atención a enfermedades crónicas en la pandemia

Atención a enfermedades crónicas en la pandemia fue deficiente y dejó millones de víctimas paralelas

Menos consultas, hospitalizaciones y medicamentos para la atención a enfermedades crónicas en la pandemia han dado como resultado excesos de mortalidad que ni los especialistas en salud pública pronosticaban.

Por y

21 minutos, 47 segundos

Investigación, Víctimas paralelas

El número de consultas externas otorgadas por los sistemas de salud pública de México durante 2020 fue el más bajo en 20 años: 42 millones 652 mil 925 consultas realizadas, 52% menos que las realizadas durante 2019 y 56% menos que las realizadas durante 2018.

Fuente: Sistema de Información de la Secretaría de Salud (Sinaiscap).

no hay consultas

Disminuyeron las consultas en más del 30% para padecimientos crónico-degenerativos y más del 50% en personas con discapacidad durante 2020.

Fuente: Sistema de Información de la Secretaría de Salud (Sinaiscap).

Disminuyeron las consultas en personas con discapacidad

En padecimientos como diabetes, afecciones cardíacas y enfermedades respiratorias, el exceso de mortalidad se ubicó por arriba del 40%. Para 2021, la situación no mejoró mucho, pues el exceso de mortalidad para estos padecimientos fue mayor al 17%

Defunciones registradas (mortalidad general), INEGI

exceso de mortalidad durante la pandemia

Menos consultas, hospitalizaciones y medicamentos para la atención a enfermedades crónicas en la pandemia han dado como resultado excesos de mortalidad que ni los especialistas en salud pública pronosticaban.

La atención a enfermedades crónicas en la pandemia de COVID-19 fue, por lo menos, deficiente. Durante la contingencia sanitaria provocada por la COVID-19 en México, se tuvieron menos consultas en el sistema de salud público para atender a pacientes con diabetes, cáncer, cáncer infantil, enfermedades cardiovasculares, VIH, insuficiencia renal, enfermedades mentales, enfermedades respiratorias y con alguna discapacidad. También hubo menos hospitalizaciones en pacientes con estas enfermedades, sobre todo en afecciones cardiovasculares, diabetes, enfermedades renales, cáncer y enfermedades respiratorias, lo que provocó que el número de muertes excediera por mucho a las esperadas por el sector salud (fenómeno conocido como “exceso de mortalidad”).

Durante 11 entregas, Serendipia y PODER recabaron testimonios de personas con enfermedades crónico-degenerativas, con VIH, con discapacidades y personas en tratamientos psiquiátricos. En todos los casos, las personas enfermas refirieron que durante la pandemia de COVID-19 (sobre todo en 2020) dejaron de recibir consultas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o en otras instituciones de salud pública del país. En muchos casos los pacientes tuvieron que postergar operaciones que, a la postre, se tradujeron en fallecimientos. En otros más, la falta de medicamentos significó un retroceso en una larga lucha para combatir una enfermedad crónica como el cáncer o la diabetes. 

Los datos son claros: el número de consultas externas otorgadas por los sistema de salud pública de México en 2020 fue de 42.6 millones; mientras que un año antes, durante 2019, hubo un total de 88.8 millones de consultas, es decir que en 2020 hubo menos de la mitad de las consultas que se realizaron en 2019, según datos del Sistema de Información de la Secretaría de Salud (Sinaiscap). 

Así, al finalizar el primer año de pandemia por COVID-19, las enfermedades cardiovasculares, diabetes, tumores malignos, enfermedades respiratorias e insuficiencias renales, se ubicaron —junto con la COVID-19— como las principales causas de muerte en la población mexicana, según estadísticas definitivas de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 A pesar de que en años anteriores padecimientos como diabetes, afecciones cardíacas y enfermedades respiratorias habían ocupado los primeros lugares entre las principales causas de muerte de la población mexicana, al finalizar el primer año de pandemia por COVID-19, el exceso de mortalidad se ubicó por arriba del 40 por ciento. Para 2021, la situación no mejoró mucho, pues el exceso de mortalidad para dichos padecimientos fue mayor al 17 por ciento, es decir, 17 por ciento más muertes de personas con diabetes, afecciones cardíacas y enfermedades respiratorias que las que el sistema de salud pública esperaba con base en las estadísticas de años anteriores. 

Expertos en Salud Pública como Sonia López Álvarez, especialista en epidemiología y directora ejecutiva de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, mencionan que la atención a enfermedades crónicas en la pandemia (2020 y 2021) fue deficiente, en buena parte debido a la reconversión de hospitales para atender la COVID-19 y, por otro lado, debido al miedo de muchos pacientes por contagiarse si acudían a sus consultas.

La falta de estrategias para tratar de garantizar que personas con padecimientos crónicos tuvieran un tratamiento digno y evitaran cualquier complicación o agravante en sus enfermedades también fue un factor que intervino en esta situación, de acuerdo con Malaquías López Cervantes, quien ha ocupado cargos directivos en la Secretaría de Salud, en las direcciones generales de Epidemiología, de Planeación, Información y Evaluación y del Instituto Nacional de Salud Pública.

No obstante, hasta la fecha de publicación este reportaje, ni la Secretaría de Salud federal (SSa) ni el IMSS —el instituto de salud pública con mayor cobertura en México— no se han pronunciado al respecto, a pesar de que este medio digital se puso en contacto con ambas instituciones vía telefónica y por correo electrónico en más de una ocasión para incluir su posicionamiento en este reportaje.

Este es un recuento de lo que sucedió con las “Víctimas Paralelas: las afectadas de las que no se habla”, un proyecto de Serendipia/PODER.

Atención a enfermedades crónicas en la pandemia: disminuyeron las consultas en más del 30% y más del 50% en personas con discapacidad durante 2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las enfermedades crónicas —conocidas también como enfermedades no transmisibles (ENT)— como aquellas que resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales y suelen tener una larga duración y deteriorar la salud de las personas de forma paulatina. Dentro de las principales enfermedades de este tipo se encuentran las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes.

América Pinto fue diagnosticada con hipertensión arterial —una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias— desde hace dos décadas. Todos los años desde entonces había sido atendida en la Unidad de Medicina Familiar número 57 del IMSS, conocida en la ciudad de Puebla como Hospital de la Margarita. Durante 2020, esta unidad médica fue una de las mil 91 que se reconvirtieron para atender la COVID-19 en México, según el Sistema de Información de la Red IRAG. Por este motivo, las consultas de América fueron canceladas. La última consulta que tuvo fue en octubre de 2019. 

América fue una de las 11.6 millones de personas que durante 2020 no tuvieron acceso a consultas en el sistema de salud público de México, casi la mitad de las que se atendieron durante 2019, cuando 24.9 millones de personas recibieron atención médica.

Para Patricio, un hombre con diabetes, la situación fue parecida, pues durante la contingencia sanitaria no pudo tener acceso a consultas médicas. “Mi última revisión con el especialista de medicina interna fue hace dos años, unos días antes de la pandemia”, dijo en entrevista con Serendipia en marzo de 2022. “Antes de esa fecha las citas con el médico familiar eran cada mes, pero durante la pandemia me las cancelaron porque el hospital se convirtió para atender COVID”.

Jorge Marrón Díaz, un hombre de 50 años y usuario de silla de ruedas, recibió en abril de 2020 la noticia de que su operación de la vesícula en el IMSS sería cancelada a causa de la pandemia. Hasta finales de noviembre de 2022 no ha sido reprogramada. Pero el dolor, menciona Jorge, —aún cuando no tiene sensibilidad de las costillas hacia abajo— es tan fuerte que no le deja dormir.

Precisamente, durante 2020, de entre todos los grupos de padecimientos, el que mayor disminución en el número de consultas presentó respecto del 2019 fueron las destinadas para personas con discapacidad: 339 mil 888 consultas realizadas en 2020, 56 por ciento menos que el año anterior, según datos de la Secretaría de Salud analizados por Serendipia. Incluso en 2021 el número de consultas disminuyó todavía aún más que el primer año de pandemia: 33 por ciento menos que en 2020. 

Las consultas a pacientes con cáncer infantil fueron las segundas que más disminuyeron en 2020. En ese año se otorgaron 47 por ciento menos que durante 2019. Mientras que las consultas para tratar diabetes y afecciones del corazón fueron 45 por ciento menos que las realizadas en 2019.

Consultas año completo 2017 – 2021

Para 2021, las consultas a pacientes con enfermedades del corazón disminuyeron incluso un 15.8 por ciento más de las que había en 2020, pues llegaron a realizarse únicamente 4.2 millones de consultas, mientras que en 2020 fueron poco más de 5 millones. 

Por su parte, en 2020 los pacientes que padecen VIH recibieron 39 por ciento menos consultas que en 2019. Pero no solo eso, según los datos disponibles en los Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud, en 2020 hubo una disminución del 39 por ciento en el número de pruebas de tamizaje (es decir, de diagnóstico del virus) en comparación con 2019. En otras palabras, mientras en ese año se realizaron 1.5 millones de pruebas de VIH, durante 2020 sólo se llevaron a cabo 970 mil.

Los datos indican que el número de consultas externas otorgadas por los sistemas de salud pública de México durante 2020 fue el más bajo en 20 años: 42 millones 652 mil 925 consultas realizadas, 52 por ciento menos que las llevadas a cabo durante 2019 — cuando hubo un total de 88 millones 803 mil 800 consultas— y 56 por ciento menos que las realizadas durante 2018 — cuando se brindaron 97 millones 674 mil 225 consultas externas—, según datos del Sinaiscap.

Para el especialista en Salud Pública, Malaquías López Cervantes, la atención de padecimientos crónico degenerativos y de personas con discapacidad durante 2020 fue más deficiente que nunca, en buena parte debido a la reconversión hospitalaria para atender COVID-19. 

“La reconversión hospitalaria para atender enfermos graves de COVID-19 hizo que muchos hospitales dejaran de atender a los pacientes que normalmente recibían, y que se dedicaran exclusivamente a atender a quienes tenían una enfermedad respiratoria severa. Esta decisión hizo que se desplomara la capacidad de atención médica y en muchos casos llevó a los enfermos a la muerte”, explica López Cervantes. 

43% más muertes de las esperadas en México en 2020 y 47% más en 2021: enfermedades del corazón y diabetes las principales

Durante 2020 en México hubo 1 millón 76 mil 417 defunciones registradas, según datos del Inegi. La principal causa de muerte en este año fueron las enfermedades del corazón, seguida de la COVID-19, después fueron las muertes por diabetes, por tumores malignos, por influenza y neumonía y, finalmente, las enfermedades del hígado y cerebrovasculares. En total, durante el primer año de pandemia se registró en México un exceso de mortalidad del 43.6 por ciento. 

El exceso de mortalidad en 2020 se calculó tomando la diferencia entre el número de muertes que se han producido y el número que las instituciones de salud esperaban en ausencia de la pandemia, basándose en los datos de años anteriores. 

Comparado con otros países de la región, como Estados Unidos, México durante 2020 tuvo un exceso de mortalidad menor, pues de acuerdo con el ​​Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de los Estados Unidos, el exceso de mortalidad en aquel país llegó a 568 por ciento más de las esperadas durante el primer año de la pandemia por COVID-19. En Argentina, en cambio, de acuerdo con el Ministerio de Salud de ese país, solo tuvieron un exceso de mortalidad del 10.6 por ciento, es decir, 33 por ciento menos que en México. 

Algunos países europeos como España, Inglaterra y Polonia, tuvieron exceso de mortalidad por arriba del 100 por ciento, es decir más del doble de las presupuestadas, pues España registró 141, Inglaterra 106 y Polonia 103, de acuerdo con un estudio comparativo de la Oficina Nacional para la Estadística (ONS) del Reino Unido.

El exceso de mortalidad en 2020 incluye las muertes asociadas a COVID-19 directamente (debido a la enfermedad) e indirectamente (debido al impacto de la pandemia en los sistemas de salud y la sociedad). Según la OMS, el número estimado de exceso de mortalidad en 2020 puede verse influido también por las muertes evitadas durante la pandemia debido a la disminución del riesgo de ciertos acontecimientos como los accidentes de tráfico o las lesiones laborales.

Por ello resulta relevante observar el exceso de mortalidad en cada uno de los padecimientos que forman parte de las principales causas de muerte entre los mexicanos. Según la OMS, los fallecimientos causados por enfermedades crónico-degenerativas son vinculadas indirectamente a la COVID-19 y atribuidas a otras condiciones de salud para las que las personas no pudieron acceder a la prevención y el tratamiento porque los sistemas de salud estaban sobrecargados por la pandemia. 

Para el especialista en Salud Pública e investigador del Departamento de Medicina General de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Malaquías López Cervantes, hay una relación directa entre la falta de atención médica y el exceso de mortalidad. 

Así, en México, durante 2020 de todos los padecimientos crónicos, las enfermedades del corazón fueron las que tuvieron el mayor exceso de mortalidad: 45.5 por ciento más de muertes que las esperadas en el país por este padecimiento. 11 entidades se ubicaron por encima de la media nacional, es decir, del 45 por ciento. Chiapas fue la entidad que durante el primer año de pandemia presentó el mayor exceso de mortalidad en estos padecimientos cardiacos, pues registró 83.17 por ciento de exceso de mortalidad, seguido de Campeche y Tlaxcala con 67 y 65 por ciento, respectivamente.

En 2021, el exceso de mortalidad nacional en padecimientos del corazón fue de 45 por ciento. En ese año, Puebla fue el estado con mayor exceso de mortalidad para estos padecimientos, con 67 por ciento. 

El segundo padecimiento con mayor exceso de mortalidad en 2020 fueron las enfermedades respiratorias, pues tuvieron un 44 por ciento más de decesos que los esperados a nivel nacional. En este padecimiento, durante 2020, 16 estados se ubicaron por arriba de la media nacional en cuanto a exceso de mortalidad. Y la entidad que reportó mayor exceso de mortalidad por esta causa fue Tlaxcala, con 239 por ciento de muertes más que las esperadas por enfermedades respiratorias en este estado.

Exceso de mortalidad por entidad y padecimiento – 2021

Fuente: Datos analizados por serendipia de Defunciones registradas (mortalidad general), INEGI

Durante 2021, las enfermedades respiratorias registraron 17 por ciento de muertes más que las esperadas a nivel nacional. En ese año el estado de Tlaxcala se ubicó de nuevo con el mayor porcentaje de muertes que rebasaron el pronóstico de las autoridades de salud, con 106.3 por ciento. Puebla, por su parte, ocupó la segunda posición con 54 por ciento y Michoacán la tercera, con 42.5 por ciento.  

Las muertes por causa de diabetes en 2020 rebasaron un 42 por ciento a las presupuestadas a nivel nacional. Durante ese año, 9 entidades se situaron por arriba de la media nacional en cuanto a exceso de mortalidad. De entre ellas, el estado de México fue la que mayor exceso registró: 67 por ciento, seguido de Tlaxcala y Chiapas con 56 y 55 por ciento, respectivamente. 

En 2021, el exceso de muertes por diabetes a nivel nacional fue de 22 por ciento. En ese año, Oaxaca, Puebla y Chiapas fueron las entidades con mayor porcentaje de exceso de mortalidad con 41, 40 y 36, respectivamente. 

Los padecimientos cancerígenos reportaron un 5 por ciento de exceso de mortalidad a nivel nacional, pero 17 entidades se ubicaron por encima de esta media. De ellas, Morelos tuvo el registro más alto en 2020: 12.4 por ciento de exceso de mortalidad; seguido de Tlaxcala y Quintana Roo con 9 por ciento; y Colima, Chiapas y Zacatecas con 8 por ciento de exceso de mortalidad. 

En 2021, a nivel nacional se tuvo 1.5 por ciento más de muertes por esta causa, y Colima, Oaxaca y Zacatecas se ubicaron en los primeros sitios. 

Para Sonia López Álvarez, Especialista en epidemiología y salud pública, si bien se sabía que con la pandemia de COVID-19, se iba a presentar un número alto número de contagios y de personas fallecidas, no se tenía presupuestado que los niveles de exceso de mortalidad tuvieran las dimensiones que alcanzaron durante 2020.

“No era sorpresa que íbamos a tener una pandemia, que íbamos a tener muchos casos, que algunos se iban a complicar, pero no esperábamos este exceso de mortalidad, no esperábamos tantos fallecidos”, menciona López Álvarez en entrevista para Serendipia

Tlaxcala con tasa de mortalidad histórica en enfermedades respiratorias a partir de la pandemia por COVID-19

Lo que sí fue una “sorpresa” es que algunas entidades que antes de 2020 no habían registrado tasas de letalidad tan altas en ciertos padecimientos, para 2020 tuvieran registros históricos. Este es el caso de Tlaxcala, que en 2020 alcanzó la tasa de mortalidad más alta en enfermedades respiratorias. Antes de ese año, la entidad había ocupado los últimos lugares en muertes por este padecimiento. De hecho, en 2019 Tlaxcala ocupaba el lugar 28 de 32 en cuanto a tasa de letalidad por enfermedades respiratorias; y en 2017 ocupaba la posición 26 en este aspecto, con una tasa de letalidad de 37.63 defunciones por cada 100 mil habitantes debido a enfermedades respiratorias.

Tasa de mortallidad por enfermedad cada 100k habitantes

ver mas

Fuente: Datos analizados por serendipia de Defunciones registradas (mortalidad general), INEGI

La tasa de letalidad alcanzada por Tlaxcala en padecimientos respiratorios durante 2020 (143.19) no había sido registrada en años anteriores por cualquier entidad. La más alta había sido registrada en 2019 por la Ciudad de México, cuando tuvo 87 defunciones por cada 100 mil habitantes debido a estos padecimientos.  

Por otra parte, en las enfermedades cardiacas, durante 2020, solo Aguascalientes y Quintana Roo tuvieron una tasa de letalidad menor a 100. Es decir que en las 30 entidades restantes del país más de 100 personas por cada 100 mil habitantes fallecieron por alguna enfermedad del corazón. De hecho la Ciudad de México, Chihuahua y Veracruz tuvieron tasas de mortalidad por arriba de 200. 

En cuanto a diabetes, si bien desde 2017 los estados de Veracruz, Tabasco, Puebla y la Ciudad de México han ocupado los primeros lugares en cuanto a tasa de mortalidad por este padecimiento, la tasa en Puebla ha crecido de manera acelerada a partir del primer año de la pandemia por COVID-19, pues en 2018 y 2019 Puebla era la quinta entidad con mayor tasa de mortalidad por diabetes; en 2020 pasó a ser la tercera; y en 2021 fue el estado con mayor tasa de mortalidad por diabetes en México. 

Es en esa entidad (Puebla) que durante 2020 Felipe, una persona de 60 años que padece diabetes mellitus desde los 40, perdió su trabajo como ingeniero industrial en una compañía privada a raíz de la pandemia. Junto a su empleo, menciona Felipe, también perdió su seguridad social y, con ella, la asistencia médica que recibía en la Unidad Familiar 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Puebla para tratar su diabetes.

Salud mental en la pandemia, las afectaciones a la salud que no se ven

No obstante, existen también afectaciones a la salud que se han exacerbado raíz de la pandemia por COVID-19 y que, por su componente multifactorial, son menos “visibles” que una enfermedad crónica.

En mayo de 2020 Rebeca estaba en medio de una fuerte crisis con ideaciones suicidas, en medio de la pandemia y después de haberse mudado a la capital del país. Meses después, en septiembre de ese año, solicitó una cita en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz pero la espera sería muy larga: tuvo la cita hasta enero de 2021, cuatro meses después de solicitarla. 

Rebeca fue diagnosticada con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) a los 25 años. Antes de la pandemia recibió atención psicológica y psiquiátrica gratuita en el Hospital Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) mientras estuvo matriculada, pero después de desertar, pagó por su cuenta terapia psicológica solo cuando su economía se lo permitía. En 2020, Rebeca estaba pasando por un muy mal momento emocional y, según comentó en entrevista con Serendipia, estaba pidiendo desesperadamente ayuda debido a que no podía pagar atención psiquiátrica particular.

Durante 2020, el exceso de mortalidad derivado de transtornos mentales y suicidios alcanzó 9.64 por ciento a nivel país; pero en estados como Chihuahua el exceso de mortalidad derivado de estos transtornos rebasó el 30 por ciento. Para 2021, el exceso de mortalidad aumentó a 13.42 por ciento a nivel nacional y el estado de Morelos llegó a 40 por ciento; seguido de Nayarit, con 33 por ciento y Quintana Roo con 26.7 por ciento de exceso de mortalidad derivado de transtornos mentales y suicidios.

Si bien sería muy limitado decir que la pandemia fue la única causa para el aumento de suicidios en 2020, distintas psicólogas y psiquiatras aseguran haber notado ese año un aumento de ideación suicida en sus pacientes durante la pandemia, así como casos atípicos graves de ansiedad en infantes y un aumento de comportamientos de riesgo (como el abuso de sustancias) en adolescentes.

“La pandemia exacerbó los problemas de salud mental [en el país], los complicó, los agudizó y favoreció la ideación suicida”, menciona Blanca Gil Corona, psicopedagoga y tanatóloga. Sin embargo, resalta la psicoterapeuta, “aún no vemos todo lo que generó la pandemia a nivel emocional”.

Egresos hospitalarios en 2021 se mantienen por debajo de años previos a la pandemia por COVID-19

La falta de atención a enfermedades crónicas en la pandemia también repercutió en la disminución de egresos hospitalarios durante 2020. Los egresos hospitalarios (las salidas de pacientes motivadas por diferentes razones desde la curación hasta la mejoría, el traslado a otro hospital, la muerte, entre otros, registraron una disminución durante 2020) de acuerdo con los datos de egresos hospitalarios de la Secretaría de Salud (Ssa). Esta información sobre egresos hospitalarios permite conocer la demanda de atención de los servicios de hospitalización.

En 2020, los egresos hospitalarios llegaron a 1.9 millones, 26 por ciento menos que en 2019, cuando se registraron 2.6 millones de egresos hospitalarios en los servicios de salud público de México, según datos del Sinaiscap. 

Como se puede apreciar en la gráfica, los números de egresos de pacientes con enfermedades crónicas en hospitales públicos durante 2020, en casi todos los casos, comenzaron siendo similares a los de años anteriores a la pandemia por COVID-19. Sin embargo, a partir del mes de marzo y abril, los egresos hospitalarios comenzaron un claro descenso. 

De hecho, en enfermedades del corazón y tumores malignos, los egresos hospitalarios en enero y febrero de 2020 eran superiores a los de 2019, 2018, y 2017. En el caso de los padecimientos cardíacos, estos llegaron a 4 mil 149 durante el mes de enero de 2020. Para marzo de ese año los egresos en pacientes con cáncer y tumores malignos eran 3 mil 532 y en abril fueron apenas mil 832, la cifra histórica más baja hasta ese momento. 

Algo parecido ocurrió con pacientes con VIH, pues los egresos hospitalarios en personas con este padecimiento comenzaron el año 2020 siendo 457 y en abril alcanzaron la cifra histórica más baja hasta ese momento: 295.

Egresos hospitalarios por año 2017 – 2021

Fuente: Datos analizados por serendipia de Defunciones registradas (mortalidad general), INEGI

Durante los tres primeros meses de 2020, año de la pandemia por COVID-19, los egresos hospitalarios fueron poco más de mil 300 cada mes. Pero en abril, estos llegaron apenas a 800.

Para el Dr. López Cervantes, se pudo haber previsto que ante la reconversión de una unidad médica, los pacientes atendidos allí podían ser transferidos junto con sus expedientes a otra unidad permanentemente abierta para no limitar la atención médica. 

“Se pudieron crear redes virtuales  de atención y avisar a la ciudadanía para que  pudieran tener contacto con esas redes de atención y seguir adelante con el tratamiento que ya estaban recibiendo. Algunos pacientes como los que tienen enfermedad renal crónica, no pueden quedarse sin sus diálisis. Pero no se pensó en ellos, nada más se dijo “ni modo, ya no se atienden”. Y eso trajo consecuencias nefastas”. 

Este es el caso de Ileana que en 2019, rechazó el riñón que le había sido trasplantado 23 años antes y recibió la noticia de que su hijo también padecía insuficiencia renal y también necesitaba un trasplante. Ambos iniciaron el trámite ese año, pero en todo 2020 ninguno de los dos pudo recibir el trasplante que necesitaba.

Pero la situación de Ileana no fue excepcional. En 2020, el Hospital General “La Raza” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró una reducción del 64 por ciento en la realización de trasplantes, de acuerdo con los datos entregados por este instituto a Serendipia en respuesta a la solicitud de acceso a la información pública con folio 330018022001324. En general, los trasplantes de donador vivo relacionado (DVR) disminuyeron en 75.47 por ciento durante el primer año de la pandemia (2020) en comparación con 2019. En el caso de los trasplantes de donación cadavérica (DCAD), la disminución fue del 54.09 por ciento en comparación con 2019. 

Pero la situación en 2021 tampoco fue alentadora, pues durante los primeros cuatro meses de ese año, el número de egresos hospitalarios de personas con enfermedades renales fue incluso más bajo que durante 2020. Incluso en enero de 2021 se tuvo la cifra histórica más baja de egresos hospitalarios: 357 ese mes. 

Otros padecimientos como VIH y enfermedades respiratorias alcanzaron su cifra histórica más baja de egresos hospitalarios: 258 en el mes de febrero de 2021 para VIH y 3 mil 288 en el mes de mayo de 2021 para enfermedades respiratorias.

Víctimas paralelas en el ocaso de la pandemia, ¿cómo se encuentra la atención a enfermedades crónicas en 2022?

Los primeros casos de COVID-19 fueron notificados en Wuhan, China, el 31 de diciembre de 2019. Para el 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó oficialmente el brote del SARS-CoV-2 como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), y el 11 de marzo de ese año, la OMS caracterizó a la COVID-19 como una pandemia mundial que exigía medidas estrictas de respuesta para controlar su propagación

El 28 de febrero de 2020, las autoridades de salud mexicana confirmaron el primer caso de COVID-19 en el país. Y para el 30 de marzo, el gobierno federal declaró emergencia sanitaria nacional a la epidemia de COVID-19.

Hoy en día, después de 7 millones 165 mil 257 casos totales y 330 mil 699 defunciones acumuladas a causa de la COVID-19 en México (al corte del 12 de diciembre de 2022), continúan existiendo víctimas paralelas de las que no se habla. Esto, mencionó el Dr. Malaquías López Cervantes, se debe a que el sistema de salud pública en México acarrea algunas deficiencias históricas que la pandemia por COVID-19 ha venido a agudizar. 

“Podemos remontarnos históricamente a un mal diseño de los servicios de salud en México, a una falta de financiamiento muy severa (no se designa suficientes recursos), a un exceso de política dentro del campo médico”, mencionó López Cervantes. 

Un ejemplo de esto, resalta el catedrático de la UNAM, es la decisión tomada con anterioridad por parte del gobierno federal acerca del cambio en las compras consolidadas de medicamentos, lo cual provocó una grave crisis de falta de medicamentos en todas partes del país, pues los pocos servicios que siguieron funcionando, no tenían los recursos necesarios para brindar atención a enfermedades crónicas en la pandemia. 

Esto creó la “receta perfecta” para que más personas de las presupuestadas por las autoridades sanitarias fallecieran por padecimientos que no eran COVID-19, tales como diabetes, cáncer, enfermedades respiratorias, renales y cardiacas, así como personas con discapacidad. 

Atención a enfermedades crónicas en la pandemia: desabasto de medicamentos para cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias las más afectadas

Para Andrés Castañeda, coordinador de la causa de salud y bienestar en Colectivo Cero Desabasto, el desabasto de medicamentos en México, de manera aguda y generalizada, tiene sus orígenes en el cambio del modelo de adquisición en 2018.

En aquel año el gobierno federal instruyó a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que se encargara de las compras de medicamentos, en lugar del IMSS. Esto con el fin de reducir los costos y combatir supuestos actos de corrupción. 

Según el informe “Operación desabasto, así se detonó la escasez de medicamentos” de la organización Impunidad Cero, la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desconocía el procedimiento de compra de medicamentos, lo que derivó en una serie de negociaciones fallidas a la hora de intentar comprar los medicamentos.

“Se pensó que nada más era buscar al mejor postor, pero no es así. La compra de medicamentos es una serie de procesos complejos que requieren claridad y anticipación para que sean elaborados, entregados oportunamente, distribuídos correctamente  y consumidos como deben de ser todos los medicamentos del sector salud”, menciona al respecto el Dr. Malaquías López Cervantes.

Así, si bien el desabasto de medicamentos en México, no sucedió a causa de la pandemia por COVID-19, testimonios de personas con enfermedades respiratorias como Cassandra Herrera, una mujer de 37 años de edad que radicada en Puebla y diagnosticada con asma desde hacía 35 años comentó a Serendipia que en 2020 dejó de recibir medicamentos en el IMSS: “argumentaban que no los tenían, que el laboratorio no estaba surtiendo”, afirmó Herrera.

América Pinto, paciente con hipertensión arterial desde hace 20 años, menciona que el desabasto de medicamentos es un problema al que se ha enfrentado durante muchos años, pero fue más notorio durante la pandemia por COVID-19. Como parte de su tratamiento América toma una pastilla de captopril por la mañana y otra por la noche para mantener en un rango adecuado su presión arterial. Si ella no toma su medicamento empieza a tener dolores de cabeza y mareos. Sin embargo, desde iniciada la pandemia por COVID-19 en México, América ha tenido que comprar su medicamento de manera independiente. 

Existen casos como en las personas que padecen enfermedades renales y que se atienden en algún instituto de salud pública, en que la escasez de medicamentos como el valganciclovir, recetado para pacientes con trasplante renal, les genera un gasto de 40 mil pesos, aproximadamente, un precio imposible de costear para pacientes de escasos recursos.

Tal vez el caso de desabasto de medicamentos más mediático haya sido el de pacientes con cáncer, pero también en el que los datos muestran mayor número de reportes por falta de medicamentos. Y es que en 2020 el colectivo Cero Desabasto evidenció que este padecimiento ocupaba el primer lugar en pacientes afectados por la falta de medicamentos a nivel nacional. De las dos mil 556 denuncias recibidas por el colectivo durante 2020, 596 reportes (es decir, el 23.3 por ciento del total) pertenecían a pacientes con cáncer.

Reportes abasto de medicamentos

En el caso de las personas con diabetes, a partir de abril de 2020, el número de reportes de desabasto de medicamentos para esta enfermedad comenzaron a aumentar, siendo 51 ese mes, 81 durante mayo y 85 en junio de ese año, la segunda cifra histórica más alta de desabasto en medicamentos para tratar la diabetes, luego de que en julio de 2019 Cero Desabasto reportara 115. 

Aún así, menciona Andrés Castañeda, durante 2020, a causa de la pandemia por COVID-19, no vimos la realidad del desabasto de medicamentos en México, pues muchos no se reportaron por la notable disminución de consultas. 

“En una parte de 2020, la pandemia escondió el desabasto, pues hubo una aparente disminución del mismo, y digo aparente porque hubo menos consultas y por lo tanto menos recetas emitidas y menos desabasto reportado”, menciona Castañeda.

Probablemente el testimonio más claro para observar el desabasto en padecimientos como cáncer, sean los cientos de padres de familia que como Juan Carlos, Diana Yanel y Araceli Vargas —todos entrevistados por este medio digital— se manifestaron durante 2020 y 2021 en marchas para exigir les fuesen administrados los medicamentos correspondientes a sus hijos.

Hipertensión y diabetes con menos consultas durante 2022

Aún hoy en día, en pleno 2022, las condiciones que habían hasta antes de la pandemia por COVID-19 para la atención de algunos padecimientos, lejos de ser favorables, tienen una clara tendencia a la baja. Este es el caso de la diabetes y la hipertensión arterial. 

Hasta septiembre de 2022 había un 10.55 por ciento menos consultas que las otorgadas en el mismo periodo, es decir de enero a septiembre, del año 2021. 

Las consultas otorgadas a pacientes con diabetes —una de las enfermedades que año con año es una de las principales causas de muerte en los mexicanos— de enero a septiembre de 2022 son casi el 50 por ciento menos que las otorgadas durante 2019 y 58.8 por ciento menos que las otorgadas durante 2017.

En contraparte, las enfermedades respiratorias durante 2022 han reflejado un claro aumento en cuanto a consultas para atender estos padecimientos se refiere, pues de enero a septiembre de ese año se han realizado 773 mil 187 consultas, 17.7 por ciento más que las realizadas en el mismo periodo durante 2021 y años anteriores. 

Consultas enero – septiembre 2017 – 2022

No obstante esto no sucede con las consultas realizadas para atender hipertensión arterial, las cuales durante los primeros 9 meses de 2022 han sido incluso menores que las consultas otorgadas en el mismo periodo años atrás, pues de enero a septiembre de 2022 apenas 3.5 millones de consultas para tratar la hipertensión arterial se realizaron en México, mientras que en el mismo periodo de 2020 y 2021 se contabilizaban poco más de 3.8 millones respectivamente. Aún así, no se comparan con las 6.9 millones de consultas realizadas para atender este padecimiento durante los primeros 9 meses de 2019. 

Egresos hospitalarios en pacientes con cáncer y VIH continúan a la baja en 2022

También los egresos hospitalarios durante 2022 han disminuido respecto de años anteriores. A pesar que las cifras del número de egresos hospitalarios en lo que va del año son preliminares y no contemplan la totalidad del año, sí podemos notar, de acuerdo con que el Sistema de Información de la Secretaría de Salud, que en 2022 se registraron casi dos millones de egresos menos que durante 2021.  

En concreto, los egresos hospitalarios en pacientes con VIH durante 2020 están aún por debajo de los registrados en 2021 e incluso durante los primeros nueve meses de 2020. 

En ese mismo sentido, los egresos de pacientes con algún tipo de cáncer durante septiembre de 2022 han alcanzado los niveles históricos más bajos: apenas 4 mil 397.

Egresos hospitalarios por año 2017 – 2022

Fuente: Datos analizados por serendipia de Defunciones registradas (mortalidad general), INEGI

No obstante, en lo que respecta a las enfermedades del corazón, los egresos hospitalarios han aumentado en 2022 respecto a los dos años anteriores, pues a partir de marzo de este año, más de tres mil personas con alguna afección cardíaca han salido de los hospitales de salud en México, cuando en 2019 y 2020 el número de egresos era menor a dos mil. Los niveles de egresos hospitalarios para estas afecciones en 2022 incluso han llegado a alcanzar niveles parecidos a los que se tenían en 2019. Un ejemplo de esto es que en mayo de 2022 se registraron tres mil 464  egresos hospitalarios en pacientes con enfermedades del corazón y en mayo de 2019 se registraron 3 mil 425. 

De manera general, el número de días que en promedio permanecieron los pacientes en los hospitales públicos durante 2017 fue de 3.6; para 2018 ese número aumentó a 3.8; para 2019 bajó a 3.7; pero a partir de 2020, el promedio de días que los pacientes pasan en los hospitales públicos es superior a 4. Estos datos sugieren que si bien hay menos atención a enfermedades crónicas desde la pandemia por COVID-19, el tiempo de estadía en los servicios de hospitalización sí es mayor.

Para la Dra. Sonia López Álvarez, los daños que la pandemia causada por la COVID-19 ha deja en la salud de los mexicanos aún los podemos ver en la actualidad, pues en palabras de López Álvarez, “contamos con sistema de salud fraccionado, un sistema de salud que no se comunica, una atención primaria deficiente, con poca inversión e incluso desarticulada del segundo y tercer nivel”.

Para el Dr. López Cervantes, por su parte, aún en 2022 el sistema de salud en México se encuentra debilitado, tanto por la pandemia ocasionada por COVID-19, como por problemas estructurales que desde años atrás han mermado la atención médica a enfermedades crónicas.

“Ni siquiera es un sistema [el sistema de salud en México] es una serie de instituciones que compiten y no se coordinan. Ni antes ni ahora ha habido una comunicación necesaria entre las instituciones y las personas que trabajamos dentro de las instituciones [médicos y enfermeras] para mejorar los resultados de la salud de la población”.

Hasta 2017, México tenía 2.4 médicos por cada mil habitantes, en relación con 3.4 en promedio en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y contaba con menos de un tercio del número de enfermeras y camas de hospital por cada mil habitantes que el promedio de la OCDE.

Si quieres leer cada entrada de Víctimas Paralelas, puedes consultar el siguiente enlace al micrositio

Serendipia es una iniciativa independiente de periodismo de datos. Puedes apoyarnos compartiendo nuestras notas, suscribiéndote en YouTube o ayudarnos de otras maneras .

Comentarios

2 comentarios en la nota: Atención a enfermedades crónicas en la pandemia fue deficiente y dejó millones de víctimas paralelas


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *