El conflicto entre Maryfer Centeno y Mr. Doctor ha llegado a los tribunales. Mientras él la acusa de charlatana, ella denuncia discriminación y amenazas.
El enfrentamiento entre los influencers Maryfer Centeno y Jorge Octavio Arroyo Martínez, conocido como Mr. Doctor, ha llegado a los tribunales, generando una gran polémica en redes sociales y los medios de comunicación. Mientras él la acusa de charlatana, ella la señala como víctima de violencia de género. La disputa, que comenzó como una guerra de palabras en internet, ahora se encuentra en un proceso legal.
La denuncias y acusaciones entre Maryfer Centeno y Mr. Doctor
Maryfer Centeno, quien se presenta como grafóloga y perita en diversos campos relacionados con la escritura y el lenguaje corporal, ha demandado a Mr. Doctor por violencia de género. En sus publicaciones y videos, Centeno asegura que las expresiones utilizadas por Mr. Doctor, como “estúpida”, “perra”, “doble cara” y “charlatana”, entre otras, constituyen violencia verbal. Asegura también que algunos de los comentarios realizados por él en sus videos, tales como “hay que callarla” o “que te corran de todos tus trabajos”, son amenazas directas.
Por su parte, Mr. Doctor defiende su postura diciendo que sus declaraciones están dentro del marco de la libertad de expresión. Afirma que su objetivo ha sido exponer lo que considera una pseudociencia en la que Centeno se dedica a ofrecer servicios de grafología y otros análisis sin respaldo profesional. Además, señala que su crítica está basada en la “verdad” de los servicios que ella ofrece, los cuales, según él, carecen de fundamentos científicos.
Grafología: ¿estafa o ciencia?
El centro del conflicto parece ser la práctica de la grafología, disciplina en la que Centeno dice especializarse. Según su perfil, Centeno tiene un negocio llamado Grafocafé en la colonia Condesa, en Ciudad de México, y ofrece servicios como análisis grafológicos, diseño de firmas y cursos de grafología y lenguaje corporal. Sin embargo, su formación profesional se limita a una licenciatura en Derecho, obtenida en 2023, mientras que no se ha encontrado evidencia de que tenga cédulas profesionales en los otros campos en los que ofrece servicios.
La grafología, según estudios de instituciones académicas como la Universidad McGill, es una pseudociencia que pretende predecir la personalidad de las personas a partir de su escritura, algo que ha sido ampliamente desacreditado en la comunidad científica. Centeno, sin embargo, ha promovido en sus redes sociales que la grafología puede incluso ayudar a perder peso o tratar enfermedades, algo que también ha sido criticado por otros especialistas y usuarios de redes.
El impacto de estas afirmaciones ha sido significativo, ya que, como señala Mr. Doctor, personas que buscan soluciones para problemas médicos reales podrían estar perdiendo tiempo y dinero en prácticas sin ningún respaldo científico. Aunque él ha utilizado un lenguaje ofensivo para expresar su desacuerdo, su crítica pone en cuestión la ética de los servicios que ofrece Centeno.
¿Mr. Doctor pagará 60 millones de pesos?
El caso sigue su curso judicial, con la primera audiencia suspendida el pasado 28 de noviembre debido a la inasistencia de Maryfer Centeno. A pesar de la disputa legal, el caso ha atraído la atención pública y puesto de relieve el uso de la libertad de expresión en el contexto de las redes sociales. En cuanto a la posibilidad de que Mr. Doctor tenga que pagar una indemnización de 60 millones de pesos, como se ha especulado, el Código Penal de la Ciudad de México establece que las penas por delitos como la discriminación y las amenazas son mucho menores, con multas que van desde los 5,400 hasta los 54,400 pesos.
Este enfrentamiento no solo ha expuesto una batalla personal entre dos figuras públicas, sino también un debate más amplio sobre la responsabilidad ética de los influencers y la línea entre la libertad de expresión y el daño a la reputación y la integridad de las personas.
Mientras el juicio sigue su curso, la controversia entre Maryfer Centeno y Mr. Doctor continúa en el ojo público, alimentada por las redes sociales y las declaraciones de ambos involucrados.
Y los que GANAN son LOS DOS, porque es precisamente lo que buscan los así llamados “influencers”: presencia mediática. La “multota” (menos de $60,000 en caso extremo) que en su caso tendría que pagar el otro charlatán es bienvenida si derivado de ello recibe más atención mediática… ¡Y MÁS INGRE$O$, POR SUPUESTO!
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