Insuficiencia renal y COVID: la pandemia les quitó la posibilidad de tener una vida normal

Insuficiencia renal y COVID: la pandemia les quitó la posibilidad de tener una vida normal

Para una persona con insuficiencia renal, recibir un trasplante puede ser cuestión de vida o muerte. Pero al inicio de la emergencia sanitaria por COVID-19, estos procedimientos fueron suspendidos en hospitales públicos de México, mientras que el exceso de mortalidad por esta causa llegó al 9 por ciento.

En 2020, las enfermedades renales registraron un exceso de mortalidad de 9.04% a nivel nacional.

Fuente: “Estadisticas de defunciones registradas en México” 2020 Inegi

cáncer en pandemia covid

Los transplantes renales hechos en el ISSSTE disminuyeron en 70.66% durante 2020 en comparación con 2019.

Fuente: solicitud de información con folio 330017122000262

Desabasto de medicamentos cancer

“Durante la pandemia, recuerdo que diariamente recibía la noticia de que dos o tres compañeros habían fallecido, justamente por la cancelación de consultas y desabasto de medicamentos”.

Ileana Durán, paciente con enfermedad renal.

cáncer causa de muerte

Para una persona con insuficiencia renal, recibir un trasplante puede ser cuestión de vida o muerte. Pero al inicio de la emergencia sanitaria por COVID-19, estos procedimientos fueron suspendidos en hospitales públicos de México, mientras que el exceso de mortalidad por esta causa llegó al 9 por ciento.

Este reportaje es parte de “Víctimas Paralelas: las afectadas de las que no se habla”, un proyecto de Serendipia/PODER.

¿Cuál es la relación entre la insuficiencia renal y COVID? Vivir con insuficiencia renal significa seguir una dieta estricta, someterse a hemodiálisis tres veces por semana y esperar un trasplante de riñón para poder volver a tener -o tener por primera vez- una vida “normal”. La emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 puso en pausa los procedimientos de trasplante para personas con esta enfermedad y, con ello, les arrebató la posibilidad de llevar una vida normal. 

Ileana fue diagnosticada con esta condición a los nueve años. A los 12 “ya estaba acostumbrada a estar en hospitales, a estudiar desde casa (…) y cuando llega el trasplante mi vida empezó a ser completamente normal, ya no dependía de la máquina para vivir y podía comer todo lo que quisiera, iba a la escuela normal, ya no me cansaba”, dice.

Esta “normalidad” duró 23 años. En 2019, el cuerpo de Ileana empezó a rechazar el riñón trasplantado. Esta vez su hermano se ofreció como donador y a inicios de 2020, cuando estaban por iniciar los trámites para el trasplante, llegó la pandemia. 

“Por recomendaciones de la Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional de Trasplantes, en marzo de 2020 se cerraron los centros de trasplantes porque muchos de los hospitales fueron convertidos en hospitales COVID”, dice Omar de Jesús Ruiz, director operativo de la Federación Mexicana para Enfermos y Trasplantados Renales (FEMETRE).

“Durante la pandemia, recuerdo que diariamente recibía la noticia de que dos o tres compañeros habían fallecido, justamente por la cancelación de consultas y desabasto de medicamentos”, dice Ileana. Y es que además de la cancelación de trasplantes, pacientes con estas condiciones enfrentaron la escasez de medicamentos y la falta de servicios de salud pública como consultas para monitorear su estado de salud. 

Murieron más personas de las esperadas por enfermedades renales

Durante el primer año de la pandemia (2020), el exceso de mortalidad por enfermedades renales llegó a 9.04 por ciento a nivel nacional, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

El exceso de mortalidad ocurre cuando el número real de muertes por una causa supera la expectativa de las autoridades sanitarias en un periodo específico, de acuerdo con el Boletín Estadístico sobre el Exceso de Mortalidad en México.

Exceso de mortalidad por enfermedades renales en 2020 (por entidad)

En junio de 2020 el exceso de mortalidad por enfermedades renales en México fue de 27.86 por ciento, de acuerdo conel Inegi. Para este mes se esperaban 16 mil 829 defunciones a causa de estas enfermedades, pero fueron registradas 18 mil 351

Chiapas registró el mayor porcentaje de exceso de mortalidad en 2020, con 32.22 por ciento. Enseguida estuvieron Coahuila y Sonora con 19.98 por ciento y 17.42 por ciento respectivamente.

Sin trasplantes de riñón durante la pandemia

En 2019, Ileana rechazó el riñón que le había sido trasplantado 23 años antes y recibió la noticia de que su hijo también padece insuficiencia renal y también necesitaba un trasplante. Aunque ambos iniciaron el trámite, ninguno de los dos lo pudo recibir en 2020. “Todo era pandemia. Se pararon los trasplantes, se paró todo”, recuerda. 

Su situación  no fue excepcional. En 2020, el Hospital General “La Raza” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró una reducción del 64.03 por ciento en la realización de trasplantes, de acuerdo con los datos entregados por este instituto a Serendipia en respuesta a la solicitud de acceso a la información pública con folio 330018022001324.

Trasplantes renales realizados en el Hospital General Centro Médico Nacional “La Raza”

Fuente: IMSS – solicitud de información con folio 330018022001324

Los trasplantes de donador vivo relacionado (DVR) disminuyeron en 75.47 por ciento durante el primer año de la pandemia (2020) en comparación con 2019. En el caso de los trasplantes de donación cadavérica (DCAD), la disminución fue del 54.09 por ciento en comparación con 2019. 

El gobierno “pudo haber dotado a grandes hospitales y sedes como el Centro Banamex o el hospital Xoco de los equipos para atender a pacientes con otras enfermedades (…). No debió haber cerrado todos los hospitales porque se llegaron a desatender otros diagnósticos como la insuficiencia renal”, dice Omar de Jesús Ruiz. 

El director de la FEMETRE comenta que aunque en España la pandemia de COVID-19 también llegó de forma inesperada, en ese país nunca fueron suspendidos los programas de trasplantes. “¿Cómo en México no pudimos planear cuando fuimos el tercer continente al que llegó la pandemia?”, dice. 

Falta de atención a pacientes con enfermedades renales

En México no existe una atención integral para pacientes con enfermedades renales “específicamente en el sector de salud público”, dice Ruiz, quien menciona que los pacientes con enfermedades renales son uno de los grupos más desprotegidos dentro del sector de salud pública en el país porque a menudo sufren escasez de medicamentos y porque el gobierno no les proporciona los tratamientos de hemodiálisis, mismo que llegan a costar hasta dos mil y pesos. Un paciente con insuficiencia renal necesita de dos a tres sesiones por semana. 

Esto era así incluso antes de la pandemia de COVID-19, pero la emergencia sanitaria acentuó estas carencias, de acuerdo con Ileana y con Omar de Jesús Ruiz. 

Evolución de los egresos hospitalarios por enfermedades renales por entidad

Durante los primeros meses de la emergencia sanitaria, las consultas y hospitalizaciones de personas con enfermedades renales en México también disminuyeron. Los egresos hospitalarios (las salidas de pacientes motivadas por diferentes razones desde la curación hasta la mejoría, el traslado a otro hospital, la muerte, entre otros, registraron una disminución durante 2020) de acuerdo con los datos de egresos hospitalarios de la Secretaría de Salud (Ssa). 

En 2020 hubo 17.41 por ciento menos egresos hospitalarios por estas condiciones en comparación con 2019. Además, a nivel nacional, 2020 fue el año en el que menos egresos hospitalarios se registraron a causa de estas enfermedades. 

Además, la escasez de medicamentos para pacientes con enfermedades renales fue más notable dentro del sector de salud pública. Destaca la falta de eritropoyetina, un medicamento que es recetado a estos pacientes a causa de la anemia que a veces sufren. Asimismo, el valganciclovir, recetado para pacientes con trasplante renal, también escaseó en ese entonces. Este último medicamento puede llegar a costar 40 mil pesos, un precio imposible de costear para pacientes de escasos recursos.

En el IMSS es donde más se ha presentado está situación, “les expiden la receta a los pacientes sabiendo que no cuentan con ese medicamento”, dice Ruíz. Y esta situación continúa. En junio de 2022 aún había pacientes que obtenían una receta pero no podían recibir el medicamento por la escasez del mismo.

Receta no surtida expedida por el IMSS en junio de 2022. Proporcionada por la FEMETRE.

Serendipia solicitó una entrevista con el IMSS para conocer por qué todavía en 2022 hay desabasto de medicamentos para pacientes con enfermedades renales. Hasta el momento de la publicación de este reportaje no se ha obtenido respuesta por parte del área de comunicación del Instituto.   

Sin estadísticas de pacientes con enfermedades renales en México 

Ante la falta de un registro de pacientes renales en México resulta imposible conocer la efectividad de las medidas aplicadas para atender estas enfermedades en el país. Beatriz Rodríguez, presidenta de la Asociación “Enfermos Renales y Trasplantados de Puebla”, dice que la enfermedad renal es muy silenciosa y comienzan a presentar síntomas cuando ya es necesario realizar un trasplante renal de urgencia. Desde su experiencia, la falta de detecciones oportunas de estas enfermedades provoca que la mayoría de los casos se identifiquen cuando la situación ya es grave. Debido a esto menciona que hace falta que se promueva la prevención de esta condición en instituciones de salud como el IMSS o el ISSSTE. 

Rodríguez dice que en Puebla muchos pacientes con insuficiencia renal fallecieron debido a que los medicamentos que estaban comprando eran de baja calidad o no tomaban la dosis que les correspondía, ya que no existía manera de conseguir más medicamentos.

Muestra de ello es que en 2020, el ISSSTE reportó una disminución de consultas del 34.62 por ciento a nivel nacional en comparación con 2019. Esto de acuerdo con los datos entregados por el ISSSTE a Serendipia en respuesta a la solicitud de acceso a la información pública con folio 330017122000262.

Consultas, egresos y trasplantes para pacientes con enfermedades renales en el ISSSTE

Fuente: Solicitud de acceso a la información pública con folio 330018722000022

En 2020 la institución reportó una disminución de trasplantes renales del 70.66 por ciento en comparación con 2019. Además, los egresos hospitalarios disminuyeron en 28.09 por ciento en el mismo periodo.

Beatriz Rodríguez dice que a partir de enero de 2022 ha notado un cambio en cuanto a la atención médica de las instituciones de salud para estos pacientes y se han reanudado los trasplantes. Sin embargo, considera que el sector de salud pública debe implementar medidas para evitar que los pacientes sean desatendidos ante situaciones de emergencia sanitaria, como sucedió durante la pandemia.

En el Hospital General “La Raza” los trasplantes renales fueron reanudados en diciembre de 2021. Esto permitió que Iliana y su hijo pudieran comenzar con el protocolo para someterse a ese procedimiento: Ileana recibió un riñón de su hermano y su hijo, de una donación cadavérica.

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