Homero Gómez fue asesinado en enero de 2020, convirtiéndose en uno de los 58 defensores del medio ambiente que han sido víctimas de homicidio durante este sexenio. Ingeniero agrónomo de formación, dejó el negocio familiar de la tala de árboles para dedicarse a cuidar los bosques que una vez explotó para comerciar con su madera. ¿Quién mataría a un hombre que cuida a las mariposas?

Homero Gómez y las mariposas monarca son a menudo relacionados en notas y perfiles periodísticos y, pronto, en una serie que será transmitida en Netflix. Pero la relación de este hombre con las mariposas no siempre fue la de “El Guardián” y las criaturas que resguardaba.

El cuerpo de Homero Gómez González fue encontrado dentro de un pozo en el municipio de Ocampo, Michoacán el 29 de enero de 2020. Tenía 50 años y había sido reportado como desaparecido 15 días antes. Tras su desaparición, la familia del activista denunció haber recibido amenazas de grupos del crimen organizado por su lucha en contra de la tala ilegal en esa área.

La Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) publicó los resultados de la necropsia del activista un día después del hallazgo de su cuerpo. En este comunicado, la FGE dio a conocer que la causa de la muerte de Homero fue “asfixia mecánica por sumersión en persona con traumatismo craneoencefálico”. Es decir, Gómez se ahogó mientras estaba sumergido en agua y su cerebro había sido afectado por el impacto de una fuerza externa sobre su cráneo. La FGE no especificó si se trató de un homicidio o un accidente. 

Dos años después, su hermano Amado (quien hoy es presidente municipal de Ocampo) sostiene que Homero fue secuestrado y asesinado, de acuerdo con reportes de medios locales. 

Hasta junio de 2022 la razón detrás del presunto asesinato de Homero Gómez no ha sido esclarecida y no hay ninguna persona detenida ni consignada por el supuesto crimen. 

Homero Gómez y las mariposas monarca: de talar su hogar a protegerlas

Homero Gómez estudió Agronomía en la Universidad Autónoma de Chapingo. Tras graduarse, empezó a trabajar en el negocio maderero de su familia, talando oyameles. Los bosques en donde Gómez y su familia (como muchos otros negocios de la zona) talaban árboles son los mismos a los que cada año llegan millones de mariposas monarca desde Canadá durante el invierno. 

Aunque entre 2005 y 2006 el gobierno de México prohibió la tala en la “región de la mariposa monarca” -una decisión que provocó tensión entre los comerciantes madereros y los grupos ambientalistas-, en 2010 el diario La Jornada reportaba que en 17 años habían sido destruidas 137 mil hectáreas del territorio en donde habitan estas mariposas. “Teníamos miedo de que dejar de talar nos enviara de nuevo a la pobreza”, le dijo Homero Gómez al Washington Post en una entrevista en la que reconoció abiertamente su pasado como talador de los mismos bosques que tiempo después protegería. Y esta no era solo la situación de Gómez y su familia: “En esa región del oriente de Michoacán no se ha podido frenar la tala clandestina, pues la pobreza ha sido mayor que los efectos de los decretos ambientales”, de acuerdo con el reporte de La Jornada en 2010. 

Hasta 2018, el 46 por ciento de la población de esta entidad vivía en condiciones de pobreza, de acuerdo con la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Michoacán pasó de ocupar el sexto lugar nacional en pobreza en 2008 al onceavo en 2018, según los datos del Coneval. 

En este contexto, Homero Gómez encontró que la tala de árboles no es la única actividad lucrativa en la entidad y decidió dedicarse a conservar la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca en el ejido El Rosario, dentro del municipio de Ocampo, Michoacán. En 2019 empezó a publicar videos en su cuenta de Twitter para incentivar el turismo a la reserva; en estas publicaciones, Homero Gómez se refería a la mariposas monarca como “las novias del sol” o “el alma de los muertos”, así como “patrimonio de la humanidad”.

Gómez era parte de un grupo de ejidatarios que recorre las 700 hectáreas de ese bosque para defenderlo de quienes talan de manera ilegal los árboles para vender la madera. El diario La Voz de Michoacán publicó un reportaje en 2018, de acuerdo con el cual un pino puede costar hasta 20 mil pesos. Durante esta investigación, el diario acompañó a este grupo de hombres en sus patrullajes nocturnos para evitar la tala. En esa investigación, los ejidatarios dijeron que, además de ahuyentar a los “talabosques”, han reforestado partes de este terreno. Homero Gómez incluyó a los campesinos en estas tareas de reforestación, en un esfuerzo por generar empleos en la región. 

Y aunque la pobreza era (y es) un problema en la entidad, Michoacán también ha sido azotado por el crimen organizado y la lucha de este con grupos de autodefensa. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha controlado la zona al menos desde 2010, y actualmente hay al menos 12 grupos del crimen organizado que se disputan esa plaza, de acuerdo con reportes periodísticos.  

¿Qué pasó el día que Homero Gómez desapareció?

El 13 de enero de 2020, el último día que Homero Gómez fue visto con vida, el activista estuvo en la reserva de las mariposas monarca y por la tarde asistió a una feria en el pueblo El Soldado, de acuerdo con el diario El Financiero. Una de las últimas personas que vio a Gómez (aproximadamente a las 8 de la noche de ese día) fue la política Elizabeth Guzmán Vilchis, quien meses después sería nombrada presidenta municipal de Ocampo sustituta tras la muerte del edil Roberto Arriaga Colín por COVID-19. Otra persona (no identificada en los reportes periodísticos) dice haber visto al activista aún en la feria una hora después.

Días después, el 21 de enero, la FGE dijo que 53 policías municipales de Ocampo y Angangueo fueron llamados a declarar por la desaparición de Gómez, aunque nunca especificaron por qué. Además, la familia del activista denunció que había recibido amenazas de grupos del crimen organizado por su lucha en contra de la tala ilegal en esa área. 

En paralelo, habitantes del municipio organizaron grupos de búsqueda que trabajaban de 7 de la mañana a 6 de la tarde. Su hijo mayor (Homero) encabezó uno de estos grupos. Pero ninguna de estas búsquedas fue exitosa. El cuerpo de Homero Gómez fue encontrado el 29 de enero por un pastor. La FGE determinó que había muerto dos semanas antes, precisamente el tiempo que había estado desaparecido.  

De acuerdo con los reportes de las autoridades, fueron encontrados nueve mil 900 pesos dentro de su ropa. Aunque la FGE no descartó la teoría de que Gómez fue asesinado, parecía inclinarse más hacia una muerte accidental. No obstante, la familia del activista se ha negado a aceptar esta explicación, ya que los grupos de búsqueda ya habían registrado el pozo en donde más tarde sería encontrado el cuerpo. Así, Homero Gómez fue incluido en la lista de 58 defensores del medio ambiente asesinados desde que empezó la administración de Andrés Manuel López Obrador hasta marzo de 2022.