oscar Mauricio Guerra Ford, del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), erogara 129 mil pesos en un viaje de 10 días a España?

Y no son los únicos. Los viajes internacionales de funcionarios públicos en México aterrizan en lugares como Tokio, París, Washington y Uzbekistán. En su mayoría, los miles de pesos gastados en las comisiones gubernamentales son opacos y no cuentan con facturas o comprobantes que transparenten el itinerario de sus responsabilidades ni el destino de los recursos públicos utilizados. 

De esta forma, es imposible saber si se gastó medio millón de pesos en una gira turística o en una misión esencial para el beneficio internacional. Así como tampoco es de conocimiento público qué adquirieron los funcionarios con el dinero del pueblo mexicano. 

Judith Senyacen Méndez, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) explicó para Serendipia que todo tipo de presupuesto que sea ejercido por los funcionarios de las dependencias gubernamentales debe beneficiar directa o indirectamente a los mexicanos. 

“Estamos hablando de temas de transparencia, de verificar las auditorías y constatar que efectivamente se están utilizando los recursos para lo que inicialmente se destinaban. Pero también que están siendo efectivos en todo el tema de política pública y que la población se está viendo beneficiada por (el uso de) esos recursos”, dice Méndez.  

Entonces, ¿qué pasa con los viajes millonarios de las dependencias federales? De acuerdo con los datos del gobierno mexicano disponibles en la PNT, hay funcionarios que erogaron hasta 3 millones de pesos en viajes al extranjero desde 2021 hasta septiembre de 2024, durante la segunda mitad del sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador. 

Y aunque López Obrador está entre los 10 funcionarios que más gastaron en viajes, ni el presidente de la República alcanza los millones acumulados por otros servidores. 

Los viajes de funcionarios públicos: ¿tareas esenciales o turismo gubernamental?

¿Qué determina que los viajes de los funcionarios públicos sean esenciales para el desarrollo del país? Responder esta pregunta debería ser sencillo con los comprobantes de gastos y un itinerario que justifique sus erogaciones. 

Un ejemplo de esto es la Secretaría del Bienestar, la dependencia con el mayor monto erogado en viajes a nivel federal. Bienestar acumula gastos por 279 millones 35 mil 389.54 pesos desde 2021, primer año con datos completos disponibles en la PNT. 

En el análisis realizado por Serendipia, se encontraron casi 84 mil comprobantes de viajes realizados por los Servidores de la Nación. En total, Bienestar erogó ocho veces más en viajes de lo que reportaron entes como el INAI en el mismo periodo. (Aquí puedes leer la nota sobre los viajes del INAI)

Pero los motivos son importantes. ¿Por qué viajan los Servidores de la Nación? Para el gobierno de México, “todos los días, bajo el sol, la lluvia, sin descanso, (los servidores) recorren pueblos, cerros, caminos rurales y pequeñas veredas para llevar a los lugares más apartados, aquéllos a donde nunca se llegaba, los apoyos de los programas sociales”. 

Y los comprobantes de sus viajes lo justifican. Los servidores son aquellas personas que trabajan llevando la información de los programas sociales a los municipios del país. Con esta justificación, los comprobantes de los miles de viajes de Bienestar van desde los 200 pesos gastados por Juan Lenin Ortiz Corona, promotor de los programas del Bienestar, para trasladarse dos días entre comunidades rurales, hasta los 100 mil pesos reportados por Mirsha Jael Arenas en una estancia de 27 días en Nayarit para hacer un control de sistema. 

En este sentido, la austeridad es ambigua y aplica solo en casos determinados. Mientras un “servidor de la Nación” comprueba gastos de 100 pesos diarios en viajes, otro gasta tres mil 703 pesos al día durante un mes. 

Pero esta es solo una fracción de los millones gastados en viajes de funcionarios públicos durante el sexenio de López Obrador. En la imagen completa, los gastos reportados por Bienestar son tan altos por el número de sus servidores y el promedio de sus viajes, que se realizaron exclusivamente dentro del territorio nacional. 

Este no es el caso de otras dependencias, como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). 

Aunque la SEDENA es la dependencia con el menor número de viajes, con solo 34 comisiones desde 2021, el costo promedio de cada uno de ellos es 21 veces más caro que el promedio de los viajes de Bienestar. 

En promedio, cada viaje de la Sedena le costó al erario 71 mil 238.50 pesos. Esta cifra también es 10 veces más cara que el costo promedio de los cuatro mil 513 viajes realizados por la Presidencia de la República, con siete mil 107 pesos por comisión. 

Y de los dos millones 422 mil 108.99 pesos reportados por la Sedena en este periodo, el 42.73 por ciento de los gastos corresponden a los viajes del exsecretario, el general Luis Cresencio Sandoval, quien hizo un viaje de casi medio millón de pesos con destino a Sudamérica y otro de 419 mil pesos a Colorado, en Estados Unidos. Aunque presuntamente estuvo acompañado por personal militar, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que los viajes del general no eran solitarios ni cumplían con la política de “austeridad” de López Obrador. 

Crescencio viajaba con sus nietas, se hospedaba en hoteles de lujo y regalaba vacaciones de ensueño a sus familiares con dinero del erario, indica el reportaje. 

Y la realidad es que es prácticamente imposible saber con exactitud y transparencia en qué se ha gastado cada peso de los viajes de una gran parte de las dependencias federales. En especial de funcionarios como el general Sandoval, que destacan por sus gastos millonarios en viajes a países del extranjero. Pero no es el único. 

¿Quiénes fueron los funcionarios públicos que más gastaron en sus viajes? Desde Turismo hasta el INAI

Los viajes de 2021 hasta 2024 de un funcionario público como Miguel Tomás Torruco Marqués, exsecretario de Turismo durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, le costaron al erario casi tres millones de pesos. 

Esa cifra y los viajes de otros cinco funcionarios, como la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) María Luisa Albores González, o el comisionado presidente del INAI, Adrián Alcalá Méndez, son cientos de miles de pesos más caros que los viajes del expresidente de la República. Esto aunque los datos analizados por Serendipia muestran que el exmandatario pasó 2.5 años viajando de los últimos tres años y siete meses de su gobierno.  

Pero, ¿en qué se fueron los millones de Torruco Marqués, María Luisa Albores y Adrián Alcalá? La realidad es que esta información se ha quedado en la opacidad. Los informes que cada una de las dependencias responsables de transparentar su propia información son escasos. 

De hecho, los campos que deberían contener las facturas y comprobantes de transporte, alojamiento y otro tipo de viáticos están vacíos, con enlaces rotos o llevan a una normativa genérica cuando deberían desglosar las actividades de los viajes que termina pagando el erario. 

En este contexto, ¿los viajes son esenciales para el servicio público o se han convertido en una extensión del privilegio al que acceden ciertos servidores del Estado? Este fue uno de los principales argumentos de la presidenta Claudia Sheinbaum para respaldar la iniciativa de López Obrador para desaparecer al INAI. 

El 31 de octubre de 2024, la mandataria confirmó que apoyaba la reforma constitucional que elimina este y otros seis organismos autónomos. En su conferencia mañanera, dijo que habría transparencia, “lo que no va a haber es gasto público en centros nocturnos o viajes de turismo gubernamental, gastos en tarjetas American Express, eso ya tampoco”.

El INAI gastó millones en viajes con una empresa opaca que también hace taquizas

A estas alturas, es evidente que las dependencias del gobierno federal tampoco cumplen con el ideal de “austeridad republicana”.  Sin embargo, el INAI sí pertenece a los diez sujetos obligados con mayores gastos en viajes en el periodo de enero de 2021 a septiembre de 2024. 

Y aunque le preceden dependencias como Bienestar y la Secretaría de Comunicaciones, los funcionarios del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) gozaron comisiones con destinos como Turquía, Estambul, Italia, Marruecos, Murcia y Bélgica. Incluso, las misiones de transparencia llegaron hasta Uzbekistán en 2022, con el objetivo de “promover el pleno ejercicio de los derechos de acceso a la información pública y protección de datos personales” en el marco de la conmemoración global del Día Internacional de Acceso Universal a la Información. 

Tras ese evento, el INAI publicó un comunicado llamando al “fortalecimiento y defensa de los órganos garantes de trasnparencia”.

Pero este viaje de seis días costó 68 mil 262.75 pesos. Y aunque es uno de los destinos más lejanos, no es el único. El INAI registró cuatro mil 142 viajes en su apartado de comisiones de la PNT. Y de acuerdo con sus propios comprobantes, todos sus viajes al extranjero transparentados en la plataforma fueron adquiridos con la empresa “EL MUNDO ES TUYO S.A. DE C.V.”, que ha estado ligada con escándalos de corrupción desde el sexenio de Felipe Calderón por un enriquecimiento extraordinario con los recursos del gobierno federal. 

De acuerdo con el análisis de datos de Compranet realizado por la plataforma Quién es Quién Wiki, solo entre 2002 y 2021 la empresa acapara más de 6 mil millones en contratos con el gobierno, principalmente en compras de boletos de avión. Pero sus funciones son tan amplias que en 2019 también obtuvieron un contrato plurianual por más de 52.5 millones de pesos para organizar taquizas, parrilladas y banquetes para el entonces director de administración del Instituto Nacional Electoral (INE), Bogart Montiel Reyna, reveló Animal Político. 

El dinero de los mexicanos está enriqueciendo a las empresas favoritas del gobierno. Y el problema de los viajes de los funcionarios públicos en México radica en su opacidad. Desde la adquisición de estos contratos millonarios con una empresa caracterizada por sus escándalos hasta la falta de transparencia en algo tan básico como las facturas y comprobantes de los gastos de los viajantes. 

Sin esa información, ¿cómo saber si es una misión prioritaria o “turismo gubernamental”, como lo denominó la presidenta? 

¿Cuáles son las limitaciones de la transparencia? La opacidad en los viajes de los funcionarios levanta sospechas

De acuerdo con los lineamientos por los que se establecen “medidas de austeridad en el gasto de operación en las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal” publicados en el Diario Oficial de la Federación desde 2016, todos los gastos de los viáticos que busquen ser reintegrados al bolsillo de los funcionarios “deberá comprobarse mediante la presentación de facturas electrónicas que cumplan todos los requisitos fiscales aplicables, las cuales deberán ser expedidas a favor de la dependencia o entidad”. 

En el caso de la Sedena, los enlaces que corresponden a las facturas de los viajes de funcionarios y presuntos militares están rotas o ni siquiera se preocupan por llenar ese campo. Y especialmente en la presidencia de la República, los viajes del expresidente Andrés Manuel López Obrador tienen cifras mínimas que van desde 300 pesos, sin ningún tipo de comprobante, enlace o factura, porque según su reporte, “no es posible realizar informes de comisión, toda vez que sus funciones (las del Ejecutivo federal) implican invariablemente riesgo, urgencia y confidencialidad”, pero si el viaje ya terminó y los gastos ya se erogaron, ¿qué peligro corre el exmandatario al transparentar sus gastos en viáticos? 

La ley indica que los pormenores de los gastos en los viajes de los funcionarios públicos deben rendirse. Por ejemplo, aunque la Secretaría de Economía (SE) y el INAI forman parte de las dependencias con más dinero gastado en viajes, están justificados con facturas y comprobantes. 

En este caso, se desagregan los gastos del viaje de la comisionada Josefina Román Vergara con destino a Tokio, en Japón. 

• De acuerdo con su desglose de gastos, la comisionada del INAI solicitó 41 mil 840 pesos para esta comisión de cuatro días. 
• El documento comprueba que sus alimentos rondaron entre 500 y dos mil pesos por comida, sumando los gastos en transporte dentro de Tokio sin contemplar el avión que la llevó de México a Japón, mismo que fue contratado por la empresa EL MUNDO ES TUYO S.A. DE C.V.
• Finalmente, la comisionada solo comprueba 19 mil 431 pesos en este viaje, por lo que se debieron reintegrar los 23 mil 578 pesos sobrantes a la cuenta pública del INAI.  

Este documento permite conocer los pormenores del viaje al extranjero de Josefina Román. Y el caso de Othón Francisco Valverde Yáñez de la Secretaría de Economía es similar, solo que él integra un importe de 23 mil pesos por su hospedaje en el hotel Congress Stadtpark Hannover, ubicado en Alemania. 

Y aunque los gastos en viajes de López Obrador no se comparan con estas erogaciones millonarias, el ex mandatario no presenta ningún tipo de evidencia o justificación para comprobar que, efectivamente, sus viajes fueron así de económicos. 

Serendipia halló el reporte de un viaje de López Obrador que partió de Quintana Roo con destino a Cancún, bajo el escaso concepto de “Gira Presidencial”. Pero esa es la única información pública disponible “por su seguridad”, así como un gasto de 300 pesos. 

300 pesos que pueden referirse a un boleto de avión, transporte público o alimentos. Un reporte incompleto que carece de toda credibilidad al utilizar el concepto genérico de que forma parte de su “gira presidencial”. 

Entonces, ¿cuáles son las limitaciones de la transparencia en las comisiones? Sin comprobantes ni facturas para verificar los reportes del gobierno mexicano, una gira por México a costos extraordinariamente baratos es igual de opaca que un lujoso viaje de medio millón de pesos a Sudamérica. Sin datos, no existe evidencia de que no sea una gira de turismo gubernamental.