Dashia Rocío, de 19 años, denunció a su padre por abuso y ahora está presa

Dashia Rocío, una joven de 19 años, enfrenta prisión preventiva por un delito de extorsión en el Estado de México, mientras su familia denuncia que detrás de la acusación hay una historia de presunto abuso sexual, abandono paterno y una posible venganza.

dashia rocío

Por

3 minutos, 11 segundos

Dashia Rocío, una joven de 19 años, enfrenta prisión preventiva por un delito de extorsión en el Estado de México, mientras su familia denuncia que detrás de la acusación hay una historia de presunto abuso sexual, abandono paterno y una posible venganza.

Dashia Rocío tiene 19 años. Hasta hace unos meses, su mayor preocupación era aprobar materias y comenzar la universidad. Hoy, enfrenta un proceso penal por un delito grave y permanece en prisión preventiva en el Estado de México, acusada de extorsión y presuntos vínculos con el CJNG.

La Fiscalía del Estado de México sostiene que Dashia Rocío participó en un esquema de cobro de piso contra un comerciante. Su familia, en cambio, denuncia una historia distinta: una que incluye abandono paterno, presunto abuso sexual y una posible fabricación del delito como represalia.

Una infancia sin padre y un reencuentro tardío

Dashia Rocío no creció con su padre biológico. Nunca la reconoció legalmente ni se hizo cargo de ella durante su infancia. Durante años fue una figura completamente ausente.

Cuando Dashia tenía 16 años, ese padre reapareció de manera intermitente. Según el testimonio de su madre, lo hizo a través de mensajes indirectos y preguntas sobre dónde vivía, dónde estudiaba y con quién se relacionaba. Después, volvió a desaparecer.

En 2019, la madre de Dashia intentó iniciar un juicio de reconocimiento de paternidad. El proceso quedó inconcluso por el cierre de juzgados durante la pandemia y nunca se retomó formalmente.

Promesas, dinero y un acercamiento desde Estados Unidos

En 2025, el padre volvió a contactar a Dashia Rocío. Esta vez desde Las Vegas, Estados Unidos. Comenzó a llamarla con frecuencia y a depositarle dinero: primero 10 mil pesos, sin prueba de ADN ni reconocimiento legal.

Después vinieron las promesas: pagarle la universidad, darle una manutención mensual y comprarle un automóvil. Dashia aceptó acercarse. Aceptó conocerlo. Incluso aceptó vivir con él.

En agosto de 2025, Dashia Rocío se mudó a la casa de su padre en un fraccionamiento residencial del Estado de México. Estaba terminando la preparatoria y por iniciar la universidad. Según su madre, ahí ocurrió el hecho que marcaría el rumbo de su vida.

Dashia Rocío denuncia presunto abuso sexual

La madre de Dashia asegura que su hija fue tocada sexualmente por su padre mientras dormía. No una, sino dos veces. Afirma que el hombre le habría dado clonazepam para dormirla. Dashia despertó confundida, mareada y con miedo. Según su familia, le expresó que ya no quería verlo nunca más.

El 3 de septiembre de 2025, Dashia Rocío cortó toda comunicación con su padre. Le contó lo ocurrido a su madre y consideraron denunciar. Sin embargo, el temor se impuso.

“Es tu papá”, pensaba Dashia. Además, según su familia, se trata de un hombre con influencias y negocios relacionados con seguridad privada. La denuncia nunca se presentó formalmente.

La acusación por extorsión en Tlalnepantla

A finales de septiembre de 2025, un comerciante de micheladas en Tlalnepantla denunció haber sido extorsionado. Declaró que tres personas llegaron a su negocio, se identificaron como integrantes del CJNG y le exigieron dinero a cambio de dejarlo trabajar.

El pago debía hacerse a una cuenta bancaria. Al revisar el nombre del titular, apareció uno: Dashia Rocío “N”.

Para la Fiscalía del Estado de México, esa cuenta es la prueba central del caso. Para la madre de Dashia, se trata de una trampa.

Según su testimonio, esa cuenta fue abierta por indicación del propio padre, con el argumento de depositarle dinero para la colegiatura y sus gastos. La familia cuestiona la lógica de la acusación: ¿quién cometería una extorsión usando una cuenta bancaria a su nombre?

La detención y la prisión preventiva

El 26 de noviembre de 2025, casi dos meses después de haber cortado contacto con su padre, él volvió a llamarla. Le dijo que el automóvil prometido ya estaba listo y la citó en una agencia de autos en Lomas Verdes, Naucalpan.

Dashia acudió acompañada de su abuela. Según su madre, al menos diez agentes de la Fiscalía ya la estaban esperando.

Le preguntaron su nombre y, en ese momento, la detuvieron. Primero le informaron que era por una extorsión a un maestro. Después, la versión cambió: ahora era un comerciante, ahora era el CJNG.

El 4 de diciembre, un juez vinculó a proceso a Dashia Rocío y ordenó prisión preventiva. La prueba principal: un papel con su número de cuenta bancaria que, presuntamente, fue entregado a la víctima. No hubo videos, fotografías ni una fecha exacta del hecho.

Mensajes, contexto y un problema estructural

Tras la detención, la familia difundió mensajes de WhatsApp entre Dashia Rocío y su padre. En uno de ellos, ella escribe: “Eres mi papá, no mi esposo”. En otro: “Yo confiaba en ti”.

Hoy, Dashia tiene sus estudios suspendidos y su vida en pausa. Su futuro depende de un proceso penal que sigue abierto.

El caso ocurre en un contexto alarmante. Entre enero y octubre, en el Estado de México se registraron 439 llamadas de emergencia relacionadas con abuso sexual, según cifras oficiales. La familia insiste: el caso de Dashia Rocío no es aislado.

Mientras la Fiscalía sostiene su versión, la pregunta permanece abierta: ¿se trata de una joven involucrada en extorsión o de una víctima atrapada entre el silencio, el miedo y un sistema que no supo escucharla a tiempo?

Serendipia es una iniciativa independiente de periodismo de datos. Puedes apoyarnos compartiendo nuestras notas, suscribiéndote en YouTube o ayudarnos de otras maneras .

Comentarios

0 comentarios en la nota: Dashia Rocío, de 19 años, denunció a su padre por abuso y ahora está presa


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *