Agostina era una modelo argentina que vivía en México junto a su novio. Su hermana menor la encontró muerta en su propia casa el 18 de febrero. Las autoridades dijeron que se trataba de un suicidio, ignorando las claras señales de un posible feminicidio. 

El feminicidio de Agostina Jalabert no fue investigado con perspectiva de género. Agostina era una modelo e influencer argentina de 31 años, que se mudó a México para seguir avanzando en su carrera. Vivía con su novio Juan Manuel Reverter en Playa del Carmen. El 18 de febrero, su hermana, Candela, estaba de vacaciones y se quedaba en la casa de ambos. Ese día Canela encontró muerta a Agostina en el baño de su departamento.

Las autoridades mexicanas aseguraron que se había tratado de un suicidio y no investigaron la muerte con perspectiva de género, a pesar de que es su obligación hacerlo. Dos semanas después, la familia de Agostina logró que la fiscalía mexicana reclasificara la investigación. Esta es su historia.

¿Qué pasó con Agostina Jalabert?

Candela sospechó desde el primer instante de Juan Manuel, el novio de su hermana, quien se encontraba dentro del departamento en el momento en que Agostina supuestamente se suicidó. 

Candela salió de fiesta la noche del 17 de febrero. Al volver por la madrugada del 18, el guardia del edificio le informó que la policía había ido al departamento de su hermana dos veces en una sola noche, debido a una pelea. Ella se dirigió asustada hacia el departamento que se abría con una contraseña, pero la puerta estaba trabada. Así que comenzó a tocar el timbre varias veces, hasta que Juan Manuel le abrió la puerta. 

Ya dentro del edificio, la joven escuchó ruidos en uno de los baños del departamento que provenían del perito de Agostina. Fue así como Candela encontró la escena: Agostina era modelo, medía aproximadamente 1.70, pero parecía haberse colgado de un toallero que le llegaba a la cintura, estaba prácticamente sentada, como refiere su padre Edgardo Jalabert en entrevista con Infobae.

Candela y Juan Manuel tomaron el cuerpo de Agostina e intentaron reanimarla, pero ya era muy tarde. Aunque las primeras señales ya eran sospechosas, e incluso Juan Manuel Reverter tenía marcas de una pelea en su cara, las autoridades mexicanas cerraron el caso diciendo que había sido un suicidio. No hicieron una investigación con perspectiva de género.

Agostina no se suicidó

Los familiares exigieron justicia desde Argentina por el feminicidio de Agostina Jalabert, comunicándose con Candela, quien a sus 21 años tuvo que pasar por esto sola en México. Las pruebas estaban ahí: el guardia y los vecinos escucharon la pelea por la noche. El novio quien se encontraba en el sitio, y extrañamente no escuchó ni se percató cuando Agostina murió. Y la manera en que Agostina supuestamente se suicidó y presentaba signos de violencia. 

¿Qué ha declarado Reverter? Germán Jalabert, tío de Agostina, compartió con El País que el hombre solo mencionó estar dormido cuando Agostina se suicidó, y que no lo pudo evitar porque habían tomado mucho alcohol y se drogaron. Además de esto, la familia Jalabert apunta a que Agostina y Juan Manuel tenían una relación tóxica. Incluso una vez, los padres de Agostina tuvieron que ir por ella a la casa de su novio. Incluso, días antes de su muerte, Agostina se había enterado de una infidelidad de Juan Manuel, lo que había causado más tensión en la relación.

Aunque al principio fueron ignorados por las autoridades mexicanas, la familia de Agostina comenzó a valerse de diversos medios para llamar la atención en su país y en México. Presionaron a la cancillería Argentina, y finalmente, este 6 de marzo, a través de la abogada de la familia, lograron que el caso sea investigado como feminicidio. 

Una de las primeras acciones será pedir la declaración de Juan Manuel Reverter. Pero, casualmente, nadie sabe en dónde está el hombre en este momento, porque la policía lo dejó ir. La familia de Agostina asegura que no descansará hasta que se haga justicia. Su papá dice que lucharán hasta el último momento para tener jsuticia en el feminicidio de Agostina Jalabert, pues ella lo merece.