Patricia Rodil es maestra en Biología Molecular, emprendedora y fundadora de la comunidad “Científicas Mexicanas”, integrada por más de 15 mil mujeres. En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia habla sobre su camino como científica en México.
Científicas Mexicanas fue creada por Patricia Rodil en 2020 para ser “un lugar seguro en el cual se pueda hablar sobre las dificultades y los retos de hacer ciencia siendo mujer mexicana”.
Patricia sabe que no todos los lugares son seguros para las mujeres en México, sin importar a qué se dediquen. Hace un año les preguntó a sus colegas en un grupo de Facebook quién era su científica mexicana favorita y si las mujeres habían enfrentado alguna dificultad o problema durante su carrera, en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En respuesta recibió comentarios de mujeres que compartían sus experiencias, pero también burlas, insultos y ciberacoso.
“Muchas personas fueron muy groseras. Un par de personas me decían “feminazi”, loca, me estuvieron mandando mensajes. Busqué sus perfiles y algunos de ellos son maestros, los que están educando a los próximos científicos de México”, dice Patricia en entrevista con Serendipia.
Patricia Rodil es maestra en Biología Molecular por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) y biotecnóloga por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Actualmente divide su tiempo entre estudiar un doctorado, trabajar en Científicas Mexicanas y cuidar a sus dos hijos.
La maternidad casi se convierte en un obstáculo para que Patricia cursara una maestría. La científica recuerda que en el IPICYT “fue una discusión” si le permitirían entrar al posgrado porque ya tenía un hijo y estaba embarazada de su hija.
“El papá de los niños y yo estábamos entrando a la maestría al mismo tiempo en el mismo instituto y a él nunca le preguntaron cómo se iba a hacer cargo de dos hijos. Si vas a poner en duda la capacidad de hacer un posgrado y al mismo tiempo educar a dos niños pequeños, pues deberías poner en duda entonces a ambos padres”, dice Patricia.
Finalmente fue aceptada y pudo cursar la maestría en Biología Molecular para convertirse en la científica que es hoy. Pero Patricia no siempre supo que la ciencia era su vocación.
La creatividad en la ciencia
Patricia cuenta que siempre creyó que estudiaría Letras o algo relacionado con las artes. Fue en la preparatoria cuando tuvo una clase de Biología y aprendió conceptos básicos sobre la célula cuando decidió que quería saber más sobre eso y decidió estudiar Biotecnología en la UAQ.
“Fue un cambio muy radical. Mi familia no creía que iba a estudiar Biología porque nunca fue algo que me interesara”, dice Patricia.
Y aunque ahí inició su camino para convertirse en la científica que es hoy, Patricia no ha olvidado el lado artístico y social que le apasionaba antes. La científica asegura que dedicarse a la ciencia sin duda es diferente a hacer arte, “es una forma distinta de entender el mundo”.
No obstante, también ha encontrado que la investigación científica necesita creatividad: “tienes que estar todo el tiempo investigando pero también pensando cómo resolver situaciones, cómo resolver problemas. Tienes que buscar entenderlos de forma creativa”, dice Patricia
Esta creatividad la ha llevado, entre otras cosas, a crear Científicas Mexicanas, una red que inició en Facebook y en la que hoy participan más de 15 mil mujeres y produce podcasts, un blog y contenido en Twitter e Instagram.
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