A finales del 2017 y principios del 2018, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, se comenzó a generar polémica con relación a un tema que para la sociedad mexicana ha sido fundamental desde hace muchos años: las trabajadoras del hogar.
Posiblemente, todas las adversidades a las que se deben enfrentar las mujeres que se dedican a las labores domésticas son una consecuencia de la carencia de un contrato escrito, y por lo tanto de las relaciones de poder que existen entre las personas que buscan contratar a otra que haga las labores domésticas y las trabajadoras del hogar.
Con la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, en el pleno del Senado la bancada de Morena presentó la propuesta y el proyecto para introducir a las trabajadoras del hogar al IMSS. Esto con el único objetivo de proteger, salvaguardar los derechos y la integridad de las personas que se dedican a las labores del hogar.
Sin embargo, los esfuerzos realizados por el Senado y la Cámara de Diputados respectivamente vislumbran una solución que se ve muy lejana pero que es añorada por muchas personas. Pese a que en el ámbito político ya han comenzado a sentar las bases para algo nuevo y diferente, en la praxis las cosas son mucho más complicadas.
Todo se debe a las relaciones de poder que existen entre la interacción y a la comunicación interpersonal que se da de manera cotidiana entre la trabajadora del hogar y la jefa. Esto porque, en un sin fin de ocasiones las personas que se dedican a está labor no cuentan con las mismas oportunidades que los demás.
Es por ello que, para contrarrestar las relaciones de poder que existen dentro de la interacción entre la jefa y la empleada doméstica, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió un fallo, en cuál se declaró inconstitucional que los patrones no estén obligados a inscribir a las empleadas domésticas ante el IMSS. (El Universal, 2019).
Dicho fallo ha propiciado que desde el 2 de abril a julio del año en curso se hayan afiliado al IMSS más de 6 mil 600 trabajadoras del hogar; lo cuál representa un aumento del 35% con respecto a las trabajadoras del hogar incorporadas en junio cuando la cifra alcanzó 4 mil 890 afiliaciones. Por su parte, el salario mensual asociado al Programa Piloto de Personas Trabajadoras del Hogar tuvo un incremento del 17 por ciento.
Sin embargo, cómo se ha venido leyendo a lo largo de estás semanas, los programas de apoyo social propuestos y creados por Andrés Manuel López Obrador solamente representan un gasto público para la ciudadanía y en lo que va de su mandato no se han visto los resultados prometidos.
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Rodrigo Palacios, Colaborador invitado de Integridad Ciudadana A.C.,
Comunicólogo recién egresado, con visión amplia y global en temas relacionados con la política y la sociedad. Apasionado por comunicar e informar a la sociedad aspectos relevantes del día a día de manera veraz y objetiva.
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