El caso Ernestina Ascencio ya tiene una sentencia. A casi dos décadas de los hechos, la CIDH responsabilizó a México por su muerte.
El caso de Ernestina Ascencio se remonta a 2007, cuando la mujer indígena de 73 años de edad fue atacada en la sierra de Zongolica, Veracruz, por un grupo de militares. A casi dos décadas de su muerte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por fin resolvió el caso y responsabilizó al Estado mexicano por su muerte.
En 2007 el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró que Ernestina había muerto por una “gastritis aguda”. Ahora, 18 años después, se ha comprobado que Ernestina Ascencio fue violada, torturada y asesinada por el ejército mexicano.
Lo que dictaminó la CIDH por el caso de Ernestina Ascencio
El 16 de diciembre de 2025, la Corte IDH declaró internacionalmente responsable al Estado mexicano por la violación sexual, tortura y muerte de Ernestina Ascencio Rosario. La mujer indígena náhuatl, monolingüe, de 73 años, fue violada por miembros del Ejército mexicano el 25 de febrero de 2007, en la sierra de Zongolica, Veracruz, durante la llamada guerra contra el narcotráfico emprendida por el expresidente Felipe Calderón. Esta agresión constituyó un acto de tortura, así lo dictaminó la Corte IDH.
El caso Ascencio Rosario y otros vs. México fue un fallo que tardó más de 10 años en resolverse. La Corte estableció que el proceso estuvo marcado por la falta de acceso a la justicia en condiciones de igualdad para sus familiares. Asimismo, dictaminó que el Estado incumplió su obligación de brindar atención médica accesible, adecuada y oportuna, por lo que determinó que México violó el derecho a la salud de la señora Ernestina Ascencio.
Además, aclaró que la investigación ministerial realizada cuando ocurrió el caso careció de protocolos esenciales, como la perspectiva de género, étnica y etaria, así como de la debida eficiencia que exige un caso de violación contra una mujer indígena de la tercera edad. Puntualizó que las indagatorias se llevaron a cabo con negligencia, al no agotarse todas las líneas de investigación y al cerrarse el caso de manera prematura, basándose en estereotipos que contribuyeron a desacreditar las declaraciones de la víctima y de sus familiares.
El 16 de diciembre, el gobierno de México publicó un comunicado en el que asegura que durante la audiencia reconoció su responsabilidad por violar loss derechos a la vida y a la salud de Ascencio, debido a la falta de atención médica oportuna y adecuada, así como los derechos a las garantías y a la protección judicial de la víctima y su familia, y la integridad personal de sus familiares.
El gobierno aseguró que analizará la sentencia para cumplir con la justicia, la reparación del daño y la no repetición, y reiteró su compromiso con la erradicación de la violencia contra las mujeres y la protección de los derechos de los pueblos indígenas.
La sentencia por el caso de Ernestina Ascencio
La Corte declaró que México violó múltiples derechos protegidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre ellos:
- Derecho a la vida
- Integridad personal
- Garantías judiciales
- Igualdad ante la ley
- Protección judicial y derecho a la salud
Asimismo, determinó la violación del Protocolo de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. En la sentencia, el tribunal ordenó al Estado mexicano implementar las siguientes medidas de reparación:
- Brindar atención médica, psicológica y psiquiátrica a los familiares.
- Crear un Registro Nacional de Intérpretes y Traductores en Lenguas Indígenas para los sistemas de salud y justicia.
- Reabrir una investigación penal exhaustiva para identificar y sancionar a los responsables.
- Otorgar una beca en alguna institución pública a favor de los nietos de Ernestina, con la finalidad de que cuenten con una preparación académica o capacitación en algún oficio.
Además, indicó que el Estado debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional.
El caso de Ernestina Ascencio
El 25 de febrero de 2007, en la sierra de Zongolica, Veracruz, Ernestina, de 73 años, salió de su vivienda en la comunidad de Tetlatzinga, municipio de Soledad Atzompa, para realizar actividades relacionadas con el pastoreo. Horas después fue encontrada por una de sus hijas, atada y tirada en el campo, con signos evidentes de violencia física y sexual. Su estado físico era grave.
La mujer alcanzó a declarar a sus hijos e hijas que había sido atacada física y sexualmente por un grupo de soldados. A 300 metros del lugar donde fue localizada se encontraba una base de operaciones del 63 Batallón de Infantería del Ejército mexicano.
Ernestina fue trasladada por su familia en busca de atención médica; durante 10 horas fue rechazada en múltiples centros de salud, tanto públicos como privados. Finalmente ingresó al Hospital Regional de Río Blanco, pero debido a la falta de un traductor, ni ella ni sus hijos pudieron comunicar los hechos ocurridos a las autoridades, lo que impidió que recibiera una atención adecuada. Falleció la madrugada del 26 de febrero de 2007.
Los resultados de la investigación oficial
El 26 de febrero de 2007, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz abrió una carpeta de investigación por el delito de violación. El perito forense determinó que la causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico, con fractura y luxación cervical, e incluyó en el expediente lesiones recientes en las regiones genitales y la presencia de líquido seminal.
Ante la presión pública, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una queja. Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) negó públicamente que sus elementos estuvieran involucrados.
Posteriormente, la versión oficial cambió tras un cuestionamiento del entonces titular de la CNDH, José Luis Soberanes, quien solicitó una nueva autopsia. Los nuevos peritajes descartaron los primeros reportes y concluyeron que la mujer había fallecido por anemia aguda, gastritis crónica y úlceras intestinales. El presidente Felipe Calderón corroboró públicamente esta causa de muerte y dio por concluida la investigación.



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