En un mes, Dafne ha gastado cerca de 20 mil pesos en el diagnóstico y tratamiento de COVID-19. Ni Dafne ni su familia estaban preparados para este gasto, que pudo haber sido mucho mayor de necesitar ser hospitalizada.
¿Cuánto cuesta el tratamiento de COVID-19 para una persona sin seguro médico? ¿Cuánto cuesta atender esta enfermedad como paciente ambulatorio? Dafne cuenta que ha gastado 20 mil pesos y todavía no es dada de alta.
Dafne fue diagnosticada con COVID-19 en la Ciudad de México a mediados de mayo. A pesar de tener una arritmia, un factor de riesgo en las personas que padecen COVID-19, no fue hospitalizada: ha estado aislada en su casa, en donde sigue el tratamiento indicado por su médico. En casi un mes, ha gastado cerca de 20 mil pesos en el tratamiento de esta enfermedad.
Los síntomas de Dafne iniciaron el 17 de mayo. Desde entonces, ha sufrido dolores de cabeza, secreción nasal, pérdida del olfato, dolor de pulmón, falta de oxigenación y hormigueo en las extremidades. Pero los síntomas de la enfermedad no han sido el único reto para Dafne: además ella y su familia han tenido que pagar, hasta ahora, cerca de 20 mil pesos en pruebas, medicinas e insumos médicos, gastos para los que no estaban preparados.
Los estudios de sangre indicados por su médico, la renta de un tanque de oxígeno y la prueba para la detección de SARS-CoV-2 (el virus que causa la COVID-19) suman un desembolso de ocho mil 859 pesos, de acuerdo con lo referido por Dafne en entrevista con Serendipia.
Además, Dafne ha tenido que pagar otros estudios como tomografías, medicamentos, un oxímetro, recargas para el tanque de oxígeno y sus consultas médicas. En total, hasta ahora ha gastado 19 mil 451 pesos. Y todavía debe estar aislada y en tratamiento durante al menos 14 días; si al final de ese periodo una nueva prueba de SARS-CoV-2 resulta negativa, su médico le dará de alta. Si no, el tratamiento (y los gastos) deberán continuar.
Estos gastos desestabilizaron a Dafne económicamente: aunque dice que la prueba de detección de COVID-19 la pagó la empresa en la que trabaja, ella pagó los otros análisis. Además, los medicamentos y el oxígeno han sido pagados por medio de cooperaciones entre su familia y el oxímetro lo pagó su papá con sus ahorros.
Dafne trabaja en una agencia de publicidad y conservó su empleo durante la pandemia, pero su papá no ha podido trabajar desde que empezó la emergencia sanitaria y su mamá es ama de casa, por lo que un desembolso de 20 mil pesos en menos de un mes significó un gasto para el que esta familia no estaba preparada.
“Creo que lo importante es que me recupere de la enfermedad y después me preocuparé o veré la manera de poder salir adelante de los gastos que tuve que hacer”, dice Dafne.
Dafne no ha tenido que ser hospitalizada, pero si ese fuera su caso, el monto gastado podría haber alcanzado los 300 mil pesos. De acuerdo con la Asociación tratamiento en un hospital privado con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), citada por Expansión, los pacientes de esta enfermedad atendidos en hospitales privados han gastado, en promedio, 389 mil pesos.
¿Cuánto cuesta el diagnóstico de COVID-19 (y todo lo demás)?
El 17 de mayo empezaron los síntomas de Dafne. Primero secreción nasal y después un dolor intenso de cabeza durante tres días, dice en entrevista con Serendipia.
“El dolor que sientes en los pulmones la verdad no se lo deseo a nadie, sentía que me habían golpeado y me ardían, sentía que me quemaban los pulmones, no podía ni siquiera recargarme, no podía estar sentada porque me dolía que me tocara la silla. Si me acostaba no podía estar boca arriba ni de lado porque me dolía”. Fue entonces cuando llamó a su cardiólogo.
El médico le dijo que por los síntomas, era probable que fuera positiva para COVID-19 y le pidió ir a consulta; entonces notó que los pulmones de Dafne ya estaban dañados, por lo que le pidió hacerse la prueba de COVID y otros estudios.
Dafne se sometió a la prueba por RT-PCR para la detección de SARS-CoV-2 en un laboratorio privado, y pagó dos mil 990 pesos por ella. El resultado fue positivo.
¿Por qué Dafne no fue internada en un hospital? De acuerdo con lo que dice, tras someterse a la prueba hubo un día en el que notó que le era difícil respirar y su saturación de oxígeno bajó a 77 por ciento (lo normal es que esté entre 95 y 100 por ciento), por lo que decidió acudir a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “pero no me aceptaron, me dijeron que no presentaba tos ni fiebre, y que necesitaban el resultado de la prueba para aceptarme”.
Después intentó ingresar a otro hospital, este de la Secretaría de Salud, pero tampoco la admitieron porque “no presentaba los síntomas típicos de COVID”.
Entonces su cardiólogo le recomendó seguir un tratamiento en casa y la refirió con un infectólogo. Dafne sospecha que sus padres fueron quienes la contagiaron, porque antes de que ella enfermera, su madre tuvo una gripe leve y no quiso someterse a la prueba de laboratorio. “Los doctores dicen que por la arritmia, la enfermedad fue peor para mí”, dice Dafne. No obstante, la familia observa estrictas medidas de distanciamiento: Dafne está aislada en una habitación, solo recibe alimentos en la puerta de ese cuarto y utiliza un baño diferente al que usan sus padres.
Tras unos días, empezó a sentir una especie de “descargas eléctricas” en las manos, brazos, piernas, pies y pecho. “En los primeros dìas el infectólogo me tuvo que estar vigilando porque me dijo que era posible que ya me estuviera dañando (el COVID-19) a nivel neurológico”, dice Dafne.
A dos semanas de iniciar su tratamiento como paciente ambulatoria, Dafne dice que a veces todavía siente el dolor de pulmón y dolor de cabeza. Su pulmón derecho quedó dañado por el virus: “fue muy leve, y me dijeron que no es algo de preocuparse, solo me recomendaron que siguiera tomando muchos líquidos y me mandaron analgésicos para el dolor y ejercicios de respiración que hago todos los días, al parecer así el daño se puede revertir”.
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