Los aranceles a México afectarán el mercado nacional, pero también tendrán consecuencias críticas para Estados Unidos. Esto es todo lo que necesitas saber para entenderlos.
Los aranceles a México de Estados Unidos ya son una realidad. Esta medida se pospuso durante un mes en un “periodo de gracia” tras la llamada entre la presidenta Claudia Sheinbaum y Donald Trump en febrero, pero el plazo se cumplió y a partir del 4 de marzo de 2025, México enfrentará el pago de aranceles al 25 por ciento en sus exportaciones al país vecino.
Antes de abordar sus consecuencias, ¿qué es un arancel? A grandes rasgos, los aranceles son impuestos. Estos representan la tarifa oficial que debe ser aplicada a la entrada, salida y el tránsito internacional de determinadas mercancías.
De acuerdo con el análisis de la Universidad Iberoamericana (IBERO), los aranceles a México impactarán principalmente al sector automotriz, al petróleo crudo, la telefonía, los equipos de cómputo y las autopartes. Sin embargo, también tendrá consecuencias directas en el mercado estadounidense.
Hasta el momento, la presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que esta es una medida unilateral que vulnera el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y dijo que será hasta el 9 de marzo cuando dé una respuesta con aranceles para las importaciones estadounidenses. Esto sucederá durante un mítin convocado por la mandataria en el zócalo capitalino.
Pero, ¿qué tan grave podría ser esto?
¿Por qué Trump puso aranceles a México?
Estados Unidos tiene un déficit comercial frente a sus principales socios, México y Canadá. Esto significa que el porcentaje de exportaciones mexicanas al territorio estadounidense es mucho más alto que el de las exportaciones de Estados Unidos a México. Según los datos del Consejo de Relaciones Exteriores:
- El 80 por ciento de las exportaciones mexicanas son a Estados Unidos.
- Solo el 15 por ciento de las exportaciones de Estados Unidos son dirigidas a México.
Por este motivo, el presidente Donald Trump piensa que los porcentajes perjudican a su país y lo ve como un conflicto de “seguridad nacional”, explica la IBERO.
Sin embargo, Estados Unidos tiene un mercado diverso. El porcentaje de sus exportaciones a Canadá, China y el resto del mundo acumula el 85 por ciento de su actividad comercial, frente al 15 por ciento dirigido a México. Por otro lado, las exportaciones mexicanas al resto del mundo solo representan el 20 por ciento de su actividad económica internacional.
Con la medida de aranceles a México, se tendrán que pagar los impuestos del 25 por ciento que corresponden al 80 por ciento de las exportaciones mexicanas dirigidas a Estados Unidos. Y se espera que la respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum sea en el mismo lenguaje de Trump: aranceles para Estados Unidos.
Así afectan los aranceles de Trump a Estados Unidos
Las exportaciones de México a Estados Unidos son esenciales para la economía mexicana. Pero también para la estadounidense en diversos aspectos. “Cuando sumamos Canadá, México y China como mercados de exportación hacia Estados Unidos, de cada 100 dólares, 43 están destinados a comprar productos hechos en alguno de estos tres países, lo que tendrá un impacto al consumidor final en la Unión Americana”, explica la Coordinadora de Negocios Globales de la IBERO, Aribel Contreras Suárez.
Y aunque México depende mucho más de Estados Unidos que viceversa, las empresas estadounidenses que compran materia prima a México padecerán el incremento en el costo de los suministros más básicos. Si se aplican aranceles, los impuestos al comprador suben y los costos de producción se elevan “por default”.
Esto podría comprometer su margen de utilidades y cadenas de suministro. Según la IBERO, la solución más lógica es que Estados Unidos busque proveedores sustitutos, pero “no es tan fácil, ni tampoco se desarrolla de inmediato”.
Los aranceles a México generarán presión sobre las tasas de interés mexicanas, pero también las de Estados Unidos. Y esto se verá reflejado en el bolsillo del mercado mexicano, pero también de los ciudadanos estadounidenses de forma directa, principalmente en los estados que necesitan la materia prima de México para sus producciones.
¿Qué ha hecho México frente a los aranceles?
El análisis de la IBERO concluye que el gobierno de México ha reaccionado “muy lento” y con poca transparencia. “La administración federal en México entró tres meses y medio antes que Trump. Perdimos tiempo muy valioso para tener verdaderos interlocutores y acercarnos a su círculo más cercano”, explica la Coordinadora Contreras Suárez.
Entre los errores en la negociación de los aranceles a México, la IBERO destaca que:
- México no cuenta con diplomáticos o miembros del Servicio Exterior Mexicano capacitados para negociaciones de alto impacto económico.
- El gabinete “reciclado” dejó personas inexpertas “que llegaron en la anterior administración” sin buscar perfiles altamente experimentados.
- Se eliminó la Subsecretaría para América del Norte y se descuidó la organización del comercio internacional.
Además, el análisis asegura que “se están teniendo conversaciones con empresarios de alto nivel, pero no con las pequeñas y medianas empresas (Pymes), las primeras afectadas de manera indirecta” para solventar la estrategia de consumo de productos locales y que el impacto de los aranceles a México se ataque desde la raíz.
Por ahora, el mercado mexicano tendrá que esperar hasta el 9 de marzo para conocer la respuesta del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“… México enfrentará el pago de aranceles al 25 por ciento en sus exportaciones al país vecino.”
Corrijo: México NO ENFRENTARÁ el pago de ARANCELES. Hay que REDACTAR CORRECTAMENTE. Los productos mexicanos exportados al país vecino enfrentarán el pago de un IMPUESTO DE IMPORTACIÓN (o internamiento) a los USA del 25%. Nadie en México PAGARÁ esos ARANCELES (que no son otra cosa que IMPUESTOS DE IMPORTACIÓN; sí, es cierto que a México le afectará en el volumen de productos exportados a los USA, ya que ese AUMENTO serán MENOS los productos exportados). Esos ARANCELES los pagarán, para empezar, los IMPORTADORES de los USA. Ya serán ellos quienes decidan qué tanto de esa NUEVA CARGA IMPOSITIVA trasladan a los consumidores. Lo que es seguro es que NO LA ABSORBERÁN ellos en su totalidad, ya que entonces NECESITARÍAN EROGAR DE SU DINERO para NO REFLEJAR este aumento en los precios al consumidor (y no creo que ni siquiera el más trumpista entre los trumpistas quiera REGALAR su dinero –e irse a la quiebra– para mostrarle su “apoyo” al INFAME Payaso Naranja; se necesitaría estar más afectado de sus facultades mentales que el mismo Pelochas). Yo imagino que ellos absorberán una parte de esa NUEVA CARGA IMPOSITIVA –quizá hasta un 15% en el mejor de los casos- tratando de que los precios al consumidor no se vean fuertemente afectados AL ALZA (y SACRIFICANDO ellos parte de sus ganancias). Pero de que los precios al consumidor AUMENTARÁN… ¡YA ESTÁ SUCEDIENDO!, y eso incluso DESDE ANTES DE QUE SE EMPEZARAN A APLICAR LOS ARANCELES.
TODOS lo que SABEN de economía –no el Trompudo, por supuesto– ya han anticipado un aumento generalizado de los precios en el comercio minorista y mayorista, los cuales se han acentuado no bien se dió el “banderazo de salida” al capricho aberrante del tipejo más detestable que hay actualmente sobre la faz de La Tierra. Y se espera que en cuestión de no más de 2 a 3 semanas se vea un aumento inflacionario relevante. Los industriales del sector automotriz de los USA, quizá el más afectado, anticipan un aumento en los precios de los automóviles de 3 a 5 mil dólares POR UNIDAD. Se estima que aumente igualmente el precio del galón de gasolina. En fin, en Trumpilandia les tocará enfrentar algo que hace décadas no habían enfrentado. Y todo por un CAPRICHO BERRINCHUDO de un fulano NARCISISTA que imagina ser el dueño del mundo y que tiene el divino derecho de hacer del planeta lo que quiera. Ahora es cuando veremos de qué están hechos los arrogantes gringuitos. No sufrirán una INVASIÓN EXTRANJERA, como tendenciosamente ha estado repitiendo el Trompetas, será SU presidente quien los TORPEDEARÁ DESDE DENTRO, afectando SEVERAMENTE su tan presumido NIVEL DE VIDA. Muchos, la mayoría, entrarán DE NUEVO en el túnel del que apenas estaban saliendo después de la pandemia. Todavía no habían terminado de “pagar los platos rotos” que les dejó este mismo tipejo tras la pandemia, cuando ahora les tocará caer MÁS BAJO.
Como decimos acá en Pejéxico: ¡DISFRUTEN LO VOTADO!